Prueba SWM Hoku 125

La SWM Hoku va a por todas en el segmento de las motos 125

36 La SWM Hoku va a por todas en el segmento de las motos 125
Fotos prueba SWM Hoku 125
Daniel Navarro
Daniel Navarro
SWM para los más jóvenes tal vez no signifique nada especial. Los que tenemos una edad una marca de motos capaz de hacer sombra a otras grandes como KTM en el panorama off-road de los 80. Ahora quieren repetir.

SWM en la historia de las motos es una de esas estrellas fugaces que surgían de cuando en cuando. Nace a finales de los 60 o inicios de los 70 como Sironi Vergani Vimercate Milano; unieron las dos «V» del nombre completo porque quedaba mucho mejor y acabaron traduciendo sus siglas como «Speedy Working Motors».

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El nombre hacía referencia a sus rápidas motos de mtocross y enduro, como buena marca especializada en el off-road, aunque también hicieron muchas y buenas motos de trial. En 1984, la fábrica está en graves problemas y desapareció poco después, tras poco más de 10 años de ganar carreras y campeonatos con sus motos, casi siempre empleando motores Sachs y Rotax.

Pero en esos años, en ese mundo del off-road, fue una de las marcas con mayor prestigio: motos muy rápidas, con cierto «genio» en el caso de las enduro, ligeras y eficaces como pocas. En aquellos años no andaban lejos de las KTM, cuando no por delante.

SWM volvió a la vida hace menos de 10 años. En 2014, en el EICMA se anunció esta resurrección: el ingeniero Ampelio Macchi asociado con el grupo chino Shineray se quedaba con parte de los restos de Husqvarna y Cagiva, grupo en el que había trabajado y produciría bajo el antiguo nombre SWM en Biandronno, cerca de Varese, en la antigua fábrica de Husqvarna.

Empezaron fabricando precisamente las antiguas Husqvarna de off-road con nuevas carrocerías y bajo el recuperado nuevo nombre, pero en los últimos años, partiendo de un motor de 125 propio, de tecnología muy moderna y buenas prestaciones han preferido centrarse en ese segmento de las motos para carnet A1 y B.

Prueba SWM Hoku 125

Una supermotard, heredera de las líneas de las anteriores SM y enduro de la marca, una gama de neoretro de altas prestaciones con la Outlaw y Ace of Spaces y la naked Varez han formado la gama hasta ahora de la marca.

Ahora se añade una nueva SWM Hoku, una 125 naked sport de altas prestaciones y muy equipada que, en una curiosa carambola histórica, que recuerda aquellos enfrentamientos en el todo terreno de los años 80, al ser una auténtica rival para una KTM: la Duke.

Y la verdad es que SWM lo ha hecho bien. Tienen un buen motor, la posibilidad de diseñar y montar en Italia, mas las economías que su sociedad con Shineray les permite, a la hora de traer de allí componentes completos, hacerlo a precios competitivos.

Y sumando todo eso, si quieres competir en el 125 de marchas, ¿qué mejor que fijarte como objetivo a una de las referencias del mercado de la última década?

Cómo es la SWM Hoku 125

Prueba SWM Hoku 125

Porque la verdad es que esta Hoku hace que pienses en la KTM Duke desde que la ves, sin parecerse en absolutamente nada: no es una copia, no hay nada en ella que sea como en la Duke. Salvo su filosofía. Después, cuando la has probado, verás que hay más puntos en común.

Los suficientes, de hecho, como para que en KTM tengan que considerar que les ha salido un rival muy serio y capaz de hacerles frente en cualquier carretera.

La Hoku se construye partiendo de un chasis multitubular en acero con la parte inferior abierta. Sobre este cuerpo principal se atornilla un subchasis trasero y un basculante de aluminio, muy llamativo porque se ha acabado mecanizando parte de sus superficies para darle un brillo muy atractivo sobre el resto del acabado, pintado en negro.

Prueba SWM Hoku 125

Sobre el basculante un amortiguador regulable en precarga, anclado directamente, sin bieletas, a pesar de que la información oficial de la marca habla de «sistema progresivo Soft Damp». Delante hay una horquilla invertida con unas muy generosas barras de 40 mm.

Los elementos de ambas suspensiones son Kayaba. Para frenar la moto cuenta con un disco de 300 mm delante y otro de 220 mm detrás, ambos asistidos por un sistema ABS. Y todo ello hace contacto con el suelo a través de unas ruedas de 17″ y neumáticos Michelin Pilot Street.

El motor, como te decía antes, es una unidad propia. La marca lo denomina 125 Bialbero que, como muchos sabréis, es la forma en italiano de denominar a un motor con dos árboles de levas. Por supuesto, eso es porque emplea una culata de cuatro válvulas, sobre un cilindro de carrera muy corta: 58,4 x 47,2.

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Entrega los 15 CV a 9.500 rpm con un par de 11 Nm a 8.000 rpm y lo manda a la rueda trasera a través de un cambio de seis velocidades bien escalonado y con un tacto perfecto.

El equipamiento es correcto y no puedes echar muchas cosas de menos en una naked 125 sport: hay un cuadro TFT en color, de 7″, que parece quedarle grande pero que te asegura una perfecta visibilidad y que es le protagonista de este equipamiento.

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Lleva un software que permite el «screen mirroring», es decir, ver en él lo que tengas en la pantalla del móvil (por lo que lógicamente permite ver apps de navegación) y tiene visualizaciones día, noche o cambio automático. Preside la visualización un enorme cuentavueltas, con la velocidad en el centro.

