Prueba Macbor Montana XR5: Trail auténtico para el A2
Si analizas el catálogo de motos trail que se venden hoy día, verás que esta categoría se ha convertido casi en un "cesto" donde caben infinidad de estilos de moto que solo tienen en común sus neumáticos más o menos mixtos. Entonces, ¿cómo es una trail de verdad hoy día? Pues, como la Macbor Montana XR5.
Motos con ruedas mixtas, que presumen de poder salir del asfalto, aunque sea un porcentaje mínimo de su tiempo, hay muchas. Desde naked sport con un carenado, manillar alto y neumáticos mixtos hasta verdaderas enduro que han sido suavizadas para poder ser usadas por la calle. También desde motos retro reconvertidas a «Scrambler» con neumáticos con tacos hasta trialeras a las que han puesto un asiento para que no tengas que ir de pie.
Pero lo cierto es que muchas de ellas son bastante poco trail, si quieres entrar en el significado más estricto de la palabra, ese que se empleaba hace cuarenta años. Me refiero a motos capaces de rodar de forma eficaz en el asfalto y en el campo. Aquellas Honda XL, Yamaha XT o Suzuki DR, entre otras, sí cumplían con esa premisa y su capacidad las convertía en motos muy polivalentes. Las podías utilizar en tus desplazamientos diarios, salir un fin de semana de viaje por carretera y al siguiente salir con tus amigos de las motos de enduro por caminos y monte. Pero aquellas motos derivaron en otras como las Varadero, V-Strom y compañía y comenzaron a especializarse más en asfalto que en off road. Y, salvo algunas excepciones, ahí seguimos.
Por otro lado, en esta historia condensada de la evolución de las trail apareció el nuevo carné A2. Se replicaron las motos de cada categoría para cumplir con las condiciones impuestas por la ley para esta nueva categoría y, dentro de las trail aparecieron motos de todos esos estilos. Pero tienen una ventaja sobre las del carné A: son más ligeras y compactas y eso, quieras que no, facilita el doble uso de la moto.
Aun así, Kawasaki Versys X-300, Honda CB 500 X o Voge 500 DS son motos que derivan de motos de carretera, que con un peso contenido van bien por un camino. Tienes modelos como las Honda CRF 250 L o Rally, Montesa 4Ride o Fantic Caballero que son o bien motos de campo civilizadas o retro muy vestidas para ese uso y que pueden salir por el asfalto. Y luego auténticas trail, que buscan ese uso polivalente. Las KTM Adventure 390, BMW G 310 GS son buenos ejemplos. La Royal Enfield Himalayan, con sus líneas retro, también se engloba ahí. O la Benelli TRK 502, sobre todo en su versión X, si bien su obsesión por parecer una maxi trail en tamaño si la penaliza algo fuera carretera del asfalto.
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La española Macbor ha dado en el clavo totalmente con la Montana XR5.Si te fijas, por carrocería, carenada o por motor bicilíndrico, se parece más a las primeras, a las más asfálticas, pero sorprendentemente es una moto bastante «50/50», porque en el campo también va sin problemas. Y es una de las pocas bicilíndricas que puede presumir de eso, con la ventaja en prestaciones que esto representa después, cuando regresas al asfalto. Resulta una moto muy polivalente y muy bien pensada en sus detalles, para ser una auténtica trail que puedes usar como aquellas auténticas trail, todos los días en la ciudad y, los fines de semana, a elegir entre campo o carretera.
CÓMO ES LA MACBOR MONTANA XR5
Esa polivalencia, esa capacidad de transformarse de moto de carretera a moto de campo y viceversa, es simplemente cuestión de detalles, de plantearse muy bien cada uno de los componentes de la moto.
