La motocicleta como movilidad urbana más sostenible

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Fórmula Moto
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El futuro es para los vehículos de dos ruedas y para los vehículos eléctricos. La moto es elemento clave para reducir la congestión en las calles y las emisiones contaminantes, y aumentar las posibilidades de aparcar.


Ante la creciente tendencia a cerrar los centros de las principales ciudades del mundo, las grandes ciudades españolas están adoptando, cada vez más a menudo, planes de restricciones de tráfico en algunas de sus principales arterias. El gran beneficiado, en teoría, es el peatón, pero, sin duda, el sector de la motocicleta puede salir muy reforzado con estas políticas.

Tanto Barcelona como Madrid llevan más de un año promoviendo iniciativas para conseguir una movilidad más sostenible, reduciendo el ruido, las emisiones contaminantes y la congestión de tráfico, que doten de más espacio al ciudadano de a pie, en detrimento de la circulación constante de vehículos privados por las calles del centro de la ciudad.

La capital de España ya ha visto como el Ayuntamiento sigue el ejemplo de ciudades como París o Estocolmo. En la capital francesa, una vez al mes se cierran los Campos Elíseos para que parisinos y turistas puedan pasear por los adoquines del centro de la ciudad del amor.

En Madrid, la Gran Vía y los alrededores de la Puerta del Sol limitó el tráfico durante las pasadas fechas navideñas. La Gran Vía tuvo únicamente un carril por sentido, permitiendo el acceso únicamente a residentes, vehículos de transporte público, motos y vehículos eléctricos.

Este hecho supuso un reajuste del volumen de tráfico en la capital española, obligando a los conductores a adoptar rutas alternativas para llegar a los destinos más céntricos de la ciudad. Es lógico que, entonces, las calles adyacentes, así como otras zonas de la ciudad, vean cómo aumenta el volumen de tráfico.

Por ello, las motos suponen la opción más favorable si se quiere seguir circulando en tu propio vehículo. Según un estudio realizado por la Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas (ANESDOR), si se cambiara un 10% de los vehículos matriculados en España por motocicletas, se llegaría a reducir hasta en un 40% el tiempo experimentado en atascos en las carreteras españolas.

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Cuatros razones principales

Pero, ¿qué principales ventajas produciría este cambio a los vehículos de dos ruedas? ANESDOR da cuatro grandes razones. En primer lugar, circular en moto puede reducir el tiempo de trayecto entre un 50 y un 75%, minimizando la pérdida de tiempo que supone encontrarse en un atasco cuando te desplazas dentro de la ciudad. Además, la comodidad que supone avanzar constantemente, sin tener que estar pendiente de si el vehículo de delante arranca o sigue parado en el mismo sitio, sin duda una importante colaboración a la movilidad urbana, y también una ayuda muy positiva para el humor de las personas.

Estrechamente relacionado con el menor tiempo pasado en la carretera, encontramos el segundo motivo. Los estudios demuestran que, con 100 euros de gasolina, la moto puede realizar hasta 3.000 kilómetros más que un vehículo de cuatro ruedas. A nivel económico, no cabe duda que el uso de la motocicleta puede ser muy beneficioso en el día a día.

El tercer factor que apunta ANESDOR es la enorme reducción en emisiones de gases contaminantes. La Asociación constata que la moto disminuye hasta el 50% el nivel de CO2 emitido por las motos respecto a las cuatro ruedas. Junto a otros factores geográficos y estructurales, Barcelona, con un parque de motocicletas de más de 250.000 unidades, mucho más elevado que Madrid, es menos habitual vivir episodios de alta contaminación.

El último motivo es, quizás, el que más impacta a nivel numérico. Según el estudio realizado, sustituir el 10% del parque de vehículos de cuatro ruedas por motos llegaría a disminuir, hasta en 168 millones de horas, el tiempo invertido en los atascos sufridos por las carreteras españolas. Eso supondría que un residente en España, circulando en motocicleta, se podría pasar hasta un 40% menos en retenciones de tráfico.

