Es tradición que Vespa presente sus novedades en Roma, ¡cómo no!. Para la nueva motorización con culata de tres válvulas de las gamas S y LX, no iban a cambiar esta costumbre, así que nos hemos ido hasta la capital de Italia y hemos visto y probado ambas versiones de la Vespa de carrocería pequeña.

Presentación mundial: motor 3V para Vespa LX y S 125

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Presentación mundial: motor 3V para Vespa LX y S 125
Fórmula Moto
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Vespa LX 125 3V_1

A poco que seas conocedor de la historia Vespa, sabrás que, desde hace muchos años, su gama se divide en dos carrocerías, una más grande para cilindradas 125 y superiores y otra, de menor envergadura, para 125 cc y 50 cc (y 75 cc cuando esta cilindrada existía). Y sigue siendo así hoy día, con el añadido de que en las grandes (gama GTS) se emplean motores refrigerados por agua y culatas de cuatro válvulas, mientras que con la 125 cc en versión de 15 CV y en las pequeñas (gamas S y LX) se usaban motores de aire y culatas simples de dos válvulas.

Es este motor el protagonista de la última presentación de Vespa, su novedad más importante, permaneciendo el resto del scooter con modificaciones menores, tales como la alfombrilla de goma central, entre otros remates.

Novedad absoluta

Pero el motor es una novedad total. Con nuevo cilindro y cigüeña, diferentes cotas de diámetro por carrera y un sistema de refrigeración por aire forzado completamente rediseñado, las nuevas Vespa destacan por el uso de una culata de tres válvulas (dos de admisión y una, más grande, de escape) y distribución SOHC, con rodillos y cojinetes en el árbol de levas y balancines para minimizar perdidas por rozamiento.

Al mejorar esas perdidas y la respiración del motor gracias a las nuevas válvulas, el nuevo motor Vespa mejora las cifras de par y potencia de forma sustancial, pasando de 9.6 Nm a 6.000 rpm a 10.7 Nm a 6.500 y de 10.3 CV a 8.000 rpm hasta los 11.6 CV a 8.250 rpm. Con estos nuevos datos, las Vespa, tanto S como LX (es la misma moto con distintos recursos estéticos) mejoran sus prestaciones, aunque a falta de medición de resultados hay que confiar en las sensaciones que transmite. Y según éstas, acelera mucho más deprisa que sus predecesoras de dos válvulas, mejorando así su agilidad en el tráfico urbano, principal -destino- de estos scooters.

Sigue siendo un gran scooter ciudadano: compacto y muy ágil, gira bien y las suspensiones tienen un tarado acertado, buen compromiso entre agarre y comodidad en el  -agujereado- suelo romano. Los frenos, a pesar del tambor trasero que siguen llevando, actúan con prontitud y buen tacto, pero es el motor el protagonista de los cambios de esta Vespa, ahora más rápida y con una respuesta al gas muy contundente, sorprendente incluso, en un motor de 125 cc de menos de 12 CV. De hecho, sobre suelo resbaladizos o con poco agarre, requiere cierta precaución: el variador abre pronto y el buen par motor disponible empuja fuerte a la Vespa desde muy bajas vueltas. Si ya era rápida en estas lides, ahora será -la reina de los semáforos-, algo muy apreciable en ciudad.

Pero es en el consumo y en la economía de uso donde Piaggio ha querido reforzar las capacidades de la Vespa. Para ello se han distanciado los mantenimientos hasta los 10.000 km, mientras que en el apartado de consumos anuncian unos impresionantes 55 km por litro de combustible, a una velocidad media de 50 km: o lo que es lo mismo, 1,8 litros cada 100 km.

 

Vespa S 125 ie