Prueba Yadea T9L Plus: Lógica suficiente
No es la primera vez que lo decimos: en la categoría de ciclomotores urbanos, los eléctricos se han equiparado a los de gasolina tanto en prestaciones como en precio. Quizá no todos los que hay en el mercado han alcanzado esa igualdad, pero sí en el caso de la mayoría de marcas especialistas en este tipo de vehículos.
Sin duda, algunas de esas marcas suponen una apuesta seria y de futuro, por lo que los acabados de sus productos, sus garantías y demás están también a la altura de las primeras marcas. Y no sólo lo decimos por Yadea: Niu, Super Soco o Askoll, entre la de últimas en sumarse, así como Yamaha y Honda (a falta de publicar precio de su EM1) ofrecen este tipo de ciclomotores y sorprenden por su funcionalidad.
Son los nuevos tiempos, eso que llaman «nueva movilidad», que ya es presente: patinetes, bicicletas, carril bici, zonas de bajas emisiones… es el día a día de los que se mueven en grandes ciudades. Y, para convivir con ello, nosotros seguimos apostando por el ciclomotor: más cómodo, más seguro, mejor regulado y fácil de utilizar.
A eso ha llegado Yadea a España. Yadea es la primera marca del mundo en vehículos eléctricos de dos ruedas, con 13,9 millones de unidades vendidas en 2021 y más de 20 años de historia. Detrás de esta llegada está además un importador con toda la experiencia posible: Human Mobility. Una empresa que ha cambiado su nombre y que seguramente te suene más por la otra marca que gestiona: Kymco. Ahora también apuesta por Yadea, que llega con una completa gama de scooters asimilables al ciclomotor y a los scooters de 125. Y para conocerlos vamos a empezar por un ciclomotor cuyo planteamiento nos parece muy acertado: el T9L Plus.
Cómo es el Yadea T9L Plus
El T9L Plus es un scooter bastante básico pero también muy completo: echas de menos cosas, como un reloj horario en el cuadro o un indicador de autonomía un poco más «concreto», pero luego tienes detalles como el caballete, la pata de cabra lateral, dos baterías de serie o el respaldo para el pasajero, entre otras cosas.
Es un scooter muy ligero (75 kg en orden de marcha) cuya estructura es un chasis en tubo de acero con un basculante de aluminio. Las suspensiones son una horquilla de 30 mm de diámetro, cubierta por unos curiosos protectores clásicos de fuelle de goma que están anclados a mitad de barra. También llaman la atención las punteras de la horquilla, de formas angulares, diferentes a cualquiera que hayas visto, con el nombre de la marca grabado.
Precios y ofertas de todos los YADEA que se venden en el mercado
Detrás lleva dos amortiguadores regulables en precarga y, para frenar, cuenta con un disco delantero y un tambor trasero. Emplea las dos llantas de 12″, con el motor dentro de la trasera; es de esos tipos «hub» y llega a 2100 W de potencia continua, con un par de 42,9 Nm. Más que suficiente para moverte con soltura a la velocidad máxima legal para un ciclomotor: 45 km/h.
En cuanto a las baterías, lleva dos extraíbles de litio «ternario» (en su fabricación se emplea, además del litio, oxido de níquel, cobalto y manganeso), que pueden recargarse con el cargador que viene con la moto (no integrado; lo puedes dejar en casa). Si las dejas en la moto se recargan a través de una toma bajo el asiento. Cada una de ellas tiene una capacidad de 2,8 kWh, pesan 9,5 kilos, vienen con un asa integrada y una escala luminosa que indica la carga que tienen. Se cargan en 10 horas para el 100 % desde vacío, ambas baterías.
En el equipamiento, aparte de lo ya mencionado antes, se puede mencionar la iluminación full LED o los dos modos de conducción. Dispone de un modo «parking» que no bloquea la rueda pero sí impide que avance si se toca el acelerador. El cuadro es en LCD, en blanco y negro, bastante simple y bien diseñado, pero no tiene reloj horario ni porcentaje de batería. Hay una barra de carga, pero su información no es nada fiable: estás parado y te indica que te queda toda la carga; aceleras en una cuesta y de repente te queda el 20 %.
