Campaña para el pasajero en moto: #PAQUETEcuiden, siempre bien equipado
La campaña de concienciación para el pasajero en moto lanzada por Mapfre Cuidamos tu Moto pretende lanzar una reflexión sobre el llamado «paquete» bajo el hastag #PAQUETEcuiden. La idea es no solo proteger a la moto y al piloto, sino también al pasajero, en muchas ocasiones el gran olvidado en la ecuación «motorista/moto».
La compañía pretende lanzar un mensaje de concienciación para los acompañantes en moto, ya que es necesario rodar en las mismas condiciones que el conductor. Entre otros aspectos, se indica que un accidente a 30 km/h puede ser mucho más grave de lo que aparenta la, a priori, reducida velocidad. Por ejemplo, los datos de Fundación Mapfre indican que el 30% del total de fallecidos en moto durante 2019 fue en vías urbanas, donde los límites de velocidad deberían proteger de lesiones graves.
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Información avalada por la elaboración de un test propio
El «crash test» realizado por Mapfre y CESVIMAP (centro de I+D de la compañía española) confirma que un accidente a 30 km/h puede tener serias consecuencias, tanto para el conductor como para el acompañante, siendo el equipamiento clave para minimizar los efectos.
El análisis de siniestralidad y lesiones de motociclistas realizado a través del test, así lo confirma, a lo que se le ha unido el examen de otros estudios realizados en España sobre siniestralidad en moto. Algunos de los datos que llaman la atención son los siguientes: 3 de cada 4 fallecidos en ciudad no usaban equipamiento más allá del casco, las diferencias de género en el caso de los ocupantes fallecidos (83% son mujeres), o que el 38 % de los siniestros graves se producen en alcances con coches frontolaterales y laterales. Así el análisis de lesiones declaradas en acompañantes en siniestros plantean el siguiente punto de partida, ¿podrían deberse a la falta de equipamiento adecuado?
Durante el test realizado en las instalaciones de CESVIMAP, se simuló un impacto frontolateral contra un turismo, en intersección, con dos motos distintas, scooter y trail, a una velocidad de rodaje urbano de 30 km/h. El pasajero iba pertrecho del equipamiento mínimo legal. Para un análisis completo y detallado se ha contado con la aportación del Doctor Javier Alonso Escudero, Traumatólogo y Vicepresidente de la Asociación Española de Valoración del Daño Corporal.
Conclusiones
Durante la realización del «crash test», se ha podido comprobar que en los dos impactos el acompañante sufre más lesiones que el conductor. Además, en todos, las lesiones del acompañante pueden resultar graves o muy graves, lo que demuestra que rodar en moto acomodado desde el asiento trasero no es precisamente mejor para evitar graves consecuencias en caso de sufrir un accidente.
En el ensayo con la moto trail, las lesiones son potencialmente más peligrosas que en el scooter, dado que la posición del pasajero en este hace que no se produzca, o se produzca en menos ocasiones, el efecto de lanzamiento del pasajero por encima del conductor. En las motos con diseño «no scooter», en las que el pasajero se ubica en un asiento más alto que el del piloto, el acoplamiento inferior de las piernas no es tan marcado y la longitud de la suspensión comprimible delantera es mayor, con lo que se favorece el “efecto catapulta” del pasajero.
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Estudio sobre hábitos de uso y conducción
El estudio también profundiza en los hábitos de uso y conducción de usuarios de motocicleta. Han intervenido un total de 3.137 socios de la compañía, todos ellos conductores de moto, siendo el 79% de los participantes los que indican que suelen llevar acompañante siempre u ocasionalmente.
En el 63% de los casos el acompañante suele ser la pareja, en el 25 % un familiar cercano, mientras que 1 de cada 4 conductores reconoce que el acompañante va peor equipado que él. En el 70% de los casos el conductor es el responsable de equiparle, y solo un 20% de los menores de edad lleva un equipamiento recomendable, con un 2% de ellos equipados con un nivel máximo. En cuanto al porcentaje de menores con equipamiento mínimo (31%), es mayor si lo comparamos con la franja de 18 a 50 (16%) y mayores de 50 años (18%).
En cuanto a los acompañantes ocasionales, la conclusión es que ruedan peor equipados que los recurrentes, con el 62% de los encuestados declarando usar un nivel de equipamiento básico. Los pasajeros con material propio utilizan mejor equipo, siendo el 43% de un nivel recomendable que, cuando es prestado, baja al 36%
Otras cifras muestran lo preocupante de la cuestión: el 30% de los conductores no proveen la equipamiento al acompañante, siendo los peor pertrechos los que ruedan por ciudad. Así, un 27% de ellos van menos protegidos en los trayectos urbanos, siendo estos un 35% de los trayectos más frecuentes realizados por los encuestados.
Mientras tanto, en los trayectos por ocio un 18% de los pasajeros van menos protegidos que el conductor; un aspecto interesante que incide en la concienciación, educación y formación del usuario. Así, el 82% de los conductores que han realizado más de un curso de conducción, declaran que su pasajero lleva el mismo equipamiento que ellos. Unas cifras definitivamente concluyentes.
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