Seguridad en moto: un asunto que nos afecta a todos

La seguridad en moto es un asunto delicado que nos afecta a todos. Un aspecto que no pasa desapercibido en los estudios y que pone de manifiesto la especial sensibilidad del conductor de moto en relación al estado de las carreteras.

Solo la conducta de otros usuarios de la vía causa mayor inquietud entre el colectivo de motoristas. Así, el 46% manifiesta sentir inseguridad ante la conducción del resto de vehículos, mientras que el peligro provocado por el estado de las infraestructuras es el siguiente motivo de preocupación, agrupando al 44% de los encuestados.

En este particular, y preguntando acerca de la idoneidad del número de guardarraíles diseñados específicamente para minimizar los daños en caso de accidente del motorista, el colectivo de conductores afirma inadecuado el número de este tipo de protecciones desplegado por las vías por las que habitualmente transita. Así lo afirma el 90% de los usuarios preguntados.

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Asfalto urbano en condiciones precarias

Otra de las habituales reivindicaciones por parte del colectivo de conductores de moto y scooter, el estado del asfalto en ambientes urbanos, también es motivo de preocupación. Nada menos que el 66% de los encuestados señala como no adecuado el mantenimiento del asfalto por el que suele rodar, frente al 31% que sí está de acuerdo con el estado del mismo.

Otro aspecto que llama la atención del estudio señala a los cruces como principal motivo de preocupación en cuanto a la realización de una maniobra peligrosa, englobando a un 51% de los preguntados sobre este particular. Le siguen por este orden la trazada de una curva con el 27% de las respuestas y el adelantamiento a otro vehículo con el 22%.

Si bien puede interpretarse como un momento de máxima incertidumbre el hecho de acercarse a un cruce, no lo es menos que el orden de prioridades debe estar siempre claro y ser directa y rápidamente interpretado por el conductor; pero incluso con todo ello, si añadimos otro aspecto, el de la creación de rotondas para evitar precisamente los conflictos que pudieran generar abordar un cruce, si el conductor no es capaz de aplicar las normas estipuladas para tal fin, el resultado es el que figura en la propia encuesta. Algo que no evita ni elude el problema intrínseco derivado de las maniobras exigidas en cada situación, relacionando además la cantidad de tráfico, condiciones climatológicas, etc.

En cuanto al temor por trazar curvas, pone una vez más de manifiesto la falta de preparación del conductor de moto en cuanto a la adquisición de tácticas y experiencia, durante el proceso previo de aprendizaje en las técnicas de conducción. Un momento ad hoc para reflexionar sobre la idoneidad de cursos de conducción enfocados hacia aspectos concretos, como el indicado, o generales en busca de la proximidad en el manejo entre piloto y máquina, o dicho de otro modo, lo que no se desarrolla al completo en las autoescuelas.

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Atascos entre coches o arcén

La encuesta también hace referencia a la circulación del motorista en pleno atasco durante el acceso a la ciudad, o dentro de la misma. Ante la ausencia de arcén y con la única opción de avanzar entre coches o quedarse en el propio carril tras los mismos, el 51% de los encuestados decide lo primero frente a lo segundo, mostrando un descenso respecto a la misma pregunta formulada el pasado año de un 45% entre aquellos que deciden quedarse esperando como un coche más. Ahora bien, en caso de disponer de un carril bus, el 25% lo aborda para continuar su recorrido.

Mientras tanto, aquellos que acceden a una población atascada con posibilidad de usar, bien el espacio entre carriles de coches, bien el arcén, son mayoría los que se decantan por esta última opción, en concreto un 56% de los conductores de moto. Aquellos que recelan de usar este espacio lo hacen, en su gran mayoría, por no ser legal (61%), pero también porque es peligroso (46%) o puede estar sucio, con riesgo a una caída por falta de agarre o sufrir un pinchazo (22%).