Nunca imaginaste que estas marcas habían fabricado scooters

34 Nunca imaginaste que estas marcas habían fabricado scooters
8 scooters históricos que no sabías que existían
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Si tuvieras que apostar, seguro que nuca te jugarías tu dinero porque KTM, Ducati, Harley-Davidson o Triumph habían fabricado scooters. Pero la realidad es que sí lo hicieron. Y algunas marcas más, también.

¿Cuántas veces has oído los rumores de un maxiscooter de Ducati? Se han visto hasta dibujos de cómo sería, con chasis multitubular y motor V2 Desmo. Pero Ducati ya hizo uno, hace muchos años, sin nada de eso. ¿Y si fuese Harley-Davidson la que se lo propusiese? De hecho, de todos es sabido que los americanos quieren empezar a fabricar otro tipo de motos diferentes a sus clásicas custom y Touring y Harley ya ha empezado a comercializar su maxitrail Pan America.

En cualquier caso, Harley también fabricó, en tiempos, su scooter. Maico, una marca hoy prácticamente desaparecida pero rival en los 80 de KTM como especialistas en off road de prestigio, también compitió con sus scooters con la marca ahora naranja, que también hizo sus scooters, muchos años antes de que se rumorease que iban a hacer un scooter eléctrico, hace un par de temporadas. Triumph o BSA hicieron scooters. E incluso una marca tan conocida por sus deportivas y por el carácter RR de todo lo que hacen como MV Agusta estuvo en este segmento de utilitarios. Y hasta marcas famosas del mundial de rallyes, como Subaru. Empezó fabricando originales scooters que tuvieron bastante éxito, antes de pasarse a las cuatro ruedas. Échales un vistazo: seguro que alguno te sorprende.

Ducati Cruiser

1.º Ducati Cruiser

Eran los primeros años 50 en Italia. La fiebre del scooter invadía por completo el país y ya empezaba a contagiarse por el resto del mundo. Los principales protagonistas de este boom eran precisamente compatriotas de Ducati: Piaggio con sus Vespa e Innocenti con las Lambretta «se salían» de éxito y el resto de marcas, con mayor experiencia en el mundo de la motocicleta, tenían que reaccionar.

Ducati, por supuesto, lo hizo, pero a su manera, como casi siempre. En 1953 presentan el Ducati Cruiser. Un scooter más grande que los de la competencia, con idea de ir al segmento más Premium de ese nuevo mercado. Es un sofisticado scooter de motor monocilíndrico tumbado de 4T y 175 cc que alcanza los 7,5 CV para una velocidad máxima de 80 km/h. La carrocería la diseña Ghia, ya por entonces uno de los talleres de diseño para automación más importantes de Europa. El cambio es un original automático por convertidor de par (el cambio automático de los coches grandes de siempre) y la suspensión trasera va por debajo del chasis más el motor en posición parecida, pero con dos amortiguadores, a un TMAX actual.

Se fabricaron 700 unidades. Se dejó de producir porque las ventas no fueron las esperadas. Era 4T, más lujoso que una Vespa o una Lambretta, pero lo cierto es que también era más pesado y menos ágil para unas prestaciones parecidas. Dicen, además, que su fiabilidad, a pesar del motor 4T, no era su fuerte tampoco. No fue una experiencia positiva para Ducati. De ahí, quizá, sus reticencias actuales. Por cierto, no fue el único intento: en los 60, el Ducati Brio 48 y 100 en 2T fueron más populares y estándar.


HArley-Davidson Topper

2.º – Harley-Davidson Topper

A Estados Unidos también llegó la moda scooter desde Europa, si bien allí siempre tuvieron cabida. A pesar de lo que pueda parecer, las primeras empresas grandes de scooters fueron americanas: Salsbury o Cushman llevaban fabricando este tipo de vehículos desde antes de la II Guerra Mundial y, de hecho, dice la leyenda que Enrico Piaggio se fijó en este tipo de moto cuando vio los Cushman Airborne que utilizaban las fuerzas aliadas, desplegados con paracaídas durante la guerra. Otro detalle que pocos saben: el variador automático, como modo de transmisión ideal para el scooter, lo desarrolló Salsbury en el 46.

