¡Ismael Bonilla se casa!
En cuanto a su relación con Fórmula Moto, dejemos que sea él mismo quien nos relate su experiencia.
¿Quién es?
«El efecto mariposa» es el título de una película ya con algunos añitos. Me gustó mucho, no sólo porque su trama era realmente interesante, sino porque el efecto mariposa en sí, aquello de que «el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo», es un concepto que me parece apasionante. Y es aplicable a cualquier persona. Os recomiendo que hagáis el ejercicio de pensar y recordar algún acto que hayáis hecho en vuestra vida, y que ese acto, haya ido desencadenando otros acontecimientos hasta llegar al momento actual. ¡El resultado puede ser sorprendente! Yo, sin haberlo premeditado, me he puesto a analizar mi «efecto mariposa» particular, y cómo en un día de 2005 que acudí a la redacción de aquella nueva revista, Fórmula Moto, lo cambió todo para mí.
Recuerdo subir con algo de nervios a la primera planta del edificio donde me estaba esperando «Don» Javier Herrero. Aún tengo grabada a fuego en mi mente aquel «¿Qué pasa Bonilla? ¿Tú has «estudiao»?» Ante mi respuesta afirmativa, me dio las llaves de una flamante Suzuki GSX-R 1000 K5, y me soltó un «en el garaje la tienes. Escríbete algo a ver qué tal se te da». No habían pasado ni 5 minutos y ya casi era probador de Fórmula Moto. Cuánto le debo a Javier Herrero. Y cuánto más aún le debe el mundo de la moto. Curiosamente, sólo unas semanas antes me habían ofrecido un puesto de probador en la revista Motociclismo. Una revista con mucho más nombre y entidad que la recién creada Fórmula Moto; y cómo me alegro de no haber cogido aquel puesto.
En aquella época yo había dejado de competir por algunas lesiones físicas, pero esas lesiones no me impedían hacer de probador-redactor de motos de pruebas o asistir a presentaciones de nuevos modelos. Ha sido –y sigue siendo– un privilegio viajar por medio mundo a estas presentaciones y poder subirme antes que nadie en algunas de las mejores motos del mundo, para después compartirlo con todos vosotros.
Fue muy especial uno de mis viajes a Qatar en 2007 para probar la Kawasaki ZX-10R de aquel año. En esta prueba me di cuenta que aún era capaz de pilotar bastante rápido en moto, puesto que aquel día rodaba más o menos al mismo ritmo que alguno de los pilotos probadores oficiales de Kawasaki, por ejemplo el recién retirado Pere Riba. De aquella prueba volví a España con un sabor agridulce, porque había disfrutado muchísimo pilotando la Kawa, pero a la vez me daba rabia pensar porqué había tenido tan mala suerte de haberme lesionado y haber dejado la competición.
Fue en 2004 cuando una seria lesión de hombro me hizo dejarlo. A la vez que escribía la prueba para la revista, también conté la experiencia y crónica del viaje a Qatar en un foro de internet en el que más o menos nos conocíamos todos. Aquellas crónicas en internet tenían cientos de visitas, y una de ellas fue de otra persona que ha resultado clave en mi vida. Se trata de Gustavo, «Gus», de EMS Competición en Parla (Madrid). A raíz de haber leído que me sentía capaz de ir tan rápido como cualquiera, pero que estaba limitado físicamente, Gus me propuso apuntarnos al Trofeo RACE de 600 cc, que era menos exigente físicamente que una 1000 cc. Acepté su propuesta, y ganamos juntos ese campeonato, y el castellano-manchego de velocidad en 600 y 1000 en los años siguientes. Sí, en 1000. Porque aunque sigo teniendo esa lesión en el hombro, me preparé físicamente hasta donde pude, y además, las carreras de campeonatos regionales no suelen tener más de 14 vueltas. También conseguimos juntos la primera victoria en carrera oficial en todo el mundo con la BMW S1000RR y con la Ducati Panigale. Hoy seguimos siendo grandes amigos y seguimos dándole vueltas al coco para nuevos proyectos de todo tipo.
Y vuelvo a lo del efecto mariposa del principio. Gracias a Gus, conocí hace unos años, y en una circunstancias muy graciosas, a mi pareja Ángela con quien hoy comparto mi vida y ha rellenado ese hueco que aún estaba vacío. En resumen: Javier Herrero me cogió de colaborador en Formula Moto; gracias a eso me fui a Qatar a probar la ZX-10R; al probarla lo escribí en un foro; al escribirlo, Gus lo leyó y me ofreció correr en su equipo; al correr en su equipo ganamos un montón de cosas y nos hicimos amigos; al hacernos amigos, unos años después, encontré el amor. Bonito ¿verdad?
Me han pasado muchas cosas a raíz de escribir en Fórmula Moto. No tendría espacio para contarlas todas. Pero hay una también muy significativa para mí que quiero compartir. En la presentación de la Aprilia RSV4 Factory en Misano en 2009, conocí al jefe de prensa de Piaggio, Tito Lladós. Hicimos buenas migas, y como supongo que vería que más o menos entiendo de motos y que tengo palique para aburrir, me ofreció retransmitir, con él y con Gonzalo Serrano, algunas carreras de SBK que ese año retransmitían en LA 7 –de Tele 5–. Fue otra superexperiencia que viví gracias a Fórmula Moto. Y curiosamente, el siguiente año recibí una llamada de Gonzalo Serrano, que dirigía los programas Más que Coches y Más que Motos en Tele5 y Energy, para ser el probador de las motos en sus programas, y en eso estuve metido también. Fue gracias a haberle conocido en las retransmisiones, y eso fue al final, gracias a Fórmula Moto. Otra vez, el efecto mariposa. Sólo puedo decir gracias Javier Herrero, gracias Ramón López y gracias a todos los que lo habéis hecho posible, incluidos vosotros los lectores, por haber hecho mi vida mucho mejor.