ITV para ciclomotores: un mecánico explica los secretos de las pruebas de frenado y de velocidad
Cuando acudes a una estación de ITV para superar las pruebas que permiten el hecho de que sigas circulando con tu ciclomotor, debes hacerlo con el vehículo en buen estado.
Y aunque no faltan usuarios que se hayan quejado del trato recibido por sus máquinas durante las pertinentes pruebas, lo cierto es que son necesarias superarlas para mantener al día la documentación de nuestro ciclomotor.
En un vídeo que puede consultarse en redes sociales, grabado por un operario de estación, puede verse cómo se realizan las pruebas de frenado y velocidad, sin más información de relevancia que la que se deduce de lo visto en las imágenes.
¿Qué pruebas tiene que pasar una moto de 49 cc en la ITV?
Como decimos, las pruebas que debe superar un scooter o cualquier ciclomotor de 49 cc son, en esencia, las mismas que las correspondientes a una motocicleta de mayor cilindrada, a excepción de la velocidad máxima sobre rodillo en estático.
Según la estación, el orden puede variar, pero afecta a los siguientes elementos del vehículo: documentación, matrícula, número de chasis, neumáticos, frenos, velocidad máxima, alumbrado y fugas de cualquier tipo en todo el ciclomotor.
En cualquier caso, no se podrá pasar la Inspección Técnica de Vehículos mientras la moto en cuestión no disponga de, al menos, un seguro obligatorio, siendo el correspondiente a daños a terceros o superior opcional, lo que será comprobado al inicio.
¿En qué consiste la prueba de velocidad?
La prueba de velocidad es, tal vez, la más peliaguda pensando en conservar la integridad de nuestro ciclomotor, ya que el operario exige el máximo al motor durante un plazo aproximado de 1 minuto.
Esto significa que el motor deberá rendir al máximo de su régimen de giro posible en estático, e incluso por encima al carecer de limitador, para comprobar sobre un rodillo que la velocidad máxima no excede de la permitida por ley.
De modo que si eres de los conductores cuidadosos, aquellos que no exprimen el motor al máximo para que su duración sea lo más longeva posible, tu esmerada labor queda en el olvido durante dicha prueba, con las consecuencias que pudiera acarrear.
Cómo se realiza la prueba de frenado en la ITV
La prueba de frenado es, a diferencia de la que concierne a la velocidad máxima, totalmente inofensiva para la moto, siempre que el operario no sufra problemas con el bloqueo de la rueda al actuar sobre la maneta correspondiente.
Se realiza, como es lógico, de manera independiente por cada eje, si bien ciertos scooters que emplean un sistema de frenada combinada CBS no consiguen la misma potencia en deceleración mediante la actuación, de forma individual, sobre cada una de las dos manetas.
En realidad, y tras situar cada rueda sobre los rodillos y actuar sobre el correspondiente freno, lo que se persigue es que su actuación cumpla con unos mínimos estandarizados, a través de un funcionamiento progresivo.
Esto demuestra que, junto con la prueba del alumbrado, no solo es el test más sencillo e inofensivo de realizar, sino también el más útil y válido para certificar que un ciclomotor es convenientemente seguro para circular a sus mandos.
Lo cierto es que dicha prueba de frenada no resulta tan violenta como podría ser, por ejemplo, evitar mediante una detención de emergencia el atropello de un peatón que invade la calzada de manera repentina.
En estas circunstancias, la frenada debe cumplir con su misión, que no es otra que la de detener el ciclomotor salvando tres puntos fundamentales: la velocidad a la que se rueda, el peso del propio vehículo y el de los ocupantes. Muy extraño sería dañarlo durante estas pruebas, aunque la mecánica es en ocasiones impredecible.