Sym Fiddle II 125S
Sym se está haciendo con un hueco considerable en el mercado español. Es una marca que empezó en los años 60 fabricando de la mano de honda para más tarde independizarse de la firma japonesa. Su sede se encuentra en Taiwán (como kymco) pero tienen centros de fabricación por toda Asia, un centro de desarrollo en Italia y un «cuartel general» europeo en Alemania. Así, a día de hoy, sym es una gran compañía que fabrica scooter, motos e incluso (y esto es menos conocido) parte de la gama Hyundai de coches. Con una capacidad de producción de 600.000 motos anuales y 35.000 coches, su potencial está fuera de toda duda.
En Europa han tardado más en entrar que su competencia directa. En España, de la mano del grupo bordoy, empieza a situarse en puestos importantes del ranking con scooter como el symphony s o los recientes joymax 125/300 o maxsym 400. El symphony s, en concreto, se encuentra entre los cinco scooter más vendidos en nuestro país.
Este fiddle es un buen ejemplo de la elevada calidad de sus productos. No es un scooter sofisticado ni muy llamativo, pero sí es agradable en todos los sentidos. Efectivo, fácil de usar, muy ligero y ágil, su suelo plano, la apertura del asiento electrónica y la pantalla o el baúl de serie son detalles que no tienen todos los scooter de su segmento. Construido sobre la base de la versión de 50 cc y con sólo 116 kg con los llenos hechos, los 8 cv de su motor son suficientes para darle unas dignas aceleraciones en ciudad. Por otra parate, un chasis y parte ciclo básicos, pero bien diseñados, te dan confianza para apretar el ritmo. Resulta divertido y noble al llevarlo al tope de sus posibilidades.
La carrocería tiene un estilo retro original: no quiere parecerse a ningún modelo clásico en concreto. Sus líneas y colores tienen estilo propio. No es especialmente llamativo, pero sí discreto, como debe ser lo verdaderamente elegante.
Lo mejor
· Ligero y muy ágil.
· Capacidad de carga.
· Divertido de pilotar.
Mejoraría con…
· Sacrifica velocidad punta por aceleración.
· Guantera frontal.
· Reloj horario.
2.249 e
Retro ágil y con un equipamiento de serie muy interesante
Así lo vemos
En carretera
Es un scooter agradable en general, que destaca por su agilidad en ciudad, donde se encuentra en su hábitat. Con buen chasis y un desarrollo corto de transmisión, resulta rápido saliendo de los semáforos. En carretera no es tan divertido: el chasis sigue siendo bueno, pero supera los 90 km/h con esfuerzo, un dato un poco justo. El consumo es correcto. En cuanto al confort, el fiddle es cómodo de asiento, bien mullido. En el suelo plano tienes mucho sitio para poner los pies como quieras y el manillar y todos sus mandos están en buena posición. No obstante, hay poca altura del asiento a la plataforma y vas un poco encogido de piernas. No hay tampoco un equipamiento de lujo, pero sí suficientes y, de hecho, ofrece elementos inexistentes en otros modelos: el «top case» o la pantalla son dos detalles que se agradecen. El asiento con apertura electrónica tampoco es muy común en scooter por debajo de 3.000 €. Y lleva incluso un cortacorrientes escondido en el hueco del casco. Lástima que el cuadro no lleve un reloj horario y que la pata de cabra sea de las que se pliegan solas cuando levantas el scooter… Con el consiguiente peligro. Por último, en el análisis de su capacidad de carga, cabe destacar las tres posibilidades que ofrece: bajo el asiento, con capacidad para un jet, en el baúl, otro jet e incluso algo más, y sobre el suelo plano, con gancho en la pipa de la dirección, donde puedes llevar una bolsa u otros objetos voluminosos.
En el fiddle ii encuentras detalles modernos que chocan con otros más clásicos. Así, desde el lateral destacan las líneas redondeadas y el piloto trasero prominente y enmarcado en cromado, con el freno de disco delantero.
La mecánica básica de carburador tiene sus ventajas: se mantiene el arranque a pata a pesar de que, por supuesto, también tiene arranque eléctrico.
Ruedas de 12” y horquilla hidráulica de dos barras. Con un buen reglaje y un chasis suficientemente rígido, el buen comportamiento está asegurado.
El asiento puedes abrirlo desde la llave de contacto o de forma eléctrica desde la tecla de cambio de luces, apretando hacia abajo. Un lujo.
Bajo el asiento hay hueco para un casco jet. También aquí está el tapón de gasolina y un cortacorrientes que impide que el motor arranque si está conectado.
El baúl, de serie, es un complemento ideal si tienes que llevar más carga. Se abre con la misma llave de contacto. El montaje es un tanto tosco y en marcha hace ruido, pero es muy útil.