Cuando te acercas al tope de vueltas, ese aro del cuentavueltas cambia de color, lo que permite muy rápidamente ver el límite. Lleva, lo que es un lujo para una 125, un sistema de control de presiones de los neumáticos: no se puede pedir más en una moto así.

El control de este cuadro es bastante intuitivo y se hace desde la piña izquierda. Ambas son retroiluminadas. Y para acabar, sólo apuntar que, por supuesto, la iluminación es de LED, con intermitentes finos de esos con efecto de movimiento hacia el exterior.

Cómo va

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Como has visto en la descripción técnica de la moto, la Hoku tiene muchos motivos para considerarse una moto interesante. 15 CV, líneas agresivas, una marca con historia y un equipamiento de primer orden, en una moto que sobre el papel podría convertirse en una nueva referencia en el segmento.

Además, por precio, no se va lejos de las 125 de las nuevas marcas chinas que van entrando y que amenazan el reinado de las europeas y japonesas, con toda la potencia posible, buen equipamiento y precios mucho más asequibles. La SWM, además e igual que estas presenta unos acabados de calidad, donde lo único que puedes reprochar es que los gráficos que la adornan parecen un poco débiles.

Pero pintura, soldaduras, materiales y demás están a gran altura, con detalles como esa tija superior con el nombre de la marca grabado sobre ella. La moto es aparente de tamaño, algo que para gran parte de los clientes es importante.

Prueba SWM Hoku 125

Pero a pesar de ello se declara un peso bastante contenido que, sin ser de récord de la categoría, para la báscula en los 146 kg en orden de marcha. El asiento, a 790 mm de altura es bastante más accesible de lo que a la vista parece.

Sobre ella la posición de conducción es muy natural. El manillar, el asiento y los reposapiés permite esa conducción relajada pero también tumbarte un poco y adoptar una posición más al ataque con total facilidad. Mandos de embrague, frenos, gas y cambio tienen buen tacto y vienen en buena posición.

Arrancas. El sonido es algo más agudo que lo normal en las 125 de este tipo, Recuerda también al de la KTM y sube de vueltas con la misma alegría. Maniobrar con ella es bastante fácil, tanto sobre ella como llevándola al lado. A baja velocidad la moto se muestra estable y fácil y el motor tiene suficiente par par ayudarte a moverte sin necesidad de recurrir al embrague.

Prueba SWM Hoku 125

Así, en ciudad, la moto es agradable y sencilla de usar. Gira bastante bien dentro de lo que son las naked deportivas de este porte: no es una 125 ciudadana y básica y su tamaño (y el de su horquilla) limita algo esa agilidad. El manillar está bien diseñado y la moto no es problemática para meterte entre los coches.

Y con 15 CV de un motor con ganas de subir de vueltas y un cambio bien escalonado, en los semáforos es suficientemente rápida como para plantar cara a cualquier otra 125cc.

En la carretera se nota que en SWM han hecho un buen trabajo de puesta a punto de suspensiones y chasis. Con 15 CV está claro que las sensaciones deportivas son muy relativas pero si es necesario que la moto sea capaz de tumbar transmitiendo seguridad y levantarse con agilidad y sin perder esa sensación, en una moto que muchas veces no puedes sacar de la curva a base de gas y potencia.

Prueba SWM Hoku 125

No todas las 125 sport hacen esto bien. Pero al SWM si lo consigue. Tan bien como las mejores de la categoría. Y eso, al final, es lo que hace que una 125 sport sea una verdadera deportiva. Esta lo es. Buen chasis, un motor potente, buenos frenos y unas suspensiones tirando a duras pero no incómodas hacen de ella una moto divertida en cuanto te metes en curvas cerradas.

En la autovía o en carreteras largas quizá lo más importante en una moto así es su capacidad de mantener una cierta velocidad de crucero: que el tráfico no sea mucho más rápido que tú. Eso, con la Euro 5 en vigor se ha ido complicando y hoy día que una moto para carnet B alcance los 120 km/h es casi un prodigio.

La SWM tiene buen motor y un cambio bien escalonado. Si vas cambiando aprovechando bien toda la potencia disponible, es capaz de alcanzar esa velocidad y, sobre todo, mantenerse sobre los 100-110 km/h sin problemas durante bastante tiempo. No hay vibraciones preocupantes ni ruidos mecánicos y la moto se comporta bien en este entorno.

Prueba SWM Hoku 125

Lo mejor:

-Prestaciones y comportamiento

-Equipamiento de nivel

-Marca con historia y prestigio

Mejoraría con:

-Acabados de los gráficos más cuidados

-Asiento pasajero no tan elevado

Asi la vemos

En carretera: 5

En ciudad: 3

Pasajero: 2

Confort: 4

Equipamiento: 4

Autovía: 3

(De 1 a 5 puntos)

SWM ha sido capaz de desarrollar una naked sport a muy alto nivel, algo que parecía reservado solo a las marcas principales del mercado.

Esta Hoku tiene los caballos necesarios, con la respuesta motor adecuada, suficiente chasis y equipamiento como para enfrentarse de tú a tú con las mejores 125 de marchas del mercado y lo hace a un precio realmente llamativo para una moto así.

Cómoda y agradable en la ciudad, rápida y divertida en la carretera y suficiente en la autovía, con velocidades máximas entre las mejores de la categoría, la SWM Hoku 125 es una gran moto con un futuro brillante si el mercado le da la oportunidad de demostrarlo.