En recuerdo a Carlos Domínguez
CARLOS, «Amic Motorista de Sempre», nos has dejado en silencio, sin molestar, ni apenas lamentarte.
Combatiste hasta el final «la enfermedad maldita» y disimulabas sus perniciosos efectos, para no preocupar a los amigos que, en las comidas de cada martes, te rodeaban. Luchaste con tesón hasta el final.
Te recordamos como el creador de una tertulia escrita para la revista Fórmula Moto y en la que el resto de los tertulianos atendíamos con entusiasmo sobre aquellas estrategias de carreras que sólo los verdaderos amantes de nuestro deporte del motor son capaces de vislumbrar. A menudo te quejabas, medio en broma, medio en serio, de nuestra ignorancia motorista y nos reñías por no haber leído tus brillantes artículos que «casi» eran de obligada lectura, para poder opinar sobre las carreras del Mundial de Motociclismo. El comentario más certero siempre venía de tus palabras, al igual que el punto de vista exacto sobre alguna maniobra poco deportiva o arriesgada de algún piloto.
También recordamos con nostalgia las innumerables ocasiones en las que estuvimos compartiendo mesa y mantel. En todas ellas eras el compañero perfecto, el más sibarita, siempre animado y de charla fácil, con el que siempre se disfrutaba.
Esa forma de ser, precisa, pulida y acertada, la trasladabas al ámbito profesional del periodismo del motor, del cual eras uno de sus máximos exponentes en nuestro país.
Nos quedará tu recuerdo, tus imágenes y tus palabras en nuestras memorias. Y con ello intentaremos llenar el vacío que has dejado en nuestro grupo.
Confío en que, junto al resto de los compañeros de A.M.S. que te han precedido, nos inspiréis para seguir manteniendo las reuniones de los martes y en la que también participáis desde nuestros recuerdos.
Nos unimos en su dolor a tu familia y al resto de tus amigos. ¡Te queremos, Carlos!