El gancho en el contraescudo siempre es un complemento que ayuda con las bolsas que tienes que transportar. El del sym está suficientemente alto para que no vayan dando en el suelo.
Ficha técnica
Motor
4t, 1 cil.; aire
Cilindrada
124,6 cc
Alimentación
carburador
Distribución
2 válvulas
Suspensión del.
horquilla telescópica
Suspensión tras.
2 amortiguadores
Freno del./tras.
1d. 190 mm/ t.
Frenada comb.
Neumático del.
110/70-12
Neumático tras.
120/70-12
Long. Máxima
1.870 mm
Dist. Entre ejes
1.325 mm
Altura del asiento
799 mm
Cap. Depósito
5 l.
Peso declarado
109 kg
Precio
2.249 €
Toma de datos (executive)
Prestaciones
0-50 m
4,19 seg
0-100 m
6,41 seg
0-200 m
9,98 seg
0-400 m
15,93 seg
0-1.000 m
30,95 seg
0-40 km/h
2,75 seg
0-100 km/h
11,51 seg
Velocidad máx.
142 km/h
Peso
Lleno
210,9 kg
Reparto peso
45% 55%
Consumo
Consumo mixto
5,3 l/100 km
Autonomía
292,42 km
Un motor muy simple, fiable y económico de mantener. Culata de dos válvulas, refrigeración por aire forzado y carburador. Entrega unos 8 cv, no muchos, pero resulta muy duro y fiable.
Equipamiento
El fiddle ii 125 s tiene detalles de alto nivel de equipamiento: no todos los scooter de su segmento pueden presumir de ofrecer apertura electrónica del asiento o un cortacorrientes de serie. Por otro lado, detalles como el cuadro, sin un reloj horario, reducen su calificación en este apartado.
En marcha
Es muy ágil y pequeño; se mete por cualquier sitio porque gira bien. El motor es alegre, y aunque no es potente se ha montado una transmisión corta que hace que acelere con alegría hasta los
60/70 km/h. Con eso, ratonear entre coches es agradable y fácil. No es alto de asiento, lo que hace que los pilotos menos altos se sientan muy seguros a la hora de hacer «piruetas» entre el tráfico. Por ello es un scooter muy recomendable en ciudad.
Las suspensiones están bien conseguidas. Con horquilla y amortiguadores básicos, el trabajo de sym en este apartado es acertado: pasan desapercibidos. Y esto es una alabanza: no echas en falta más firmeza en curvas, no notas los baches demasiado ni se hacen notar rebotando tras salir de un bache. Los frenos, sin embargo, sí son susceptibles de mejora. No frena mal, pero hay que agarrar con fuerza ambas manetas para parar al fiddle. El trasero, de tambor, requiere, además (como todos los tambores de freno), un reapriete del tensor cada ciertos kilómetros para no perder eficacia.
En la carretera, al fiddle ii le faltan cv. Y velocidad punta. Con un máximo registrado de 93 km/h no puedes ponerte objetivos muy ambiciosos. Los coches en la autopista te pasan deprisa. Pero a tope puedes hacer trayectos esporádicos. El fiddle aguanta bien cualquier ritmo y a su paso sigue siendo estable y no se mueve ni hace cosas raras ni cuando te pasan los coches. Si hay curvas, la cosa mejora: es divertido tumbar y suficientemente firme y noble para ir rápido.
Carga
Al igual que en el equipamiento, es un scooter poco corriente: por un lado, bajo su asiento sólo puedes meter un casco jet. Pero para compensar tiene un «top case» y un suelo plano amplio, con un gancho en el contraescudo.
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Confort
El asiento es cómodo y amplio, los mandos están bien situados y la plataforma es amplia. Sólo la altura disponible entre asiento y plataforma es algo corta.
Parte ciclo
Como el resto del fiddle, es bastante básica, pero bien diseñada y construida. Es un chasis bastante rígido que le otorga nobleza de reacciones. Las suspensiones tienen un reglaje muy acertado y sólo los frenos podían ser objeto de mejora. Resultan suficientes, pero requieren que tires fuerte de ellos.
La pantalla se desmonta fácilmente con dos tornillos inferiores. No protege dema-siado ni tampoco le hace falta. Sin ella cambia de imagen, pero la estética no pierde nada.
Con pasajero
Como cualquier scooter ligero, el hecho de montar a alguien detrás se nota. No hay mucho motor, las prestaciones se resienten y las geometrías cambian, aligerándose de delante. Sin embargo, el asiento es grande y cómodo para dos personas. Hay un asa que sirve también de soporte del baúl donde el pasajero se puede sujetar cómodamente y la plataforma sale hacia atrás por los lados para que pueda apoyar los pies con comodidad.
El cuadro tiene un diseño correcto, pero no puede ser más escueto: cuentakilómetros, velocímetro, gasolina, intermitentes y luz larga. Un reloj horario vendría muy bien.