Comparativa Maxiscooter

BMW C 650 Sport vs. KYMCO AK 550 vs. Yamaha TMAX

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BMW C 650 Sport vs. KYMCO AK 550 vs. Yamaha TMAX
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Hace años, los scooter sport eran casi cosa de niños, al menos de jóvenes, aquellos 50 cc agresivos, rápidos y de fácil preparación. Ahora, si buscas verdaderas sensaciones deportivas tienes que buscar justo en el lado contrario.


Durante un tiempo, los maxiscooter deportivos ni siquiera eran un segmento de mercado. El pionero fue el Yamaha T-Max, un scooter diferente a cualquier otro vehículo de dos ruedas, con bastante salsa sport y esa estructura que llamamos de motor central. BMW fue la siguiente en llegar, con una estructura similar, pero aún más potente. Y desde hace poco se ha sumado KYMCO a esta lucha. Con los tres scooter ya disponibles, no cabe duda: ésta es la comparativa del año.

El KYMCO AK 550 ya lo habíamos estrenado, pero fue en un circuito, durante su presentación en Ronda. Allí demostraba que estaba, a nivel de sensaciones al menos, cerca de sus rivales y, sobre todo, de su rival por excelencia, el Yamaha TMAX. Y cuando en una presentación sales con esa sensación, las ganas de ponerlos uno frente al otro aumentan, como es lógico.

El BMW es similar a ambos, pero con claras diferencias. Más potente, con otro sistema de transmisión, ofrece un enfoque más, digamos, de autopista. Podría establecerse en otro segmento que quedaría reservado para scooter de más cilindrada y peso, pero es indudable que se trata de una alternativa clara en un plantel compuesto por lo mejor procedente de Alemania, Taiwán y Japón, y en todos los casos con opciones para el carné A2: el Yamaha sin modificaciones, y KYMCO o BMW con limitadores.

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CÓMO SON

Casi es difícil referirse a ellos como «scooter». Alguna vez incluso he llegado a escribir que habría que buscar un nombre diferente para estos vehículos: si un scooter lleva motor trasero y emplea el bloque motor como basculante, y las motos llevan el motor en el centro con un basculante independizado, estos tres rivales son motos, no scooter. Pero si un scooter lleva escudo, plataformas para los pies y el depósito no va delante de ti, entonces son scooter. En esta compleja frontera también habría que añadir los Honda Integra y X-ADV, pero con su motor DCT y llantas de moto-moto, juegan en otra división.

MOTOR

Los tres coinciden en estructura de propulsor, un motor con dos cilindros tumbados hacia delante en la parte central, bajo los pies del piloto. En el caso del Yamaha un 530 cc de 45 CV que entrega su potencia a través de un variador y un embrague multidisco en aceite. Todo ello va montado en el cárter principal y de ahí sale a un piñón de ataque concéntrico al eje del basculante que tira de una correa dentada a la rueda trasera.

En KYMCO tenían claro que este sistema que monta el TMAX era la mejor alternativa. Por ello lleva una mecánica muy similar. En este caso, el motor emplea una estructura muy similar, con los cilindros montados en un bloque junto al cigüeñal atornillado sobre el cárter de transmisión. Esta transmisión emplea los mismos elementos que el Yamaha, en las mismas posiciones, con el eje de salida también concéntrico al eje de basculante. Pero en este caso cubica 550 cc y entrega 53 CV.

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El BMW C650 Sport coincide con sus rivales en la posición del bloque, pero presenta diferencias. Para empezar, sus cifras son 647 cc y 60 CV. En este caso también hay un variador central, pero el embrague que recibe la potencia es un centrifugo normal, más parecido al de un scooter estándar. Desde ahí se transmite la potencia a través de una cadena carenada a la rueda trasera. Ese embrague y cadena son responsables, en parte, de ese funcionamiento más sonoro y tosco que el de sus rivales. Por cierto, el bulo de que el motor del BMW es de origen KYMCO y, por tanto, similar al del AK550 no es cierto. El motor BMW es de origen BMW, diseñado por BMW, bajo directrices BMW y fabricado, por encargo, en una fábrica de KYMCO. El motor del AK está totalmente diseñado y construido por KYMCO y, como hemos visto, es muy diferente.

La finura del motor Yamaha y la respuesta del KYMCO, similares a fin de cuentas entre ellos, están un punto por encima del BMW; más potente y rápido, pero menos fino.

