Brough Superior Anniversary: feliz cumpleaños
En 2019 se cumplen 100 años del nacimiento de una de las marcas más legendarias de la historia del motociclismo, la británica Brough Superior, "la moto más rápida del mundo".
Brough Superior es una marca mítica, cuyas pruebas de modelos actuales ya has podido saborear en esta web. Actualmente, la firma fabrica sus productos en Francia y su última novedad es el modelo Anniversay que se presentó en el Salón de Milán EICMA 2018. Solo se fabricarán 100 unidades. ¿El precio? 100.000 €, impuestos incluidos. Hasta ahora ya han entregado 48 motos y tan solo quedan libres 38 unidades. Si quieres una, te tendrás que dar prisa…
¿Por qué las nuevas Brough Superior se fabrican en Francia? En 2015 se materializó la idea de revivir el mito Brough Superior como un desarrollo franco-británico, ya que la producción se llevaría a cabo en el Continente pero exhibiendo en su depósito el logo de la marca inglesa por primera vez en los últimos 75 años. Su nuevo propietario, el austriaco afincado en Gran Bretaña Mark Upham, se asoció con el afamado diseñador francés Henriette, dueño de Boxer Design, para crear la nueva SS 100 que se presentó en el Salón de Milán EICMA 2013 para, además, conmemorar los 90 años del nacimiento de este modelo.
Desde entonces, Henriette y su colega Albert Castaigne han relanzado Brough Superior como un fabricante de motos de altas prestaciones de lujo, con imagen retro pero tecnología de absoluta vanguardia, tanto en los materiales utilizados como en la ingeniería requerida en su fabricación. La misma conclusión vale para sus radicales diseños futuristas.
El motor es un V-Twin a 88º especialmente desarrollado para Brough Superior por la francesa Akira Engineering. Como referencia, estos franceses son los encargados de la puesta a punto de los motores de la Kawasaki ZX-10 R con la que Jonathan Rea monopoliza el Mundial de Superbike desde hace años. Un total de 16 operarios fabrican de forma casi artesanal cada unidad en Toulouse (Francia), en las instalaciones de 2.000m² de Boxer Design, ahora rebautizadas como Brough Superior. Actualmente, los motores ya no son obra de Akira Engineering, sino que son fabricados por la propia marca. Hay que recordar que en 2001, Henriette ya construyó 36 unidades de la espectacular superbike Boxer VB1 en estas mismas instalaciones, para pasar después a proveer a Voxan hasta que esta marca francesa cesó su actividad.
Es evidente que Henriette tiene experiencia en este campo y de ahí su empeño en hacer todo el trabajo en sus instalaciones. «Construimos las motos en grupos de diez, de modo que siempre tenemos diez motores y diez chasis preparados para su comercialización«, afirma el francés. «En el caso de la Anniversary también hacemos muchos de los componentes y todo ello a mano como era característico de la época dorada de Brough Superior«.
Por tanto, esta moto conmemorativa es realmente un renacimiento de la Brough Superior SS100, cuyo motor con culata DOHC de 997 cc y cuatro válvulas cuenta en esta versión con un conjunto de cuatro escapes (con salida tipo «slash-cut» de corte en diagonal) a modo de megáfonos que, como indica Henriette, son así más por motivos de imagen que de rendimiento. Se observan multitud de detalles de la máxima calidad, todos ellos construidos en aluminio a partir de una pieza maciza, como las tijas, tapas o las piezas inferiores del depósito y asiento.
CÓMO ES LA BROUGH SUPERIOR ANNIVERSARY
Como en todas las Brough Superior de nueva generación se trata de un modelo monoplaza, aunque desde la marcan confirman el próximo lanzamiento de una Alpine Grand Sports con doble asiento, moto que completará el catálogo de la firma junto con las SS100, Pendine y esta nueva Anniversary. Esta última cuenta con exclusivas llantas de 18″ y cinco palos de aluminio forjado, con ancho de 3.5 pulgadas delante y 4.5 pulgadas detrás y equipadas con neumáticos Michelin Pilot Road.
Si te la encuentras en la calle expuesta al sol, tendrás que bajarte la pantalla oscura de tu casco o ponerte gafas de sol para poderla ver bien. Así me pasó durante el día que la probé en los alrededores de la fábrica de la marca en Toulouse, donde también se encuentran las instalaciones de Airbus, muchos de cuyos proveedores de componentes también lo son de Brough Superior.
