Las mejores motos clásicas para usar a diario: Bultaco Mercurio

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Las mejores motos clásicas para usar a diario: Bultaco Mercurio
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Bultaco siempre destacó por sus motos deportivas, aunque la marca de D. Paco Bultó siempre fue consciente de la importancia de disponer en la gama de una utilitaria fiable y sencilla.

Cuando uno lee cosas sobre la historia de Bultaco llaman la atención muchos aspectos. La pasión por las carreras, por la competición, es parte del ADN de la marca. Desde aquella frase de su fundador, D. Paco Bultó, «Las ventas siguen a la bandera a cuadros», pasando por el propio origen de la marca, donde la decisión de cerrar el departamento de carreras de Montesa (la marca original de D. Paco). Incluso el final de Bultaco, cuyo «canto del cisne» fue la preciosa MK15 de cross. Por todos estos motivos, y muchos más, Bultaco es una de las marcas más pasionales de la historia del motociclismo.

También llama la atención su capacidad de «leer» el mercado: cuando marcas a priori mucho más fuertes (por ejemplo, Lube, el fabricante más grande de la España de los 50, Vespa aparte) no vieron venir el fin de las motos utilitarias en los 60, en Bultaco tenían claro que ese segmento pasaba a un segundo plano y el futuro pasaba por las motos de campo y la moto como ocio.

No en vano, en 1960, un año después de la fundación de la marca, Bultaco tenía en catálogo su famosa Tralla, una deportiva-utilitaria muy acertada; y también las Sherpa N, para el que quisiera -o necesitara- rodar por el campo, e incluso una Sherpa S, en varias cilindradas, adecuada para las primeras carreras de cross. Un caso llamativo de capacidad de acertar por donde va a ir un mercado que cambiaba radicalmente, de las motos utilitarias y meros objetos de transporte, a la moto de ocio.

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Pero durante todos los 60 (y por supuesto hasta nuestros días) la moto no perdió nunca del todo esa función utilitaria. Y en Bultaco sabían que ahí iba a estar una parte importante de sus ventas. Pocos meses después del lanzamiento de su primera moto, la Tralla, se presenta una nueva Bultaco: la 155, muy parecida pero con un depósito de gasolina más grande y más cilindrada, para una potencia parecida. Es decir; más par, para una utilización más turística.

La gama en la marca del dedo rampante creció deprisa. Es otra de esas cosas que sólo se veían en Bultaco: la obsesión por subir todos los gustos. Bultaco pasó de los 200 modelos en sus poco más de 25 años de historia. Aparecieron en aquellos años 60 todo tipo de motocicletas, cubriendo todos los gustos y necesidades. En aquel mismo 1960 se presenta una nueva Mercurio 125. Es una moto económica, con unos acabados simplificados con los que se buscaba fiabilidad y sencillez.

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A aquella Mercurio 125 le acompañó enseguida una nueva Mercurio 155, más potente, pero igualmente económica, versátil y utilitaria. Poco después aparecerá la Mercurio 175, muy parecida, pero destinada a mercados europeos, con un enfoque algo más «GT». En 1966 la Mercurio 155 se moderniza y aparece una nueva versión, con tapas laterales en plástico, líneas más actuales, y un curioso -y hasta bonito- manillar en chapa estampada.

Esta Mercurio estaría en fabricación hasta 1974. También se hicieron unidades (para exportación, principalmente) con el cilindro de 200 cc. Al final de la vida útil se habían construido más de 17.000 Mercurio que hoy día coleccionistas y aficionados llaman Modelo 22; se debe a que en Bultaco, para distinguir unos modelos de otros se usa ese código interno que iba al principio del número de chasis.

En 1974 la Mercurio, que viene de 14 años de éxitos, se moderniza completamente, buscando un público más joven, sin perder el que ya tenía. Recibe una nueva carrocería, con líneas de depósito más modernas y, sobre todo, con un llamativo color amarillo con la palabra Bultaco en grande, en negro, cruzando el depósito. También llega un nuevo motor, que si bien mantiene los 11,7 CV de potencia similares a sus antecesoras, gana un cambio ahora de cinco velocidades contra el anterior de cuatro.

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En 1976 llegará la última de la familia, la Mercurio 175 GT, con colores más serios, intermitentes de serie y un motor algo más grande, con 12,5 CV. Se trata de una moto fiable, con un nombre muy asentado como moto utilitaria, tan económica y polivalente como siempre, que estará en fabricación hasta el año 84, con un éxito relativo: 2.500 unidades. En el debe, fue una moto que no supo modernizarse todo lo que hubiese sido deseable: la horquilla y los amortiguadores, con funda, al estilo años 60, sin duda, debieron actualizarse.

¿Cómo es restaurar una Bultaco Mercurio?

Restaurar una Mercurio es una labor agradecida. Siendo una de las Bultaco de más éxito es fácil conseguir unidades sin mucho problema, en el estado que te interese. Quizá una 155 amarilla (poco más de 1.000 unidades fabricadas) y, por supuesto, una de las escasas 175 antiguas o 200 sean más difíciles de encontrar y caras de adquirir. Las piezas son sencillas de encontrar casi todas (no tanto, por ejemplo, la carcasa metálica de la corona) y no excesivamente costosas. Además, existe mucha documentación al respecto.

Bultaco Mercurio 175 GT 1976 c

Llevarlas en el día a día también es agradable. Son motos muy ligeras y ágiles, con buenas prestaciones (para lo que eran, no nos llamemos a engaño) y sobre todo un comportamiento sorprendentemente bueno de chasis o frenos, si se encuentran en buen estado. Son motos muy fiables a poco que las cuides: las carburaciones y fiabilidad del motor son totales. Lo más delicado de la época, el encendido por platinos, es bastante sencillo de modificar hoy día sin perder «la gracia» de la moto. Todo sea dicho, un mecánico «de los de siempre», que conozca estos motores, te dirá que esos platinos, bien mantenidos, duran una vida.

En cuanto al carnet que necesitas para llevar una Mercurio tienes dos posibilidades: con carnet de coche (o A1) puedes llevar sólo aquella 125 fabricada desde 1960 a 1966. Se hicieron muchas, por lo que no es una moto cara. Para todas las demás, independientemente de su potencia (oscila de los poco más de los 11 CV de la 155 de primera serie hasta los 20 de las raras Mercurio 200) necesitarás el carnet A2 que habilita para conducir motos de más de 125 cc y hasta los 47 CV.