Consejos para comprar una moto trail si eres novato

En cualquier moto hay tres factores clave a la hora de elegir nuestra primera compañera: su peso, la altura del asiento al suelo, y su potencia. Si cualquiera de estos factores va en nuestra contra, y lo sumas a que es tu primera moto y, por tanto, no puedes hacer valer la experiencia, la receta puede no salir bien.

Una moto demasiado pesada tarde o temprano nos complicará la vida. Al moverla en parado, para colocarla en nuestro garaje, o aparcarla en la oficina o en la acera, todavía no habremos desarrollado los trucos que se aprenden con experiencia para mover una moto parada ágilmente. Y una -o más- veces acabaremos con ella en el suelo: no pasa nada, pero perjudica tu confianza y a nadie le gusta «estrenar» moto a base de arañazos. Una moto demasiado alta (o alta y ancha) tampoco nos ayudará cuando la tengamos que mover a baja velocidad, o incluso en parado desde sus mandos. De nuevo, sin haber aprendido a manejarse sin necesitar la confianza que da poder apoyar los pies firmemente en el suelo, nuestra inseguridad se puede convertir en alguna caída prácticamente parados por perder el equilibrio. Que, como dijimos antes, no será grave, pero tampoco algo que uno desea con su moto nueva…

Por último una moto cuyo motor pueda complicarnos tampoco es deseable. Y no es sólo porque «corra demasiado»: puede ser por lo contrario. Nada peor, en un adelantamiento o situación comprometida, que un motor que no salga bien desde bajas vueltas, que tarde en reaccionar al golpe de gas, o que necesite bajar una o dos marchas para salir con energía. Pero también hay motos cuyos motores corren tanto, y tan fácilmente sin exigir estirar marchas gas a fondo, que es posible llegar demasiado rápido a una curva; o sencillamente mantener un crucero algo por encima de nuestra capacidad de reacción y frenada. Es inteligente evitar meterse en estos problemas.

Motos Trail para novatos

Cuando nos centramos en trail pensamos en motos polivalentes, con postura erguida, manillar alto, suspensiones tirando a largo recorrido y ruedas de buen diámetro (mayor la delantera) eventualmente equipadas con neumáticos capaces de llevarlas fuera del asfalto. Los tres factores que comentábamos antes van a estar presentes, pero será la altura del asiento uno importante: las trail son motos altas porque necesitan cierta distancia libre al suelo, y eso acaba llevando el asiento a mayor altura que en otro tipo de motos. Por suerte suelen ser motos estrechas y por ahí puede ser que nuestros pies sí apoyen bien en el suelo: la única forma de saberlo es -lógicamente- probándola en parado en una tienda; no dejes de hacerlo, fijándote en el ajuste de la suspensión si vas justo (descargar los muelles la hacen bajar).

El tema del peso tiene en las trail una influencia doble: no sólo se trata de cuánto pesa la moto, sino de dónde está el peso. Intenta mover en parado una BMW R 1200 GS y después una Honda Crosstourer 1200 y lo entenderás: la primera lleva el motor muy bajo por su configuración (dos cilindros laterales o «bóxer»), la segunda lo lleva más alto y sus cuatro cilindros en V hacia arriba todavía suben más el centro de gravedad. Cuando la moto está parada se hace muy complicado mover la Honda por ese motivo, aunque cuando vas en marcha el centro de fuerzas cambia y el efecto se diluye.

Pero si te gustan las trail por algo más que su estética y postura de pilotaje, es decir si piensas meterte por algún camino o hacer algo de campo, el peso global es importante porque tarde o temprano te tocará meterte en algún «lío» (o levantarla del suelo). No elijas una moto demasiado pesada ni con el motor alto: las monocilíndricas o incluso las bicilíndricas de cilindrada media con motores bajos pueden ser buenas candidatas. Con un cilindro tendrás menos peso, perfecto pensando en excursiones fuera del asfalto, y con dos cilindros tendrás más peso pero más suavidad de funcionamiento y una repuesta mejor a bajas vueltas.

Guía básica de compra

Con esa receta está claro hacia dónde debemos dirigir nuestros pasos, en función de qué carné tenemos, o incluso de cuánta experiencia reciente sobra dos ruedas.

Si no tenemos carné de moto (o sólo el A1) el límite de 125 cc deja poco donde elegir: hay muchos modelos pero conviene destacar la capaz (aunque cara) Honda Varadero gracias a su motor V2, más orientada al asfalto que al campo, por encima de las monocilíndricas que viene a ser el resto de 125 disponibles. Estas, aunque menos potentes y más limitadas en carretera, serán más ágiles, y tendrán en algunos casos suspensiones -y ruedas- capaces de llevarnos donde queramos por el campo.

El carnet A2 abre considerablemente las opciones disponibles: empezando desde la cilindrada más baja, el mercado por fin recibe este año modelos de 300 de este tipo. La BMW G 310 GS, la Suzuki V-Strom 250, Kawasaki Versys 300 o KLX 250, incluso Yamaha WR250 si encuentras una€ ya hay donde elegir entre las más ligeras y de potencia suficiente para moverse por ciudad, alrededores, y campo.

Entre las bicilíndricas de mediana cilindrada hay que destacar las equipadas BMW «F», las poco gastonas Honda CB y NC «X», la superventas Kawasaki Versys, la recién llegada Yamaha Tracer 700 o la popular y equilibrada Suzuki V-Strom 650. También hay motos mayores que pueden limitarse, y que pueden ser una compra a largo plazo (deslimitándola si pasas del A2 al A). O, si tienes carné completo pero te falta experiencia (global o reciente), son buenas opciones por su docilidad motos como la renovada Honda CRF1000L Africa Twin, la suave Triumph Tiger 800, las populares BMW F 800€ ¡por opciones desde luego no será!