El motor es un elemento básico en la estructura del chasis, con una estructura tubular de titanio atornillada a la culata del cilindro para sostener el amortiguador delantero. La relación de compresión se cifra en 11:1 y la distribución primaria corre a cargo de un conjunto de cadena y engranajes. Se declara una potencia máxima de 102 CV a 9.600 rpm y un par máximo de 87 Nm a 7.300 rpm, aunque, como en el caso de la SS100 y Pendine, se puede pedir con un kit de superior potencia, hasta los 130 CV y 120 Nm. La entrega abajo no es nada sobresaliente, por lo que tendrás que jugar con el cambio de seis relaciones para mantener vivo este V-Twin. No es ningún problema, porque el embrague tiene un accionamiento muy suave y todo ello forma parte del atractivo de este modelo al llevarlo por la ciudad, si es que te puedes olvidar de su precio… «Mi moto» era la 87 de las 100 previstas para fabricar. Por lo tanto no se ha seguido la secuencia numérica lógica, y se ha hecho así porque su propietario quería exactamente este número ¡el mismo del año de nacimiento de su hijo!
Aunque dispone de un ya veterano acelerador por cable, por lo que no ofrece las opciones de respuesta de motor de un electrónico, la respuesta de la inyección Synerject a bajas vueltas es excelente. Las aperturas de gas son muy suaves y la entrega de potencia es consistente a medida que aumentan las rpm. No incorpora eje de equilibrado, pero las vibraciones son mínimas, seguramente por el ángulo de 88º elegido para sus cilindros, además de ahorrar 30 mm por la parte superior de estos en el chasis. Todo el motor parece incluso más refinado de funcionamiento que el de la Pendine Sand Racer que llevé hace un año, una moto que no se puede considerar agria precisamente.
Lo que más atrae la atención a todos los que admiran la Brough Superior Anniversary es su suspensión delantera, que combina la imagen retro con un diseño ultra-moderno. Se basa en la solución de horquilla alternativa que presentó el francés Calude Fior en el Mundial de Resistencia de 1979, dos años antes que el similar creado por Hossack) y que culminó con la creación de la GP500 de 1978/79 patrocinada por Marlboro. En todo momento eres consciente que llevas una suspensión delantera completamente diferente a lo habitual, ya que la pantalla tintada se va moviendo arriba y abajo con el funcionamiento del amortiguador frontal Kayaba. A pesar de una distancia entre ejes bastante amplia, de 1.530 mm, la Anniversary se cambia bien de dirección, sin requerir demasiado esfuerzo para seguir la trazada concreta dentro de las curvas. Da mucha confianza para pilotarla y todo parece bajo control, con una calidad de conducción muy elevada gracias a los 130 mm de recorrido de su tren trasero (120 mm delante).
La horquilla de paralelogramos que porta ofrece varios beneficios, como separar las funciones de dirección y amortiguación, por lo que la suspensión delantera no se bloquea cuando, ya inclinado, entras frenando en una curva. Además permite un rendimiento superior, gracias a que el amortiguador totalmente regulable elimina los problemas inherentes a toda horquilla telescópica, actuando como un sistema anti-hundimiento al mantener constantes las geometrías de dirección en todo momento, ya que el sistema solo permite que la rueda se mueva arriba y abajo incluso en las frenadas más fuertes. En la Anniversary, la dirección es excelente y nunca tendrás el problema de que la rueda delantera pueda llegar a tocar con el motor en frenadas al límite. Asimismo se reduce el peso no suspendido, lo que mejora la respuesta de la suspensión, al margen de un aspecto muy limpio (sobre todo comparado con otras soluciones como la Bimota Tesi y su doble brazo delantero).
Este tipo de horquilla permite modificar todos los parámetros de cotas de geometría: avance, ángulo de lanzamiento, distante entre ejes, altura de asiento y distribución de pesos. También facilita la puesta a punto respecto a una telescópica. Si a ello añades una mejor relación rigidez/peso, entiendes el énfasis puesto por sus creadores para alejarse del camino convencional. Te recuerdo el trabajo de John Britten, de los ingenieros de BMW con su Duolever en la serie K o de los de Honda en su última Gold Wing.
CÓMO VA LA BROUGH SUPERIOR ANNIVERSARY
En marcha aprecias todas las virtudes de la Anniversary. Desde el principio te permite entrar frenando fuerte y tarde en una curva sin miedo a la respuesta del tren delantero. Ves cómo se mueven la pantalla y las bieletas de su sistema ante tus ojos para confirmarte que está trabajando para digerir cada irregularidad del asfalto. Sin embargo no lo sientes en tu cuerpo, porque el amortiguador lo filtra muy bien. Por otro lado, Henriette ha mantenido un cierto grado de hundimiento en el tren delantero para que no choque con la conducción a la que estamos normalmente acostumbrados y percibas que la moto frena cuando aprietas la maneta derecha.
