Averías eléctricas en moto: qué herramientas básicas necesitas para arreglarlas

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Averías eléctricas en moto: qué herramientas básicas necesitas para arreglarlas
Fórmula Moto
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Para solucionar un pinchazo supongo que llevas en tu moto un "kit" de reparación, y el juego de herramientas original ayuda en caso de problema, pero... ¿qué necesitas tener a mano si surge un problema eléctrico?

Antes de nada debemos distinguir dos tipos de averías eléctricas: las que aparecen de repente, y otras que, en muchos casos, son cosas que podríamos haber prevenido con un buen mantenimiento, es decir, que habremos tenido «avisos» o señales que bien interpretadas, y corregidas, nos evitan quedarnos tirados en el peor momento.

Sorpresa, sorpresa

La avería eléctrica número uno impredecible por naturaleza es que se nos funda una bombilla. El asunto puede ser muy leve, incluso intrascendente, si es una bombilla muy poco crítica, como una de las del cuadro de instrumentos (que quedará en penumbra), o la de posición delantera (que al llevar cortas o largas puestas apenas se aprecia).

Pero si es un intermitente ya va tomando importancia: al fallar una bombilla la intermitencia funcionará mal, aparte que en ese punto no tendremos aviso luminoso para quien nos rodee. Y si es el piloto trasero, ya sea la de posición o la de freno, la cosa se va poniendo fea porque podrían alcanzarnos por detrás (el peor golpe), por no hablar del problema que puede ser quedarse sin luz del faro si circulamos por zonas poco o nada iluminadas.

Faros Led

¿Cómo se arregla eso? Pues está claro: cambiando la bombilla correspondiente. Los cada vez más habituales faros y luces LED evitarán este problema en buena parte, porque no se funden (no hay un frágil filamento incandescente), aunque no están libres de sufrir algún mal contacto (de difícil solución y menos fuera de casa o el taller).

Ya no es obligatorio llevar recambio de bombillas en la moto (lo fue) pero sí es recomendable tener siempre guardadas en algún hueco o bajo el asiento por lo menos una bombilla de piloto trasero (en muchos casos es combinada posición/freno con dos filamentos) y una de faro: en el manual tendrás el tipo (posiblemente H4 o H1) y conviene también mirar si es fácil cambiarla o tiene mucho «truco», para sabérselo de cara al día (llegará tarde o temprano) en que nos haga falta cambiarla.

Averías eléctricas en la moto: cómo solucionarlas

Además de las bombillas en el circuito eléctrico de una moto hay otra cosa que puede fundirse: los… ¡fusibles! Por eso se llaman así. Su función es proteger el sistema de sobrecargas debidas a algún problema, y tienen margen para no fundirse si no es necesario: si uno se funde, y no estabas tocando cables provocando un posible cortocircuito, es que algo no iba bien. Por eso jamás debes reemplazarlos por otro de mayor amperaje (están marcados y llevan código de color además: 5 Amperios, 10A, etcétera), so pena de que el daño se extienda.

Es bueno saber dónde lleva nuestra moto sus fusibles, y qué controla cada uno: de nuevo el manual del propietario es tu amigo, recomiendo verlo, identificar o localizar la cajita en la moto, y anotar con un rotulador permanente qué controla cada fusible (luces principales, encendido, etcétera).

Medir es prevenir

La avería eléctrica por excelencia es que la batería de la moto esté descargada o tan baja que sea incapaz de arrancar la moto. A la mayoría esto les sorprende algún día por la mañana o después de una temporada sin usarla, pero… en todos los casos es algo que podría haberse prevenido, midiendo antes.

La batería acumula energía durante la marcha, y la libera en el arranque. Pero las baterías no son perfectas, a medida que envejecen van reteniendo menos carga, y si por el motivo que sea (nos hemos dejado la luz de posición puesta por ejemplo) se ha descargado mucho, aunque la carguemos (cargador) ya no recupera su plena forma (cada descarga profunda le hace perder mucha capacidad).

Voltimetro Bateria

¿Cómo conocemos la «salud» de nuestra batería? A «oído» se aprecia que le cuesta más arrancar la moto por la mañana (en frío), pero si la medimos con un voltímetro veremos que, si está en 12’6 V o algo más, está muy bien (90 por ciento o mejor), hasta 12’2 V es aceptable, y por debajo de eso (menos del 50 por ciento) hay que preocuparse. Con el motor en marcha, si medimos en sus bornes menos de 13’5 V es que el alternador está mal y no puede con el sistema, y si hay más de 14’5-15V el regulador no está queriendo quemar el circuito eléctrico…

Llevar encima un polímetro/voltímetro no es muy práctico, aunque hay algunos interesantes en tiendas especializadas en forma bolígrafo o puntero dedicados a esto. Si a veces tu moto pasa temporadas sin uso, te recomiendo montar un testigo del estado de la batería: es un LED con un pequeño circuito que se conecta a la batería, lo dejas a la vista (ideal en la zona del cuadro para verlo en marcha), y cuesta apenas 10 o 15 euros en eBay o tiendas dedicadas.

A motor parado indicará voltaje de batería: verde intermitente es «ok», amarillo es que conviene cargarla aunque seguramente arrancará, rojo es que la cargues cuanto antes, y apagado es que quizás ya ni cargándola se recupera. A motor arrancado (en marcha) se queda en verde fijo (cargando bien), amarillo si no carga bastante (a veces al ralentí), y si ves rojo fijo es que el regulador ha hecho de las suyas y hay sobrevoltaje: cuidado porque la batería «caerá» primero y si sigues en marcha empezarán a fundirse bombillas o cosas peores.

La mayoría de motos tiene la batería bastante accesible, pero en algún caso no lo es tanto, y en algún scooter está realmente escondida (el Yamaha Tmax hasta la última versión por ejemplo). Cuando no está a mano un indicador de estos es muy útil, y ya que estás interesa montar unos cables con un conector remoto para poderla cargar -o ayudar- si es necesario.

Un poco de MacGyver

cinta americana

Es decir, que para salir de un problema eléctrico (o prevenirlo) conviene tener en la moto un par de bombillas (faro y piloto trasero), algún fusible, y un comprobador de batería (instalado tipo LED, o portátil tipo puntero buscapolos).

¿Algo más? Pues sí: un rollo de cinta aislante siempre puede ser útil, no sólo por si necesitamos hacer alguna reparación o chapucilla con algún cable (raro en motos modernas, pero nunca se sabe) sino porque puede venir bien para sujetar alguna pieza que por lo que sea lo necesite: caída en parado, tornillo perdido, incluso amigo de lo ajeno inoportuno. Eso, y una navaja multiuso, son cosas que uno debe llevar siempre encima en moto por si acaso: recuerda que aunque tú no sepas en un momento dado sacarles provecho, siempre puede aparecer algún alma caritativa (o reencarnación de MacGyver) que sí sepa y pueda ayudarte.