Como ya sabrás, Macbor es una marca española completamente. Cumple ya más de 20 años de historia desde que sus fundadores, los hermanos Bordoy, la crearan para fabricar sus propias motos off road infantiles. Ahora, fuera ya de ese nicho de mercado, es una marca que ha tenido bastante éxito en estos últimos años con una completa gama de 125 y con la trail MontanaXR3 250. Ahora se introducen en este segmento. Lo hacen con toda esa experiencia, más la que aporta su larguísima historia como importadores y distribuidores de un sinfín de marcas. Y también con el no menos importante bagaje de un grupo de personas que integran esa organización -incluyendo a los propios hermanos y todos sus colaboradores- como pilotos, aficionados y apasionados de la moto en general, algo que se aprecia claramente en la Macbor Montana XR5.
Lógicamente (hoy día es prácticamente imposible hacerlo de otra forma) la moto se fabrica en China bajo las directrices de sus responsables en nuestro país, donde también se eligen los componentes y definen la calidad que desean en esos componentes. Macbor, como las marcas más importantes, tiene allí desplazado su propio personal para comprobar «in situ» cómo se hacen las cosas. Es básico el hecho que la moto se haya definido por el equipo propio de Macbor. Prueba de ello son los varios «cadáveres» (como ellos mismos los definen) de motos prototipo que desarrollaron y no pasaron la criba del nivel exigido por su equipo para su moto. Al final, la que ves, la versión definitiva, sí pasó esa criba. Y esa experiencia que te digo de la que disponen como pilotos profesionales y apasionados de la moto se aprecia en muchos detalles de la moto.
Precios, ofertas, fichas técnicas e imágenes de todas las MOTOS TRAIL PARA EL CARNÉ A2 del mercado
El chasis está construido en un acero especial, un 15% más ligero pero un 40% más resistente que el estándar. Emplea un basculante de aluminio y muchos detalles en este material, como llantas y bujes, manillar, tijas de dirección, estriberas y pedales, parrilla trasera y pata de cabra lateral. Así se consigue un peso en seco de 179 kilos en una moto bastante compacta, con el asiento a 840 mm del suelo. Las suspensiones, básicas en una moto que tiene que valer en todo tipo de terrenos, son KYB, con horquilla invertida de 41 mm regulable en precarga, extensión y compresión, y monta un amortiguador trasero progresivo sobre bieletas con los tres reglajes también y recorridos suficientes, de 195 y 210 mm de recorrido, respectivamente. Las llantas de radios son Akront y los neumáticos Metzeler Tourance, de muy buen funcionamiento tanto en el asfalto como fuera de él.
Los frenos, firmados por Nissin, exhiben dos discos ondulados de 300 mm delante y un trasero de 240 mm, estando vigilados por un ABS de tres modos de funcionamiento, con posibilidad de llevarlo en las dos ruedas, solo delantera o completamente desconectado. Como ves, todos los componentes se han elegido de forma cuidadosa y de ahí el gran resultado obtenido.
Tampoco se ha descuidado el equipamiento. Incorpora cúpula regulable en dos posiciones (con herramientas, ya que necesitas una llave «allen»), cubre manetas, estribos con goma desmontable, caballete central, cubre cárter, barras laterales, manetas regulables en distancia e iluminación con faro LED. El cuadro está formado por una parte digital y un cuentavueltas analógico. En la parte digital lees (aunque algunos detalles son pequeños y no muy legibles) kilometrajes y velocidad, marcha engranada, consumos, selección del ABS y del modo de motor y hasta un altímetro. Otros detalles a destacar en el cuidado del diseño de esta moto son los ejes de basculante y ruedas huecos, para conseguir el menor peso posible o los rodamientos de agujas sobre los que se montan los pedales, para el mejor tacto de mandos.
Y he dejado el motor para lo último, pero no por ello deja de ser quizá lo más importante de la moto. Es de origen Loncin, básicamente el mismo que encuentras en modelos como la Voge 500 DS. Es un propulsor basado muy de cerca en el Honda CB 500, un bicilíndrico con culata de ocho válvulas con dos árboles de levas. Se monta inyección electrónica Bosch, y lleva selección de dos mapas de potencia (Sport y Safe). Entrega 47 CV a 8.500 rpm, con un par de 43 Nm a 7.500 rpm. Y como veremos, es una magnífica elección para esta moto.
