Conducir la moto con lluvia

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Conducir la moto con lluvia
Daniel Navarro
Daniel Navarro

Conducir la moto o scooter con lluvia, requiere tener presentes una serie de cuestiones que repasamos a continuación.


Para los que montamos en moto, la lluvia no deja de ser una incidencia negativa que añade riesgo a la conducción: visibilidad reducida y menor agarre son las dos consecuencias más inmediatas y suficientes para extremar la precaución, como todos sabemos. Pero hay más peligros y, sobre todo, algunos puntos clave que resalta el informe de acierto.com que conviene conocer.

Los riesgos de la lluvia

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Conocer a fondo los riesgos inherentes a la conducción en lluvia nos hará ser más conscientes de a qué aspectos hay que prestar más atención. Por supuesto, los dos los mencionamos antes, la falta de agarre de los neumáticos sobre el pavimento y una peor visibilidad son los dos más obvios, pero en este segundo caso ten en cuenta que no es sólo peor tu visibilidad: el resto de los usuarios de la vía también tienen su visibilidad reducida, lo que implica que es necesario hacerse más visible. Uno de los accidentes más típicos en lluvia es el coche que viene de frente y gira a su izquierda, llevándose a la moto por delante: es el clásico «no te he visto», que de poco sirve como justificación cuando ya estás en el suelo. Por otra parte, es lógico dentro de las estadísticas: 4 de cada 10 accidentes de moto son por culpa de un coche.

Según el informe, la falta de experiencia, errores al calcular la velocidad o las intenciones de otros vehículos son causas también típicas de accidentes sobre lluvia. Y por supuesto, siempre está el problema de las frenadas repentinas o excesivamente fuertes sobre el piso mojado: el riesgo de acabar en el el suelo es importante.

Los consejos para conducir la moto con lluvia

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Dice este informe que la falta de experiencia es uno de los factores que llevan al accidente en estas condiciones. Por ello, los consejos para esta situación son especialmente importantes y se deben recordar siempre. Introducimos también algunos consejos de «nuestra cosecha y experiencia», para complementar los de acierto.com:

  • Equipamiento adecuado: Siempre es importante montar en moto con el equipamiento adecuado. Prendas que protejan en caso de accidente, que tengan especial resistencia a la abrasión con el asfalto y absorban impactos son fundamentales. Pero hay que tener algunos aspectos en cuenta especialmente en agua: prendas impermeables, que te quiten el contacto con el agua y que no empapen para evitar la falta de concentración por el frío que causan, son básicas. Una chaqueta impermeable, guantes con cubre guantes o especialmente diseñados para el agua, botas de moto también para agua o igualmente, cubre botas y por supuesto, los trajes de agua para moto (los impermeables normales no son recomendables: flamean, se abren e incluso pueden llegar a rasgarse) son importantes.

  • Preparación del casco: Con el casco, por supuesto, mejor integral, se debe tener especial atención a la visera: hay líquidos que repelen el agua y que puedes comprar en casi cualquier tienda de accesorios bien provista. Otro problema es el empañado interior: sistemas de doble visera y aireadores abiertos ayudan; también hay productos químicos para dar por dentro de la pantalla son útiles. Y por último (y menos recomendable) llevar la pantalla algo abierta, aunque en casos de mucha lluvia algo se cuela por esa rendija, provocando incomodidad.

  • Hazte visible: Dentro del capítulo del equipamiento, en este sentido la moda juega a nuestro favor ahora: chaquetas y cascos de colores fluorescentes suponen un incremento de visibilidad, al facilitar que los demás nos vean. Que tu chaqueta lleve, al menos, inserciones fluorescentes es otra opción que ayuda en este aspecto. Si no tienes este tipo de prendas, con lo que sí puedes hacerte es con un chaleco reflectante o con las tiras estilo cinturones que venden y que puedes poner por encima de tu equipamiento habitual y sirve para incrementar también tu visibilidad.

  • Neumáticos: Fundamental que estén en buen estado. Por supuesto, el dibujo del neumático se ha diseñado precisamente para evacuar el agua del suelo y asegurar el mejor contacto posible de la goma con el suelo, lo que garantiza su agarre. El propio neumático lleva testigos de desgaste; si ya se encuentra a ras o cerca de asomar entre el dibujo debes cambiarlo, puesto que su capacidad de evacuación ya está mermada. Un neumático viejo, cristalizado o agrietado también está fuera de servicio y sobre el agua agarrará aún menos. Y por supuesto, la presión de aire es básica para asegurar que el neumático tenga el mejor agarre posible, algo importante cuando rodamos sobre mojado, con adherencia ya reducida.

  • Frenos: Los frenos con una mala puesta a punto implican más fuerza para frenar. Cuanta más fuerza precises, menos tacto tienes para regular. Y cuanto menos tacto, más posibilidades de bloquear cuando se pierde agarre. Es importante, por ello, llevarlos en condiciones. Por supuesto, los ABS modernos, igual que los controles de tracción, modos de conducción «Rain» y otros equipamientos electrónicos actuales se convierten en muy recomendables sobre la lluvia. Y muy importante frenar bien: primero de atrás (y no está de más que pruebes, con el freno trasero, el agarre disponible, probando cuando empieza a bloquear) y después, muy suave, con el delantero. Especial cuidado hay que tener con motos que llevan sistemas de frenada combinada: siempre se frena muy suave y atento a cualquier reacción de bloqueo.

  • Conducción: Conducir sobre la lluvia una moto no es divertido. O al menos, no como en seco. Tómatelo con calma, no tengas prisa: ten en cuenta que incluso si has quedado y llegas tarde, con la lluvia y yendo en moto cualquiera entenderá que no llegues puntual. Las distancias de seguridad deben ampliarse todo lo que puedas: si tienes que frenar, que no sea de repente y puedas hacerlo de la forma correcta. Según los estudios publicados, la distancia de frenado puede aumentar hasta un 40%. Y por supuesto, muy atento a cambios de asfalto, manchas, tapas de alcantarilla, rejillas y pintura: la ley obliga a que sea antideslizante por no siempre lo es y, por supuesto, aunque lo sea, tiene menos agarre que el asfalto sin pintar. Recuerda que las líneas que separan carriles en autovías o autopistas no siempre están todo lo planas que deben y si en seco al pasar sobre ellas la moto se mueve, en mojado pueden ser peligrosas. Por los lados también deja más distancia: traza lo más fino posible las curvas y sin maniobras bruscas, asegurando siempre el agarre. Y por último, trata de evitar el carril central: suele ser el más sucio.

¿Lo cubre el seguro?

Bueno, si al final, a pesar de seguir todos estos consejos, has «tocado suelo», ¿me sirve de algo tener la moto asegurada? Pues depende de tu póliza de seguros, de lo que hayas contratado. Por desgracia, la mayoría de los seguros de moto en nuestro país son básicos y cubren sólo los daños que en un accidente puedas provocar a terceros, no los tuyos propios. Para que tengas alguna cobertura más sería necesario un seguro a todo riesgo; en este caso correría el seguro con todos los gastos, aunque estos, como sabemos, son caros.

Una solución intermedia y muy adecuada es llevar un seguro que incluya accidentes del conductor. Este, al menos, incluirá los gastos sanitarios y de rehabilitación de ese accidente, sin encarecer demasiado tu seguro de moto. Eso si, ten en cuenta que si puedes demostrar que la caída se ha producido por culpa del estado de la vía (lo que por desgracia es frecuente) si podrás exigir al ayuntamiento o al responsable de la vía donde te has caído una indemnización por su responsabilidad.