Victory Octane: cruiser supersport

Hasta 2015, Victory contaba en su catálogo con una gama basada únicamente en el equipamiento de un propulsor V-Twin de 1.731 cc. Para 2016, y aprovechando la experiencia de su serie hermana Indian con la gama Scout, con la Victory Octane se adentra en ámbitos de menor cubicaje, aunque sin perder el espíritu sport que domina en gran parte de sus alternativas.

De este modo nace la Victory Octane, una auténtica «musclebike» con todo lo necesario para convertirse en la referencia deportiva de la firma, no solo como su representante de menor cilindrada como escalón de entrada a la marca estadounidense. De los 1.731 del resto de la gama se pasa en la Octane a un bicilíndrico de 1.179 cc. Además, los 50º de ángulo entre cilindros se convierten en ésta en 60º. Se trata de un desarrollo derivado de la Victory Project 156 que compitió en la mítica subida Pikes Peak 2015. Como es norma en la firma, cuenta con culatas de 4 válvulas, doble árbol de levas en cabeza y refrigeración líquida. Se declara una potencia máxima de 104 CV y 103 Nm. ¿Prestaciones? Devora los 400 metros en 12 segundos y acelera de 0-100 km/h en apenas cuatro segundos.

Victory Octane: cromados no, gracias

También en la parte ciclo se mantienen las premisas fundamentales de todo modelo Victory. El chasis es una estructura de aluminio, destacando unas geometrías de 1.577 mm entre ejes como demostración de sus intenciones más deportivas. La llanta delantera de 18″ se combina con una trasera de 17″, ésta con un neumático de medidas contenidas (160 mm de anchura).

Su diseño estético es pura esencia. Presenta muy pocos elementos cromados, prevaleciendo la terminación en negro. El asiento es monoplaza, de solo 658 mm de altura y destaa su carenado tipo «bullet». Su precio se sitúa a partir de 13.200 €.