Éxito del primer encuentro de propietarios de Brixton en España

Aprovechando la celebración del Salón Motorama de Madrid, Brixton Motorcycles ha organizado la primera edición del Brixton Riders United, una reunión de propietarios de motos de la marca para conocerse y compartir una ruta juntos por los alrededores de Madrid. Un evento que supone un importante hito para la marca en España y que ya ha dejado huella en la memoria de los participantes.

La joven marca austriaca cuenta ya con una comunidad Brixton en España, a pesar de llevar apenas cinco años en el mercado. Con motos que van de los 125cc a los 500cc, y con una estética de lo más variada, sus propietarios han podido disfrutar de una cita pensada y desarrollada únicamente para ellos y que respondía a sus propias peticiones: un evento apoyado y empujado por la marca de manera oficial en el que poder reunirse y compartir experiencias y opiniones en la mejor de las compañías y buen ambiente.

Brixton Riders United contó con más de 30 participantes llegados no sólo de Madrid, sino también de otros puntos de nuestra geografía como Barcelona, Navarra o Cádiz. Además, los asistentes al evento pudieron disfrutar de distintos obsequios por parte de la marca, una ruta y atención personalizada, sino que también tuvieron ocasión de compartir la jornada con influencers del mundo de la moto. Encinetti, una motovlogger de éxito en redes sociales ejerció de embajadora de la marca en esta ocasión y acompañó a los participantes en este día tan especial.

La jornada comenzó a mediodía en Motorama Madrid, donde todos los participantes fueron recibidos por los responsables de Brixton Motorcycles en España, y recibieron un kit de regalos. Además, tuvieron ocasión de ver y probar distintas motos de la marca, para después realizar una ruta juntos (en la que estaban representados todos los modelos, de 125 a 500cc) por carreteras de la sierra madrileña, y con una parada intermedia para realizar una foto grupal que sirvió de recuerdo de este día. El colofón lo puso un cóctel en Revival Café al final de la ruta, donde su aparcamiento se llenó de Brixton.