Así es el día a día con una moto eléctrica en ciudad
Si bien la moto eléctrica no atraviesa el mejor de sus momentos a nivel de ventas en nuestro país, sí que ha quedado demostrado que es una herramienta de transporte eficiente en ciudad. Son muchas las ventajas asociadas a estos vehículos, siendo la más obvia que podremos circular son restricciones dentro de las Zonas de Bajas Emisiones. Para completar la radiografía de la moto en ciudad, la gente de Nerva enumera las ventajas de usar su primer modelo, el EXE, en el ámbito urbano.
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No te preocupes por la carga
Uno de los principales miedos de quienes se plantean la posibilidad de adquirir una moto eléctrica tiene que ver con su carga. ¿Qué pasa si me quedo sin batería a mitad del día? ¿Es difícil encontrar un punto de carga público? Hace años, puede ser. Pero actualmente no. Para hacer más fácil el día a día de los usuarios eléctricos, se han creado aplicaciones, como Electromaps, que permiten localizar los más cercanos en todo momento. Así, se pueden aprovechar las paradas largas, como la propia jornada laboral, para cargar el scooter.
Es importante hacerlo siempre que se pueda, como señala NERVA, para garantizar que tendremos batería en todo momento, por si surgen imprevistos. Además, también es posible cargar un scooter eléctrico como el EXE en casa, por ejemplo por la noche, mientras se duerme, para que esté al 100% cuando sea el momento de arrancar la jornada.
Ahorro
El factor económico es otro de los principales aspectos que se tienen en cuenta a la hora de plantear la adquisición de una moto eléctrica. Puede que, de entrada, el precio de compra resulte elevado, pero siempre hay que tener en cuenta las ayudas estatales, como el Plan MOVES III, que, en términos generales, puede descontar hasta 1.300 euros (a particulares), o los planes especiales, como el mencionado renting del Nerva EXE, que evita un gran desembolso inicial e incluye servicios como el seguro a todo riesgo, cuando optas por el renting de la moto completa.
Por otro lado, los motoristas que se deciden por un eléctrico, pueden olvidarse del gesto de echar gasolina, y del impacto económico que eso les supone. En el día a día, el gasto será prácticamente nulo. Un ejemplo: con el EXE, recorrer 100 kilómetros cuesta menos de dos euros. Sin embargo, con un scooter similar de combustión, el gasto por cada 100 kilómetros sería de 6 euros.
La moto eléctrica apenas visita el taller
El mantenimiento de la moto eléctrica es mucho menor que el de los de combustión. Tan solo es necesario realizar una revisión cada 5.000 kilómetros, para asegurarnos de que el estado de los elementos mecánicos de la moto es el correcto. Esto, además de evitar una de esas tareas que generan cierto tedio en el día a día, también se traduce en un mayor ahorro a medio y largo plazo.
Por otro lado, existe una serie de elementos que requiere especial atención y mantenimiento si hablamos de motos de combustión, y que el Nerva EXE no posee, como son los filtros de gasolina, aire y aceite, el aceite de motor y el líquido refrigerante o las bujías. Asimismo, gracias a la frenada regenerativa, las pastillas se desgastan menos y tienen una vida útil más larga.
Sin restricciones
Una de las principales ventajas de la moto eléctrica está directamente relacionada con su naturaleza. Al no realizar ningún tipo de emisiones, las restricciones impuestas para los centros urbanos de las principales ciudades, cada vez más habituales, no les afectan. De esta manera, con un scooter como el Nerva EXE, es posible circular por todo tipo de vías y acceder a zonas a las que otros usuarios sólo pueden acudir en transporte público, algo perfecto para quienes trabajan en el centro o deben acudir a él a menudo.
En el día a día, una de las principales fuentes de estrés y frustración es el tiempo. Muchas veces, para llegar puntual a una cita, es necesario salir con un margen muy amplio, por los atascos. Sin embargo, los usuarios que apuestan por las dos ruedas evitan estas retenciones y pueden sacarle un mayor partido sus jornadas. El tiempo empleado en los trayectos (al trabajo, al gimnasio, a una quedada con amigos, entre recados…) se reduce y eso se traduce en más espacio para el ocio y para el cuidado personal.