Muchos años después, Harley-Davidson entra en este mercado. A inicios de los 60 presenta el Topper, un original scooter que prefigura lo que 30 años después se desarrollaría como scooter moderno, es decir, una estructura en acero delantera, con el resto de la carrocería en fibra de vidrio, motor 2T trasero con variador automático, de 164 cc con admisión por laminas. Llevaba dos tambores de freno, el delantero mandado por maneta en el lado izquierdo del manillar y el trasero por pedal. Se fabricó, con cierto éxito, hasta mediados de los 60 y tuvo varias versiones.

MV Agusta DSL

3.º- MV Agusta DSL

Hace un tiempo hablábamos en estas mismas páginas de los scooters españoles desconocidos. Entre otros, estaba la MV Agusta Pullman, una moto un tanto scooterizada fabricada por Avello en Gijón bajo licencia MV Agusta Italia, como hacía entonces esta fábrica asturiana. No fue un éxito en España. En Italia, MV Agusta sí tuvo varios modelos de scooters en aquellos años dorados del scooter, algunos de ellos con cierto éxito. En el año 49 MV fabricaba ya un 125, modelo «B». En 1950 se presenta una evolución mejorada de aquel bajo el nombre MV Agusta CSL 125 (modelo «C» Super Lusso, lujo en castellano), que emplea un chasis mono tubo (al estilo de las Lambretta).

Al año siguiente este modelo vuelve a mejorar, con el nombre DSL, ocupando ya una posición importante en el mercado italiano de los scooters, aunque fuera de su país de origen sea casi un desconocido. El motor es un monocilíndrico de 125 y 6 CV, con cambio de cuatro marchas y transmisión final por cadena, capaz de impulsar este scooter a unos correctos 80 km/h.


Fuji Rabbit

4.º- Fuji Rabbit S 601

Fuji Heavy Industries sigue siendo una importante empresa del sector de la automoción. Hoy en día es más conocida por la marca que emplea en sus coches desde los 70, Subaru, pero antes de esos Subaru hubo una larga historia. Fuji fabricaba aviones y motores para aviación hasta la II Guerra Mundial. Como en el caso de Piaggio, al pertenecer a uno de los países que perdieron la contienda, tuvieron que pasar a fabricar otros artículos que no tuviesen esa aplicación bélica (también a Mitsubishi, fabricante de los famosos cazas «Zero» le ocurrió) y decidieron hacer scooters. En 1947 tienen un primer modelo comercial. Se llama Fuji Rabbit S12 y es una copia del americano Powell de finales de los años 30. Es un vehículo simple, pero fiable, fabricado al estilo de los aviones, con gran parte de sus componentes hechos a partir de láminas de aluminio remachadas. Destacan sus neumáticos de 5″, el delantero con bieletas para la suspensión trasera y fijo el trasero, bajo una caja con el motor sobre la que va el asiento. Como curiosidad, el acelerador va en el suelo, al estilo de un coche, como en el Powell del que deriva.

Pero la que posteriormente fue Subaru ha sido siempre una empresa que le gusta hacer las cosas bien. Nos vamos hasta el año 62, cuando se presenta el heredero de aquel Rabbit S12. Ahora se llama Fuji Rabbit S 601 y ha pasado a la historia como uno de los mejores scooters de los 60. Es un 200 cc de 2T con 11 CV, con transmisión por convertidor de par y arranque eléctrico que alcanza los 100 km/h. Emplea neumáticos sin cámara y una suspensión trasera con regulación de carga automática por aire comprimido. Delante exhibe una horquilla Earles. Incorpora sistema eléctrico de 12V, con intermitentes y llave de contacto para el arranque y el bloqueo de la dirección, algo que no volveremos a ver con frecuencia en scooters hasta bien entrados los 90.


Maicomobil 175

5.º- Maicomobil 175

Los scooters son, de siempre y como es lógico, un tipo de moto. Sin embargo desde el principioi han tenido algo de «complejo» de coche económico: siempre se han ofrecido como la opción de transporte tan cómoda como el coche, pero más práctico y económico. De ahí que todavía hoy día haya muchos que ofrezcan equipamientos como los cuadros de mandos «tipo coche». Eso, en la historia, ha habido veces que hasta se h tomado al pie de la letra.