PARTE CICLO

En la parte ciclo encontramos también diferentes soluciones. Yamaha emplea en el TMAX un monocasco de aluminio, una estructura original y poco vista en motos, que en esta versión 2017 se vio modificado con un basculante más largo y geometrías revisadas. En el KYMCO se ha empleado también el aluminio, en un chasis muy parecido al de una moto deportiva. Si quitases los plásticos te encontrarías con un chasis que podríamos definir como perimetral. BMW, más tradicional, emplea tubo de acero para un chasis con unas geometrías parecidas a las de sus rivales.

Frenos y suspensiones son, en todos los casos, de buen nivel. Tanto Yamaha como KYMCO han montado delante horquillas invertidas, con pinzas de anclaje radial. El C 650 Sport lleva también una horquilla invertida, pero las pinzas son convencionales. Detrás, Yamaha emplea un amortiguador bajo el scooter, con un sistema de bieletas para conseguir progresividad. AK 550 y C 650 Sport montan el amortiguador lateral y a la vista, montado en una especie de sistema cantilever, el BMW sin ningún tipo de progresividad y el KYMCO con cierta progresividad a través de un amortiguador especial, con gas y aceite en dos cámaras separadas y un pistón libre que se desplaza entre ambas.

El chasis y ciclo del AK está a muy buen nivel: aluminio, pinzas Brembo, amortiguador progresivo€ El TMAX le iguala en estos aspectos. El chasis de acero del BMW y sus pinzas estándar van muy bien, pero no llegan al nivel de sus rivales.

ELECTRÓNICA Y EQUIPAMIENTOS

Scooter de este nivel de precio, como es lógico, tienen mucho que decir en equipamientos de todo tipo. El AK 550, el último en llegar, es un scooter muy completo, a pesar de la diferencia de precio con sus rivales. Dos curvas de potencia seleccionables desde la piña izquierda y un cuadro electrónico digital muy completo, con sensores de presión de neumáticos más conexión con el móvil a través del sistema Noodoe, es lo más llamativo. El BMW cuenta con control de tracción y los originales sistemas de freno de aparcamiento en la pata de cabra y Flexcase, que amplía el hueco bajo el asiento para guardar un segundo casco integral cuando está aparcado. Incluye además la pantalla regulable en altura con dos palomillas, de forma que puedes regularla en cualquier momento, mientras que el AK tiene previstas dos posiciones de cúpula, pero hay que desmontarla con herramientas.

img 9813El TMAX plantea otra estrategia. Se ofrece en tres versiones: el estándar, el SX y el DX. El primero es el más básico y mantiene el equipamiento de los TMAX de siempre. Así, está por debajo de sus rivales en este aspecto. El SX cuenta con control de tracción y dos curvas de potencia. Y el DX añade la cúpula regulable de forma electrónica y el control de crucero. De este modo se convierte en el más equipado de los maxiscooter sport actuales.

Tanto KYMCO como Yamaha emplean llave de proximidad, mientras que BMW sigue confiando en la llave tradicional. En el AK todo lo referente al contacto y bloqueos va en un pomo central. Con la llave encima, pulsas en el botón del marco, se enciende en azul el borde de la consola de contacto y ya puedes girar el pomo a las diferentes posiciones de bloqueo, apertura de asiento y combustible o contacto. En el Yamaha hay varios botones. El de arranque conecta el contacto y en el centro del manillar tienes teclas de desbloqueo y apagado. Es algo lioso, pero le acabas cogiendo el truco. Y cuenta con un sistema muy interesante: con el caballete central., cuando boqueas la dirección, queda bloqueado también el caballete, de forma que no baja.

Además de esto, los tres están llenos de detalles de lujo. El BMW puede equipar calefacción de asientos y puños, al igual que el TMAX en algunas de sus versiones. Y el KYMCO AK 550 monta de serie los puños calefactables. El taiwanés añade el sistema de célula fotoeléctrica para el encendido de la luz del hueco del casco e iluminación Full LED, este último compartido con el Yamaha. El BMW, por su parte, lleva un sistema de cambio de luces automático en función de la luz ambiental, entre los LED de día y las cortas.

img 9830En los cuadros también hay grandes diferencias. Yamaha y BMW se imponen en este apartado al nuevo KYMCO. El cuadro del AK 550 tiene un diseño correcto y es completo en cuanto a información, pero tiene demasiados colores y algunas funciones no son fáciles de controlar. Además, con el sol de espaldas se convierte en invisible. El TMAX tiene un cuadro grande y muy completo, con dos esferas principales analógicas y una pantalla digital central que se controla con facilidad desde dos botones en la piña izquierda. El BMW es elegante, simple y completo.