CÓMO VA LA MACBOR MONTANA XR5
No hace todavía mucho tiempo desde que probé la Macbor Montana XR5 por primera vez. Te lo conté entonces, en la presentación, y si lo has leído verás que la moto me convenció. Es de esas motos que tienes que probarla para convencerte, porque sobre el papel y vistas las fotos parecía cara. Queda por encima de las Benelli TRK 500 y Voge 500 DS, sus dos rivales más directas junto con la Honda CB 500 X. Lógicamente, cuando ves acabados y equipamiento, ya no resulta así. Pero sucede una cosa interesante. Cuando pruebas una moto en una presentación, las marcas no son tontas y te llevan a las carreteras justas o al camino ideal para la moto que presentan. Y a veces, cuando pruebas la moto después en tu «terreno de juego», en tus carreteras y caminos, donde tienes la referencia de otras motos, la cosa cambia. La Macbor Montana XR5 no solo aprueba esta revalida, sino que sube nota.
La presentación de la Macbor Montana XR5 fue por carreteras catalanas reviradas y de paisajes preciosos, con un camino de 10 km, con bastante piedra suelta, revirado y no muy recomendable para ninguna moto que no sea puramente enduro. La prueba, por «mis» carreteras de la sierra de Madrid incluían algún tramo de autovía para llegar allí y zonas más rápidas, así como alguno de «mis» caminos de tierra dura con placas de arena suelta y cárcavas cruzadas. Si en aquellos caminos de piedra suelta (que no me gustan nada) me convenció, en los míos me ha sorprendido más todavía.
Allí probé con el asiento bajo opcional. Con mi 1,65 m de alto llegaba muy bien y eso, en caminos de los que no te gustan, ayuda. Aquí no tenía ese asiento y aun así me apañé bastante bien. Es estrecha donde bajan los pies y no se nota pesada, lo que da confianza a la hora de encarar un paso complicado. Las suspensiones, de calidad, ayudan mucho a tener buenas sensaciones. La «magia» de los Metzeler Tourance, con buen agarre en el campo, también.
En el asfalto la moto está también a un gran nivel. Las suspensiones, de calidad una vez más y esos mismos neumáticos, cuya magia consiste precisamente en darte agarre y buen tacto también en el asfalto, siguen marcando la diferencia en una moto que, además, tiene frenos sobrados. Eso permite llevarla rápido, al más puro estilo deportivo y de forma similar a como harías con una naked sport.
Asimismo le importa poco el estado del asfalto. En este sentido es una trail auténtica. En la autovía mantienes un ritmo adecuado con toda comodidad, con un buen asiento y suficiente protección aerodinámica. Y lógicamente, una moto capaz de rodar bien por fuera y por dentro de la carretera, que se siente ligera y ágil, también es muy adecuada en la ciudad. Una auténtica trail. ¿Te lo había dicho antes? Como las de antes, pero con soluciones de ahora.
LO MEJOR
-Comportamiento en campo y carretera
-Detalles cuidados
-Polivalencia absoluta
MEJORARÍA CON
-Cuadro poco legible en algunos detalles
-Regulación de la cúpula requiere herramienta
-Caballete central con poca palanca para subirla
ASÍ VEMOS LA MACBOR MONTANA XR5
En carretera: 5
En ciudad: 5
Pasajero: 5
Confort: 5
Equipamiento: 3
Autovía: 4
(Puntuación de 1 a 5)
La Macbor Montana XR5 puede convertirse perfectamente en la referencia del segmento de las trail para el carné A2. Es una bicilíndrica de 500 cc y 47 CV, el tope de la categoría, pero es ligera y se siente como tal. Con suspensiones de gran nivel, unos neumáticos de primera y una definición de componentes muy bien hecha, la moto está en el campo o en ciudad muy cerca de las más ligeras monocilíndricas, mientras que en la carretera se encuentra también entre las mejores de su categoría. Cómoda tanto para uno como para dos, el equipamiento también es acertado, aunque detalles como el caballete central, con palanca justa para subir cómodamente la moto, o el cuadro, con algunos ítems un tanto pequeños, son mejorables.
Fotos: Miguel Méndez
Más información de la Macbor Montana XR5
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