La electromovilidad cobra importancia en España, segundo país europeo con más motos eléctricas

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la industria de las dos ruedas es conseguir una movilidad menos contaminante. En España, la respuesta llega con la electromovilidad, la cual ya cuenta con una incipiente presencia en la industria de la moto. Y en gran parte esto se debe al auge del motosharing. Podemos presumir de estar a la cabeza de Europa en términos de electromovilidad, tal y como se desprende del estudio Visión Estratégica 2030+ realizado por ANESDOR, en colaboración con la consultora KPMG.

Precios y ofertas de todos los modelos que hay en el mercado

Como detalla el mencionado documento, España es el segundo país europeo con mayor presencia de la electromovilidad. Más concretamente, cuenta con un total de 10.206 motos eléctricas, lo que supone que el 6% de su parque de vehículos de dos ruedas es cero emisiones. En lo que a ciclomotores eléctricos se refiere, nuestro país ostenta la quinta plaza, con un total de 5.189 unidades (un 33% de cuota de mercado).

La electromovilidad avanza progresivamente, pero las ayudas actuales ‘no ayudan’

Las nuevas políticas de movilidad sostenible y las restricciones de circulación a los vehículos más contaminantes han dado paso a un crecimiento exponencial de la electromovilidad. Esto supone una gran oportunidad para España, que ya cuenta con una fuerte posición como fabricante de motos eléctricas en Europa.

En este sentido, en nuestro país los vehículos eléctricos están subvencionados por el Plan MOVES III, y en el caso de las motos, la ayuda es de 1.300 euros, a lo que se suman incentivos autonómicos y locales. Sin embargo, en el caso de la electromovilidad de dos ruedas, hay ciertos aspectos que deben mejorarse con extrema urgencia. Por ejemplo, los ciclomotores cero emisiones no se incluyen en las ayudas y ha quedado demostrado que son la mejor herramienta de transporte sostenible para la ciudad.

Asimismo, el estudio de ANESDOR señala también que “se debería considerar realizar la distribución presupuestaria en función de la cuantía de emisiones por ciudad, en lugar de por parámetros de población, ya que el consumo de vehículos no está alineado con la población Comunidad Autónoma. Otro de los grandes baches de estas ayudas es que no se contemplan para las motos eléctricas más prestacionales.

La patronal propone algunas soluciones. Una gestión centralizada dotaría de mayor eficacia al plan, así como la desvinculación de los propios incentivos al IRPF. Por tanto, se debe seguir trabajando en estas medidas a la par de impulsar el despliegue de los puntos de recarga necesarios para que los vehículos eléctricos de dos ruedas puedan ser utilizados en trayectos más largos.