Un líder sólido merece la mayor de las atenciones por parte de su marca, de ahí que Yamaha no haya esperado más para renovar su XMax 250, modelo clave y líder indiscutible en el segmento de scooters de cilindrada media. Atención porque los cambios van más allá de lo puramente estético.

Yamaha XMax 250 2010: Te queda MAX por descubrir

Yamaha XMax 250 2010: Te queda MAX por descubrir
Fórmula Moto
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Se pueden decir muchas cosas del XMax y todas buenas. Desde su lanzamiento en España en 2005 ha sido el claro dominador del segmento de scooters de cilindrada media, dejando al segundo bastante lejos si atendemos a las unidades vendidas. Todo un acierto de la firma nipona que supo jugar bien sus cartas incluso al dotarlo de ese -Max- en su denominación comercial, un claro guiño al T-Max dejando entrever que pertenecen a la misma familia.

El XMax siempre se ha distinguido por ser un scooter con una estética original y poco convencional, excelente volumen de carga bajo el asiento y uno de los motores más potentes de las categoría. Desde 2005 ha habido dos evoluciones, la primera en 2007 donde únicamente se dotaba al motor de inyección electrónica y la segunda es la que te presentamos ahora.

Esta nueva versión, que por cierto se fabrica en España, se ha sometido a una profunda renovación estética que afecta casi al 100% de su carrocería con cambios significativos en el frontal mediante ópticas nuevas e incluso el parabrisas, que pasa del manillar a formar parte directamente del escudo. Todo sin perder la personalidad del modelo, reconocible perfectamente desde cualquier ángulo. En cuanto a la parte ciclo, el bastidor se ha rediseñado así como las suspensiones y la horquilla y amortiguadores son de nueva factura.

La ergonomía es un aspecto que no han querido pasar por alto, por ello, han desarrollado un asiento más ergonómico y una plataforma que posibilita apoyar los pies en diferentes posiciones. Un restyling con el que aumenta su precio en 350 euros y le convierten en uno de los más caros del segmento 250-300 cc, pero no le afectará para seguir posicionado en lo más alto del ranking de ventas. La versión 125 también recibe estos cambios y aumenta de precio: 4.049 euros

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El panel de instrumentos es de nueva factura, el que utiliza el Majesty 400 que a su vez es el que montaba el anterior T-Max. Muestra gran cantidad de información en la pantalla, incluso informa de los kilómetros recorridos en reserva. Las dos esferas marcan en analógico la velocidad y las rpm.

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El volumen de carga bajo el asiento se mantiene como una de sus principales virtudes prácticas. Caben dos integrales y más cosas entre medias. El hueco se ha retocado y ha aumentado ligeramente de capacidad.

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En la vista frontal es donde mejor se aprecian los cambios estéticos. Nuevas ópticas, parabrisas en el escudo y pérdida de los paramanos.

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Pocos cambios en el motor,  un alternador nuevo y un radiador de mayor tamaño. No sube a 300 cc como muchos scooters de la competencia. Los dos amortiguadores posteriores son regulables en precarga.

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Las ópticas traseras son de nueva factura y ahora muestran una zaga más moderna y deportiva. Justo encima en la zona del asiento se ha añadido una pequeña placa con el nombre de la marca.

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El nuevo XMax dispone de una guantera mucho más grande que la de la versión anterior. Tiene cerradura y la tapa ocupa gran parte del contraescudo. En su interior, podemos tener a mano objetos como la guantera, el móvil o un par de guantes. Sigue sin tener toma de corriente de serie, Yamaha la ofrece como accesorio opcional.

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En cuanto a la parte ciclo modifica las suspensiones, la horquilla y los dos amortiguadores posteriores son nuevos. Para los frenos se sigue confiando en un esquema independiente de frenada con disco y pinza de doble pistón en ambos ejes.

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Su hábitat natural y donde saca a relucir sus mejores cualidades. En esta nueva versión se nota un asiento más cómodo y una postura de conducción estudiada para proporcionar comodidad en todo momento. Además, los retoques en el chasis han favorecido su agilidad que se deja notar claramente cuando ratoneamos entre los coches. Mantiene una excelente salida desde parado. A pesar de su tamaño y peso, su maniobrabilidad es buena gracias en parte a un centro de gravedad bajo.

Carretera

Su comportamiento fuera de ciudad es también digno de resaltar. Su buena aceleración se traslada a los viajes en carretera y las autovías de circunvalación que rodean las ciudades. La estabilidad que aporta la llanta delantera de 15– se deja notar también en el paso por curva, firme y con aplomo, pero con un límite físico: el caballete roza en ambos lados al tumbar. Este punto aumenta cuando viajan dos personas. Las suspensiones mejoran notablemente y los frenos siguen siendo efectivos.

Autovía

La protección aerodinámica es menor en este nuevo XMax y se percibe en cuanto sale a autovía y viajas entre 120 y 130 km/h, velocidades que puede sostener sin ninguna dificultad. La pantalla es prácticamente la misma que en la versión anterior, pero el escudo es más pequeño y la ausencia de los paramanos se nota más con el frío. En cambio, la plataforma cuenta con un punto nuevo de apoyo para los pies. El asiento una vez más se muestra muy confortable, al igual que la postura.

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Ver ficha técnica del Yamaha XMax 250