Cómo frenar de forma eficaz con el scooter
Piénsalo: hay scooter de dos ruedas, de tres, con frenada combinada, sin ella, con ABS, con frenos de tambor o disco… y no con todos es igual. Además, varían también las condiciones. En seco se actúa de una forma y en mojado de otra. De hecho, influye hasta el año de construcción de tu scooter. O mejor dicho, cuándo fue diseñado. Te aseguro que no se frena de la misma forma con un Yamaha TMAX ABS de 2016 que con una Vespa de los años 50. Y no porque estos dos scooter lo hagan de diferente manera (que lo hacen); es que además se diseñaron para que tú actives los frenos de diferente manera.
No vamos a enseñarte a frenar. Eso se aprende con la práctica y el tiempo. Pero sí podemos darte, si nos lo permites, algunos consejos prácticos sobre cómo frenar con un scooter y las diferencias que en años de pruebas nos hemos encontrado en los sistemas de frenos de unos y otros. Veremos algunos consejos generales y otros aspectos más concretos, de sistemas menos comunes y en condiciones más complicadas que las normales. Y si ya te lo sabes, al menos, que te sirva para reforzar lo aprendido.
En scooter clásico
Seguro que si te mueves en una Vespa de las de antes o tienes recuerdos de haberlas cogido, casi todo lo que te hemos dicho así parece una “inducción al suicidio por frenada criminal” o algo perecido. Efectivamente, con aquellos scooter digamos “vintage”, las cosas no suceden así. Ni el reparto de pesos, ni el diseño de sus chasis, ni los neumáticos y, si me apuras, ni siquiera las carreteras permitían arriesgar frenando de delante. Era muy fácil bloquear la rueda y “estamparte” antes de que lo vieses venir. Y peor cuanto más antiguo, porque las ruedas de 8” de las primeras Vespa desde luego no mejoraban esta sensación.
Las actuales Vespa PX o las LML llevan ya un disco delante y neumáticos de 10” con componentes modernos. Las calles y asfalto son, lógicamente, las mismas que para cualquier otro scooter. Aún así, “el que tuvo, retuvo”, y esos scooter siguen frenando mejor de atrás que de delante. Además, tienen la ventaja de permitirte reducir con la caja de cambios…no mucho con el motor 2T, pero sí algo.
Qué debes tener en cuenta en la frenada combinada
Puede parecer muy moderno, pero hace más de 30 años que alguna marca ya hacía motos con sistemas así. La idea es copiar lo que haces con el coche. En éste tienes más ruedas, pero solo un pedal de freno. Lo cierto es que la dinámica del coche es distinta: no se inclina ni modifica las geometrías ni los pesos como una moto en marcha. En el scooter se emplean varios sistemas distintos, por cable, hidráulicos…incluso hay alguno (Peugeot Metrópolis) con componentes verdaderamente complejos, como repartidores de frenada en función de la inclinación del vehículo delante/detrás, al igual que en los coches.
Estos sistemas, al final, intentan que, si no sabes frenar, con una sola maneta lo consigas de forma razonablemente segura. Funcionan bien casi siempre. Si estás acostumbrado a frenar de forma normal en moto y coges un modelo con frenada combinada, al principio frenas con una sola maneta (generalmente la de atrás, que manda presión delante). Pero si en ese momento te pegas un susto tendrás la tendencia adquirida de tirar también de la otra maneta. Entonces, si el sistema no está perfectamente regulado y equilibrado, es posible que el exceso de presión que estás metiendo delante haga que patine de delante. Recuerda, cuando frenas con la maneta izquierda, generalmente la del freno trasero, en estos sistemas también envía presión al freno delantero. Como en un susto el movimiento reflejo suele ser tirar fuerte y repentinamente de la maneta derecha también, se produce ese exceso de frenada en el tren delantero. No es frecuente en sistemas modernos, porque suelen estar ya muy bien pensados, pero recuerdo algún susto importante con algunos de estos sistemas de hace algunos años.
Los otros sistemas de freno de un scooter
1. ABS: El antibloqueo no es la “purga de Benito”, aquel remedio milagroso que lo curaba todo. No obstante, los sistemas actuales ayudan mucho a evitar bloqueos indeseados el día que te despistes. La gran ventaja de un ABS adecuado (que de todo hay) es que no tienes que cambiar las buenas costumbres de frenada: hazlo como siempre, como te decíamos en nuestros consejos generales, y olvídate que llevas un ABS. Ya te acordarás el día que te salve de esa deslizada que no deseabas.
2. Discos o tambores: No debería haber diferencia como tienes que actuar en función del sistema de frenos que lleve tu scooter. Todo lo dicho como consejos generales funciona igual de bien tanto si llevas discos como tambores. Lo único que te debe preocupar es que en caso de equipar tambor, que sepas que requiere tensarlo cada poco tiempo para mantener su capacidad de frenado y su buen tacto. Si no lo haces, dejará de frenar lo suficiente.