Un buen ejemplo es el Maico Mobil 175, con una enorme carrocería, con un parabrisas alto y ancho sobre un escudo que parece el morro de un coche de los años 50, una zaga carenada, con forma de maletero para el motor (con ventilador tipo coche, por cierto) y una rueda de repuesto detrás. Toda esa enorme carrocería está hecha de aluminio. El motor empezó siendo un 125 para pasar a 150 y 200 cc en sus últimos tiempos. De 2T, 8,5 CV en su versión de 175 cc, cambio de cuatro marchas, suspensiones de horquilla y basculante escondidos, empleaba neumáticos de 14″ para alcanzar los 85 km/h.


KTM Mirabel

6.º – KTM Mirabell / Mecky

En 1934 Hans Trunkenpolz funda un pequeño taller de coches y motos en su pueblo, Mattighofen. La cosa va bien y años después de la guerra, en 1953, fabrican una pequeña moto de 100 cc y 2T para estrenarse como constructores de motos. La empresa se llama Kraftfahrzeug Trunkenpolz Mattighofen (lo que traducido al español significa «vehículo a motor Trunkenpolz, de Mattighofen») y será más conocida por sus inciales: KTM. Son los años 50 y si quieres tener éxito, el scooter es un camino interesante.

En 1956 ya tienen en venta el KTM Mirabell, un scooter de lujo, dotado de arranque eléctrico y una enorme, redondeada y elegante carrocería. Eso sí, no era barato. Y eso unido a un pequeño motor de 125 cc, junto a su peso, en absoluto ligero, recomendó el cambio de motor a un 150 cc que encarecía el producto sin mejorar claramente sus prestaciones, de alrededor de 80 km/h.

En 1957 no dan su brazo a torcer. El Mecky es el primer scooter de 50 cc del mundo, dotado de una carrocería elegante, deportiva y juvenil. Emplea el primer motor diseñado por KTM, aunque en la segunda serie del Mecky fuese sustituido por un Sachs 48. Años después todavía llegaría el KTM Pony, otro original 50 cc de motor central y líneas elegantes.


bsa 1

7.º- BSA Sunbeam

También los ingleses sucumbieron a la necesidad de fabricar scooters, pero en este caso y, a pesar de la poca visión de negocio que demostraron años después en esto de las motos, sí hicieron bien las cosas en el primer momento. En los años 50, BSA y Triumph colaboran para desarrollar una línea de scooters completa, capaz de competir contra cualquier scooter.

Bajo marca BSA la gama serán los Sunbeam B1, B2 y B2 S. El primero, el más económico, es un 175 cc de 2T. El B2 es un mucho más interesante bicilíndrico 250 cc 4T, el «abuelo» de los maxis modernos. El B2S es la versión más lujosa, con el motor 4T de dos cilindros y, además, con arranque eléctrico. Entrega 10 CV, es capaz de pasar de los 90 km/h y porta horquilla delantera y suspensión trasera por basculante, lo que le da una perfecta estabilidad para los estándares de la época. Es, sin duda, el Maxiscooter por excelencia, en los primeros años 60.


Triumph T10 Tina

8.º – Triumph T10 Tina

Triumph también fabricó scooters y, en este caso, con cierto éxito en su país. El primero fue el Tina, un modelo de chapa, similar en su concepto estético a una Vespa pero con una arquitectura muy moderna. Equipaba un motor de 100 cc a 2 tiempos que entregaba unos 4,5 CV y llevaba un variador automático ya con la misma estructura que los actuales, con correa a la rueda trasera. El motor hacía de basculante trasero y delante llevaba suspensión por bieletas a un solo lado de la rueda. En el 65 el T10 evoluciona. Se habían producido accidentes (el propio Turner se «atizó» con uno de ellos) porque al arrancar, si estaba acelerado, el variador actuaba rápido y salía disparado. Para evitarlo llevaba un interruptor en el manillar que desactivaba la transmisión, pero arrancaba igual si estaba en modo «Drive».

En el T10 se quitó este interruptor del manillar y se sustituyó por un pulsador de presión debajo del asiento. Por tanto, había que estar sentado para salir, evitando así que por lo menos no estuvieses en el puesto de mando al arrancar. Ahora bien, algunas chicas, por ejemplo, no pesaban lo suficiente para activar este pulsador. Al final, Triumph dejó de fabricarlo en 1970.