Otro detalle de los mandos mejor resuelto en el Yamaha es el cambio de modos de conducción. Denominados «S» (Sport) y «T» (Touring), cambian desde un botón de modo en el momento que lo pulses y cortes gas. En el AK 550 no hay letras: el modo «full» se indica con dos flechas azules en las esquinas interiores de las esferas laterales del cuadro y el modo reducido o lluvia, encendido esos indicadores en naranja. Pero para cambiar entre ellos tienes que circular a menos de 20 km/h de marcador. El BMW, directamente, no tiene modos.

Los tres están a muy alto nivel, pero los tres pueden mejorar. El cuadro del KYM-CO y el sistema de cambio de modo no están lo logrados que deberían; en el BMW, a pesar de todo lo que incorpora, no ofrece modos de motor ni llave de proximidad. Además, coo en otros modelos de la gama germana, incluye parte del equipamiento en el paquete opcional «Gama alta». Y el TMAX es súpercompleto… si te decantas por la opción DX, siendo el estándar algo pobre comparado con los rivales, aún siendo más caro.

LOS MAXISCOOTER EN MARCHA

Los tres son los maxiscooter de mayor carácter sport y, sin duda alguna, los tres de mejor comportamiento en conducción deportiva. Enfrentarlos en las mismas carreteras, en las mismas condiciones, ha sido un auténtico placer. Principalmente porque los tres son magníficos exponentes de este nuevo segmento y ninguno de los tres defrauda, más bien te enamoran. Todos son capaces de demostrar lo mejor que tienen y que acabes olvidándote de sus características mejorables. Y cada uno de ellos sobresale en distintos aspectos.

A grandes rasgos, el BMW es el más potente y rápido, sin duda alguna. Son 60 CV, casi 650 cc, y eso, lógicamente se nota. También es el que más sensación de scooter transmite, aún siendo más grande en general. Es más áspero de funcionamiento y se aprecian más ruidos mecánicos y traqueteos, pero es un scooter de gama alta y BMW, es decir, no es incómodo ni esa «aspereza» da sensación de baja calidad. Simplemente, es así por diseño del grupo motor.

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El TMAX es, en ese sentido, justo lo contrario. La suavidad de marcha que tiene es casi prodigiosa y solamente notarás tanta perfección en motos de muy alta gama. Todo es suavidad, incluso el sonido, a un volumen ideal, con una ronquedad de voz que solo tiene un TMAX. De hecho, su sonido característico no ha cambiado: lo oyes y lo identificas. Anda mucho, acelera muy bien y la sensación de lujo y calidad que transmite es inigualable, a día de hoy, en ningún scooter. En esta última versión se ha «aburguesado», porque vas sentado más detrás por el plafón de botones de apertura de asiento y gasolina que llevas en la punta del asiento. Esto da más espacio para las piernas, pero hace que no puedas plantar ambos pies en el suelo aún midiendo 1,80 m. No es mucho más alto que el AK 550 y mide lo mismo que el BMW, pero se llega mucho peor. Y una vez en marcha, toda esa comodidad, ese mayor espacio para las piernas y la nueva posición se ha conseguido sin perder nada de su efectividad sport. Es increíble lo deprisa que se puede llevar por curvas.

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El AK 550 nace con una pregunta en el aire. Es el más barato, viene de una marca sin experiencia en motos grandes, aunque sí se trata de un referente como fabricante de scooter. Entonces, ¿está al nivel de sus rivales?. Rotundamente sí. No solamente eso, sino que les supera en algunos aspectos. Es tan rápido como el TMAX y casi tan suave, aunque unas suspensiones más duras y un menor aislamiento del motor hacen que te lleguen más vibraciones, si bien es más fino que el BMW. El sonido del motor, con el cigüeñal calado a 270º, es muy similar a un V4. Si el TMAX se puede identificar por el sonido, con el KYMCO no te confundirás si lo oyes de espaldas y apostarás a que lo que se acerca es una Honda VFR. En conducción deportiva es tan efectivo como el Yamaha, pero un asiento más bajo y esas suspensiones le dan incluso más agilidad y rapidez a la hora de cambiar de lado. Lástima que el cuadro no esté a la altura del resto del scooter.