3. Frenada combinada: Es la alternativa obligatoria en caso de que un modelo hasta 125 cc no equipe ABS en los nuevos modelos a partir de 2016. Tiene sus ventajas e inconvenientes, como vemos en el recuadro aparte. Si tu scooter los lleva, acostumbraste a usar la maneta del freno trasero solo y a acariciar muy suavemente si acaso la del freno delantero.
4. ABS delantero: No hay muchos todavía, pero lo veremos imponerse en un futuro próximo. El nuevo Piaggio Liberty IGET es así. El ABS en la rueda delantera impide que se bloquee y es más barato de montar que un ABS completo. Al igual que en otros casos, no hagas caso que está ahí y frena con normalidad.
5. Frenos al pie: Si mi memoria no me falla, solo hay determinados casos actualmente que recurran a frenos al pie: los Piaggio y Peugeot de tres ruedas y las Vespa PX y LML, scooter de tipo antiguo, con marchas y embrague en la maneta izquierda. Con los primeros, por homologación, llevan frenada combinada y el pedal es de imperativo legal. Lo más aconsejable es frenar con las manetas tal y como te decimos que hagas con sistemas de frenada combinada. En un scooter “clásico” de marchas, todo lo contrario: te lo contamos aparte.
Normas básicas para frenar con tu scooter
1. Con las dos ruedas: Como cualquier vehículo, cuanto más goma haya en el suelo transmitiendo la fuerza que quieres aplicar, mejor. Si son las dos ruedas las que están reduciendo la velocidad al tiempo, mejor que solo con una.
2. Por orden: Llevas dos manetas, una de ellas actúa sobre el freno trasero y otra sobre el delantero. Un scooter moderno está diseñado para que la rueda delantera ejerza mayor fuerza de frenado que la trasera. Si frenas solo con la trasera, verás que ésta desliza enseguida y no consigues frenar el scooter. Si lo haces únicamente con la delantera, transferirás todo el peso delante, hundirá el morro y se detendrá de forma correcta, pero has ejercido demasiada presión sobre este neumático. La mejor solución es frenar primero de atrás un poco de forma que baje la zaga del scooter y a continuación con el freno delantero.
3. Siempre recto: Con los neumáticos actuales no hay mucho problema y permiten frenar bastante fuerte casi en cualquier condición y en cualquier posición. Pero el scooter, igual que cualquier moto, tiene más goma y está en un equilibrio menos precario cuando vas recto que en curva. Por eso, frenar antes de llegar a la curva y entrar ya con los frenos sueltos y abriendo el gas es garantía de ahorrarte un susto. Sí, se puede entrar “agarrado” a los frenos, como en las carreras, si tu scooter está en condiciones y llevas ruedas buenas. Pero eso déjalo para las emergencias.
4. Cuestión de presión: Lógicamente, cuanto más tires de la maneta, más frena el scooter. Si te pasas, desliza. Si no llegas, te irás largo. Solo la práctica y tu conocimiento de las ruedas que llevas y las condiciones del suelo te dirán cuánto puedes tirar de frenos. Si ruedas sobre un pavimento en dudosas circunstancias, prueba el agarre con el freno trasero. Una deslizada de atrás no conlleva nada si vas prevenido. Una deslizada de delante o de ambas ruedas por un susto, puede terminar en una caída. Es básico tener buen tacto en las manetas, montar buenas ruedas y el sistema de frenos revisado.
5. Atención: Lo normal es llevar las manos agarrando el manillar sin más. Pero en situaciones de mucho tráfico, de posibles obstáculos o de suelo en malas condiciones, agarrar el manillar con solo la palma y dejar uno o dos dedos sobre las manetas de freno puede ayudar a reducir el tiempo de reacción entre el susto y quedarte parado.
¿Y en mojado?
Si el asfalto no está seco, sobre suelo sucio o en cualquier otra condición que suponga problemas de agarre, frenar se convierte en una operación más delicada. En estas condiciones, si tuviste oportunidad de elegir tu scooter con ABS y no lo hiciste es cuando más te puedes arrepentir. Como decían los pilotos hace unos años, sobre el suelo mojado solo hay un secreto: “el estilo fino”.
Si equipas ABS te puedes despreocupar…en parte. Al final, si frenas fuerte y las ruedas deslizan, el ABS actuará, pero si está muy resbaladizo la frenada se alargará porque el sistema no logra tampoco detener el scooter. Y si no lo llevas, solo queda frenar con “mucho tiento, lleves frenada combinada o no. Ahora bien, recurre siempre primero a comprobar cuánto puedes tirar de frenos probando con el freno trasero. Cuestión de experiencia.