También lleva una guantera abierta, suelo plano y un gancho para bolsas. Debajo del asiento hay un hueco pequeño; no cabe un casco, aunque sí el cargador y la documentación, por ejemplo. Debajo, quitando con facilidad una tapa de plástico, aparecen las dos baterías, fáciles de extraer, con sus respectivos enchufes cada una.
Cómo va el Yadea T9L Plus
El T9L es un scooter compacto y muy ligero. En el color azul y con el respaldo trasero (de serie) que ves en las fotos tiene, además, un estilo elegante, mientras que el faro LED ocupando la parte inferior del frontal le da un toque deportivo. Ciertamente, no desagrada y entra por los ojos. Más de cerca puedes apreciar que además está muy bien acabado, tanto de pintura como de ajustes y detalles. Eso adelanta lo que después sentirás sobre él, porque efectivamente se comporta y se siente tan bien como lo has visto.
Es bastante bajo de asiento. Tampoco hay mucha altura desde el asiento a la plataforma plana, lo que los más altos notarán más. A pesar de ello, hay mucho sitio en el suelo para colocar los pies. Pones el contacto y quitas la pata lateral y está listo para salir. En el lado izquierdo tiene una tecla «P» que permite desactivar el acelerador, de forma que no salga lanzado sin querer. En la derecha una tecla «Swift» controla los dos modos de conducción: uno limitado a 25 km/h y el otro libre hasta los 45 km/h de tope. Abres gas y sale con total suavidad, pero acelerando bien, con contundencia.
Es muy suave. Y eso en un scooter que no tiene ruido de motor no es fácil, porque oyes cualquier desajuste. Las suspensiones se notan bien taradas, sin excesiva dureza pero tampoco blandas, al menos si vas tú solo. Llevando a alguien la cosa cambia y se nota blando de atrás y algo ligero de delante. A la hora de frenar hay diferencia entre el delantero y el trasero: el disco delantero tiene buen tacto y buena potencia. El tambor trasero no tanto, pero si puedes regularlo con facilidad. Aun así, la distancia entre las manetas y el manillar es un tanto justa y probando con guantes de invierno la mano cabe muy justa, estorbando un poco la propia maneta a la hora de cambiar la mano de la maneta al manillar.
Los neumáticos son de una marca poco conocida, pero hay que reconocer que cumplen. Como ves en las fotos probamos este scooter en días de mucha lluvia; en esas condiciones y para las prestaciones del T9L, se mostraron suficientes. En cuanto a la autonomía, Yadea declara 98 km comprobados según norma WMTC: en nuestras pruebas no llega a esa cifra, pero no es fácil adivinar cuál es su autonomía real sin quedarnos tirados, debido a la imprecisión del indicador de batería.
Sí que es cierto que el sistema de doble batería parece muy acertado en un scooter así: cuando levantas el asiento tiene debajo dos interruptores para las dos baterías. Primero gastas una, después cambias ese interruptor y gastas la otra, con lo que siempre sabes que te queda, por lo menos, otro tanto igual a lo que has gastado.
Otra ventaja que vemos es que puedes salir con una sola batería de casa y dejar la otra cargando, si no vas a hacer muchos km (lo que no es frecuente en la ciudad) y después cambiarlas. Así, la autonomía, teniendo un punto central en tus desplazamientos, es casi infinita. Por cierto, el precio por carga, actualmente, oscilará dependiendo la hora a la que cargues, pero estará, en el momento más caro, en unos 90 a 98 céntimos, en diciembre de 2022.
Lo mejor:
-Estética conseguida
-Suavidad de marcha
-Economía indudable
Mejoraría con:
-Reloj de hora en el cuadro
-Manetas demasiado cerca
-Guantera cerrada
ASÍ LA VEMOS (De 1 a 5 puntos)
En carretera: —
En ciudad: 4
Pasajero: 2
Confort: 3
Equipamiento: 3
Autovía: —
Un scooter eléctrico con la garantía de la marca más grande del mundo en la fabricación de dos ruedas eléctricos y con la de un grupo como Human Mobility -Kymco-, que convence en su uso ciudadano. Es cómodo y fácil para su uso individual, un tanto justo a dúo, divertido incluso de llevar. Es elegante de aspecto, bien acabado y con un equipamiento justo, con algún fallo, como ese reloj horario, básico en la ciudad.
Más información del Yadea T9L
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