Ahorro, no solo en dinero

Así, el sector de las dos ruedas se muestra como un medio de mejora de la calidad de vida en las calles de las principales ciudades españolas. Menos tiempo en carretera, menos emisiones y un ahorro considerable de gasolina son algunas de las ventajas que supone vivir y utilizar la motocicleta como medio de transporte habitual.

Y si hablamos de ahorro y sostenibilidad, hay un segmento dentro del sector de las dos ruedas que empieza a brillar con luz propia. Se trata, ni más ni menos, que de la moto eléctrica.

La moto de por sí ya contribuye a la mejora de la movilidad y reducción de contaminación, además de los benéficos económicos que representan para sus usuarios. Pero la dinámica en busca de una mayor eficiencia y sostenibilidad lleva a los ayuntamientos a promover el usos de vehículos eléctricos y de combustibles alternativos entre los ciudadanos.

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La aceptación social de este tipo de vehículos, que debe ser apoyada y reforzada por políticas de sostenibilidad y mejora del medio ambiente, nos conducirán a un nuevo escenario donde la moto eléctrica tendrá mayor protagonismo y fortalecerá la posición de las dos ruedas como vehículo principal en favor de una movilidad eficiente y sostenible.

En este entorno, es posible que la motocicleta impulsada a partir de electricidad sea uno de los mejores vehículos posibles para usuarios. Primero porque este tipo de vehículo eleva la eficiencia de sus componentes, además de no emitir ningún tipo de gas contaminante y tener un nivel acústico sensiblemente menor al de las motos propulsadas a través de gasolina.

Por poner un ejemplo, ya en 2015 se matricularon 147 en Cataluña, el 94% de ellas en Barcelona, mientras que en el conjunto de España fueron 597 las eléctricas de dos ruedas vendidas.

Si bien es cierto que aún no disponen de las capacidades que sus hermanas de combustibles, sí tienen la tipología de los desplazamientos y la idiosincrasia de la capital catalana representan una verdadera pista de despegue para la moto eléctrica. Es en esos trayectos cortos donde sus cualidades podrían brillar con más fuerza.

Está por ver si los estamentos de poder adecuan la legalidad vigente para potenciar el uso de la moto dentro de las grandes ciudades. Un marco legislativo, junto a políticas de promoción e impulso serían, sin duda, factores relevantes para darle aún más importancia y proyección a un sector que, sin prisa, pero sin pausa, se está convirtiendo en elemento diferencial en las carreteras españolas.

A día de hoy, el potencial del vehículo eléctrico es evidente. Solo hay que enumerar algunas de las ventajas a nivel medioambiental y de reducción de costes de combustible que tiene. Sin embargo, en España aún hay mucho camino por recorrer.

El territorio español carece aún de la consciencia necesaria para fomentar al 100% el mercado de los vehículos con motor de propulsión eléctrica. Si bien es cierto que los fabricantes están desarrollando cada vez más opciones para, además de respetar el medio ambiente, ofrecer mejores prestaciones y fiabilidad a los usuarios, aún hoy en día existe poco conocimiento de los beneficios de circular mediante electricidad.

También es cierto que existe poca oferta en España y que estas opciones suelen ser muy caras para las características y posibilidades que ofrece. A falta de una mejor y más fiable oferta, el usuario español sigue decantándose por el vehículo de combustible. A fecha de 2014, menos del 2% de las matriculaciones en suelo español eran vehículos eléctricos.

Es responsabilidad del sistema legislativo español el ofrecer mejores condiciones para el desarrollo del vehículo eléctrico. Si bien en la Unión Europea se está avanzando mucho en este sentido, en España aún queda mucho por hacer. Debe facilitar su inclusión en el mercado de los vehículos, así como aumentar las facilidades para que la sociedad piense en el motor eléctrico como la mejor inversión a la hora de circular. Eso sí, entre otros aspectos, deben aumentarse sensiblemente los puntos de recarga en las calles de ciudades y pueblos españoles.

Tecnología y respeto al medioambiente van de la mano con la propulsión eléctrica. El futuro está aquí y es necesario que mercado de la automoción y políticas favorables al vehículo eléctrico evolucionen de la mano. Solo así el segmento eléctrico podrá consolidarse dentro del mercado de las dos y cuatro ruedas.