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EN CIUDAD

Los tres consiguen, siendo verdaderos deportivos diseñados para ambientes más abiertos, mantener su utilidad como scooter útiles en la urbe. Giran bien, por supuesto, en un semáforo salen los primeros y son estrechos y compactos lo suficiente como para no resultar engorrosos. El mejor, en este ambiente, es el KYMCO. Tanto el TMAX como el AK son algo más compactos que el alemán, pero el asiento permite llegar mejor al suelo en el KYMCO. El BMW es más ancho y largo, pero gira tan bien como sus rivales y se llega mejor al suelo que con el Yamaha.

EN CARRETERA

Son scooter, de acuerdo, pero sus prestaciones y comportamiento los llevan a otro nivel, cercano al de una moto media deportiva. Quizá no corran tanto, en términos de velocidad máxima, pero andan lo suficiente para mantener ritmos muy altos en carretera. Sumado a un comportamiento impecable, hacen de ellos vehículos verdaderamente efectivos y divertidos en cualquier carretera revirada, con buen asfalto, permitiendo demostrar esa capacidad deportiva que se les ha querido dar. Los tres requieren buen asfalto. Son capaces de rodar sobre pisos más rotos, pero como buenas motos deportivas que son, botarás y notarás con claridad todos los baches sobre los que pases.

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Con el AK 550 se puede ir muy deprisa. Frena muy bien, se tumba todo lo que te atrevas, avisando muy bien de lo que pisa y del agarre disponible. Cambia de lado de inclinación con rapidez y una precisión absoluta. Y, por supuesto, acelera y corre mucho. El TMAX es similar. Pesa menos, lo que aprovecha para calcar las prestaciones del más potente KYMCO. Precisión también absoluta de la trazada que quieres hacer y excelente capacidad de agarre e inclinación. Pero parece algo más lento de reacciones a la hora de cambiarlo de posición. Le gana el AK por muy poco. El BMW les supera a la hora de acelerar o recuperar. Pero necesita más espacio para frenar o cambiar de dirección. Es evidente que dispone de un chasis menos rígido, menos deportivo, y llevado a ese límite de deportividad se le nota menos dispuesto.

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EN AUTOVÍA

La autovía, las autopistas y cualquier vía rápida son, sin duda alguna, terreno del alemán. Son siete CV más que el KYMCO y quince más que el TMAX dedicados a acelerar y correr más que los rivales. En este tipo de carreteras, donde la capacidad de frenar fuerte, inclinar mucho y cambiar de dirección es secundario, esa mayor velocidad, el mayor espacio disponible y la cúpula regulable en altura con palomillas hacen de él compañero ideal para hacer muchos kilómetros. Yamaha y KYMCO no van mal, ni mucho menos, porque corren lo suficiente como para hacerte saltar todos los puntos del carné en un descuido. Y son muy cómodos, suficientemente suaves y silenciosos como para hacer de una ruta larga en autovía un placer. Pero tendrás que pagar el precio del DX para tener cúpula regulable en marcha en el TMAX y ni por esas en el AK, que se conforma con regularse en dos posiciones, con herramientas.

ASÍ LOS VEMOS

Directamente, son «lo más» en el mundo del scooter. En cuanto a prestaciones, a comodidad, equipamientos o comportamiento en carretera, solamente son comparables a alternativas como los Integra o X-ADV de Honda (que no son 100% scooter) o el Burgman 650 (que no pretende ser un sport). Eficaces en carretera, cómodos en autovía, útiles en ciudad, cumplen con todo lo que se les puede pedir, en cualquiera de los casos, con holgura. Todos tienen elevados niveles de equipamiento, diferentes, pero difícilmente valorables. Para mi el control de tracción puede no tener importancia y sí tenerla la posibilidad de regular la pantalla. O ser imprescindible que tenga mayor hueco para el casco, a pesar de no tener llave de proximidad.

prestaciones

Lo que es menos subjetivo es su comportamiento. Y en esto sí hay posiciones claras. Si buscas comportamiento deportivo, tu scooter es el AK 550. Por finura, prestigio e imagen, el TMAX es inigualable por ahora. En cuanto a prestaciones puras y comodidad en largos viajes, BMW. Y si lo que quieres es usarlo en pareja, cualquiera de ellos es suficientemente grande, cómodo y prestacional como para que el pasajero se sienta a gusto y tú no notes casi en absoluto su presencia.

ficha tecnica

 

Yamaha T-Max