Los frenos de la Brough Superior son también de muy elevada calidad. Para detener sus 186 kg con un reparto de pesos del 50/50% cuenta con nada menos que cuatro discos frontales Beringer de 230 mm con compuesto cerámico y aluminio, un par a cada lado, cada par mordidos por pinzas radiales de cuatro pistones con pastillas sinterizadas especiales. Funcionan bien y no son nada bruscos, así que tener tantos discos no sobra. Además, reducen las masas en rotación, lo que ayuda a la dirección. Y su imagen impacta, pareciendo un sistema de tambor junto a la imagen de la horquilla de paralelogramos.
La conexión con el pasado de este conjunto es solo estética, porque en la práctica todo el funcionamiento es sumamente práctico. No solo puedes tirar mucho de frenos incluso ya tumbado, sino que tampoco se pondrá recta y se saldrá de la trazada como ocurre con otras motos deportivas al cambiarse sus geometrías en ese preciso momento. Por otra parte, el ABS Continental MK100MAB trabaja bien, sin entrar en funcionamiento demasiado pronto, sino cuando debe y no de forma demasiado intrusiva. Buen trabajo, «messieurs».
Los puños metálicos son demasiado gruesos, pero no resbalan como pensaba en un principio. Junto con el resto de piezas metálicas, el conjunto da una sensación de mucha clase, de mucha calidad. Las bombas de freno y embrague así lo demuestran. Son toda una obra de arte visual.
Sale limpiamente desde tan solo 2.000 rpm sin ninguna protesta de la transmisión. El tacómetro no es fácil de ver dentro de una instrumentación al estilo de los clásicos Smith, completo con un pequeño panel digital. Muestra también la temperatura del motor y parciales o totales con un pulsador, pero no la marcha engranada, lo que es una pena. Una KTM Duke 125 sí lo tiene y resulta difícil comprender que una moto de más de 100.000 euros no. En este sentido, el botón de arranque y el que acciona los intermitentes son demasiado pequeños para accionarlos con guantes. Tampoco dispone de nivel de combustible, solo de un chivato.
Al margen de esto, la caja de cambios de seis relaciones se maneja sin ningún problema. El punto muerto es muy fácil de encontrar y el embrague muy suave, ¡seguro que más que el de esa KTM Duke 125! Esto la convierte en una muy buena solución para la ciudad, a lo que suma una posición de conducción erguida que te permite ver por encima de los coches que tienes por delante. Como opción se ofrecen diferentes manillares.
Cuando arrancas el motor, prepárate para llevarte una buena sorpresa. El motor de la Brough Superior, con sus cilindros en un ángulo de 88º, no debería estar muy lejos de los 90º de un V-Twin de Ducati. De hecho, sus cotas internas de 94×71,8 mm son casi idénticas a los 94×71,5 mm de la 1000 DS con motor desmodue. Sin embargo, la Anniversary no suena como una Ducati, sino más bien como una Aprilia RSV1000 con sus cilindros en V a 60º, lo que determina un sonido más comedido, con un tono más débil procedente de sus extraordinarios cuatro escapes a 1.400 rpm. Cuando superas las 6.000 rpm hacia la línea roja situada a 10.000 rpm encuentras un extra de empuje, así que merece la pena subirla bien de vueltas.
Thierry Henriette y su equipo de Brough Superior Motorcycles han construido un modelo conmemorativo con una enorme presencia visual, pero con unas condiciones dinámicas acordes con esta imagen. Es muy divertida de llevar, siempre y cuando no estés condicionado por tal cantidad de ceros en su línea de PVP. Porque no hay que olvidar que se trata de una moto para unos elegidos, en la que cuenta más su exclusividad que las cualidades o rendimiento. Mi Brough Superior moderna preferida sigue siendo la Pendide. Utiliza este mismo motor, pero que rebaja su factura hasta «solo» 60.000 euros en Francia. Como propietario de modelos Brough Superior hace muchos años, antes de que las unidades de la marca rompiesen la baraja de todas las subastas mundiales, me gustaría integrarme de nuevo entre los miembros de un club Brough Superior. Pero con estos precios me temo que voy a tener que esperar. Por lo menos, soñar es gratis…
¡Feliz cumpleaños, Brough Superior!
Fotos: Kel Edge