Moto Morini Corsaro 1200 ZZ: exclusivo es poco
La legendaria marca italiana ha sido víctima de vaivenes comerciales constantes desde los años 80 hasta hoy día. En la actualidad, su propietario, Ruggeromassimo Jannuzzelli, la ha reestructurado como una especie de boutique, con motos artesanales a petición de cada cliente. «Somos el único fabricante del mundo que fabrica sus propios chasis y motores, y están hechas a mano«, afirma con orgullo, «y con el 99% de los componentes made in Italy«. Cada moto es ensamblada por una única persona cuyo nombre queda inscrito en la moto. El objetivo es fabricar como máximo 400 unidades al año en 2020 y vendiéndose en concesionarios, no solo en internet como ha ocurrido durante los últimos años.
Todo este proyecto ha obligado a fuertes inversiones para poner al día el V-Twin a 87º de 1.137 cc denominado CorsaCorta que estrenó la primera Corsaro lanzada en 2006. Ahora se adapta a la Euro 4 y se ha acompañado de una profunda revisión estética obra de Rodolfo Frascoli, integrante de Marabese Design durante 13 años e integrante de desarrollos como las Moto Guzzi Griso, Norge o Stelvio. En el apartado técnico, el responsable es Massimo Gustato, quien trabajó previamente en Bimota en las versiones DBX, BB3, Tesi y DB9 Brivido. Algo sabe de modelos fabricados en pequeñas series…
En Italia se vende a un precio de 20.150 €, incluyendo el impuesto allí vigente del 22%. En los alrededores de la fábrica situada en Trivolzio, cerca de Pavia (Italia), he tenido la ocasión de probar la Moto Morini Corsaro 1200 ZZ junto con Massimo, quien me ha demostrado que, además de la tecnología, domina la conducción deportiva en carretera abierta…
«Morinista» convencido
Como sabrás si sigues mis artículos desde hace tiempo, soy un «morinista» empedernido. En 2006 me compré el primer modelo Corsaro 1200 y cuando supe que la fábrica iba a cerrar en 2010, adquirí otra unidad al importador español de la marca entonces (Proeuropa, en Madrid) para garantizarme que no iba a quedar sin repuestos. Todos los que la han probado comentan lo bien que lo pasas a sus mandos. Y tras 35.000 km, solo he tenido problemas con la instrumentación, que no se lleva muy bien con el húmedo clima británico…
Por tanto, puedes abrir gas a tope en sexta a 2.200 rpm, porque el motor CorsaCorta de la ZZ empujará duro y con fuerza de una forma totalmente lineal hasta las 9.300 rpm del corte de encendido y sin que la transmisión sufra. Esta respuesta no es habitual en motores de carrera corta, en los que esperarías tener que subir mucho de vueltas para alcanzar este nivel de prestaciones. Aunque efectivamente le gusta rodar alto de vueltas (su creador Lambertini me dijo que era capaz de subir hasta las 13.000 rpm sin problemas, ¡con un piston de 107 mm de diámetro!), es capaz de rodar con contundencia en tráfico urbano, para luego dar rienda suelta a tus instintos más oscuros haciendo caballitos en tercera con solo girar el puño…
Este motor tan flexible y adaptable, así como potente, significa que no te obliga a usar la caja de cambios tanto como creerías en un motor de cotas internas como éste. Esta Moto Morini es feliz rodando entre 4.000 y 7.000 rpm, aprovechando la zona buena de par en tercera o cuarta, sobre todo en carreteras de muchas curvas y pocas rectas.
Mundo analógico
La distancia entre las tres marchas más altas se sitúa entorno a las 1.200 rpm. En una moto con ésta no es necesario diseñar un sistema de relaciones cerradas (su cambio es extraíble). Tan solo tienes que apuntar y acelerar. En cierto sentido es una pena, porque el funcionamiento del cambio es excepcional, digno de la mejor japonesa. Lástima que no tenga un sistema semiautomático, ya que todavía no dispone de acelerador electrónico.
No obstante, cuando tumbas y después das gas sobre asfaltos en pésimas condiciones como las que te encuentras en las carreteras de los márgenes del río Po, echas de menos un control de tracción. Afortunadamente, pronto será equipamiento de serie y también estará disponible para ser instalado en los modelos anteriores que equipan este motor. Aparte de esto, no hay intenciones de convertir la Corsaro en un dechado de tecnología electrónica, siguiendo la teoría de que «mejor cuanto más simple».
El ABS ya obligatorio funciona muy correctamente. No corta la frenada demasiado pronto o de forma abrupta, y cuando entra en acción lo hace de forma adecuada, un plus en carreteras como las que te comento. Sobre buen asfalto, las pinzas radiales Brembo son una joya y las ayuda un embrague antibloqueo APTC que deja un buen margen de retención al reducir marchas. El accionamiento del embrague es más duro que en mis motos, supongo que por el mayor par de la ZZ. Además, el final del recorrido es más brusco, lo que hace que sea fácil calarla cuando ruedas a baja velocidad hasta que no te acostumbras. Y olvídate de utilizar un solo dedo.
El acelerador sí permite girarlo con suavidad. Los cuerpos de inyección de 54 mm ofrecen una primera respuesta desde cero controlable a partir de 3.000 rpm para salir con solvencia de las curvas más cerradas y su «mapping» está muy logrado. Esta confianza que te da el acelerador se maximiza gracias al agarre del Pirelli trasero y de un reparto de pesos del 53/47%, sin olvidar la calidad de la nueva horquilla Mupo. Ofrece un recorrido de 135 mm y destaca frente a las Marzocchi hasta ahora empleadas en todas las Morini, bastante más duras de muelle. De este modo, puedes rodar confortablemente en carreteras que no están en perfecto estado mientras mantienes tercera o cuarta rodando entre 4.000 rpm y 7.000 rpm, aprovechando además la palanca de su manillar de una pieza para llevarla de un lado a otro sin esfuerzo. Divertida divertida.
La Moto Morini Corsaro 1200 ZZ enamora
El asiento de 860 mm será un poco elevado para los pilotos de menor talla, pero la marca ofrece una medida inferior como accesorio. Junto con el manillar Accossato, derivado de su modelo Scrambler, dibuja una posición de conducción erguida y confortable. Las estriberas están situadas a la perfección, lo bastante altas para evitar que roces con la botas, pero sin obligarte a flexionar en exceso tus rodillas. Éstas quedan encajadas de forma ideal en el depósito de aluminio para ofrecer un óptimo control al sentirte uno con la moto. A pesar de su elevado asiento, te sientes integrado con ella, y no colgado ahí encima. Con mi 1,80 m, puedo llegar con ambos pies al suelo sin dificultad.
Es difícil no quedar impresionado por el comportamiento de la nueva Moto Morini Corsaro 1200 ZZ tras pasar un día completo de ruta con ella. La razón principal es la respuesta tan flexible y complaciente de su motor CorsaCorta, tan rápido como amistoso. Unido a su excelente manejabilidad, buena dirección, prestaciones decentes y una posición de conducción erguida, no puedo más que calificarla como una moto para cualquier estación del año y para cualquier propósito.
Moto Morini es una legendaria marca italiana, a día de hoy, por fin, con cero deudas. Sus responsables no quieren vivir solo de la historia, sino que apuestan por motos válidas para el estándar actual y con un componente de excelencia muy marcado. Llámalo personalidad, pero te garantizo que son motos que te enamoran.