Motos clásicas de 125 cc para llevar con carnet de coche

Las Bultaco 125: dedo rampante con carnet B

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Las Bultaco 125: dedo rampante con carnet B
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Bultaco nació en 1958 y lo hizo precisamente con una 125: la Bultaco Tralla. Ahora, con aquella primera Bultaco a punto de cumplir 60 años, es de las marcas clásicas que mayor herencia han dejado, puesto que su logo, su imagen y su mito trascienden el mundo de la moto.


Sí, hay «bultaquistas»,»montesistas», «ossistas», «vespistas» y de todo. En algunos casos es un sentimiento casi religioso, como ser del Barcelona o del Madrid. Y ello llevará a que, a buen se-guro, algunos no estén de acuerdo conmigo: yo creo que Bultaco es la marca más reconocible por todos como «moto clásica española» por excelencia. También tiene una ventaja: a la hora de recuperar una, de restaurarla o ponerla en marcha, la cantidad de clubs, literatura, fotos, motos ya en marcha e incluso recambistas que ofrecen piezas refabricadas para ellas facilitará mucho las cosas. También son fáciles de encontrar. Hay una oferta amplia de motos de todos los precios y condiciones, en mejor o peor estado donde elegir. Otra de las ventajas de elegir Bultaco es la amplísima gama que la marca desarrolló en sus 25 años de historia, con más de 200 modelos en todas las cilindradas, especialidades y estilos. Aunque las motos más recordadas de la marca son de cilindradas por encima de los 250 (Metralla, Frontera, Sherpa, etc) siempre continuó desarrollando modelos de 125 cc, que se pueden llevar con el carnet de coche.

Bultaco Tralla 125

La primera Bultaco en la historia es la Tralla 101, una moto fiable y rápida, de carácter deportivo según los cánones de la época. De ella se derivan todos los modelos posteriores, con un motor con cadena de transmisión primaria y caja de cambios de cuatro velocidades. Se declaraban para ella unos interesantes 12 CV a 6.500 rpm, una cifra más que importante para la época, que le permitían superar los 115 km/h según las informaciones de entonces. Un depósito redondeado, pintado en dos colores, con un asiento largo y ergonómico definen las líneas de un modelo realmente llamativo.

No son baratas si están en buen estado. Se fabricaron menos de 4.000 motocicletas y se identifican por números de bastidor y motor 000.0001 en adelante. Bultaco tomó la costumbre de identificar internamente sus modelos por los números iniciales de bastidor y motor: si empieza por 22, es una mercurio 155; si empieza por 215 es una Frontera 370Mk11…

No es difícil de restaurar si tiene todas sus piezas principales, es decir, motor y chasis completos, depósito, etc, pudiendo conseguirse sin muchos problemas piezas más pequeñas como gomas, puños, palancas y demás.

bultaco tralla 101

En 1963 se presenta la Tralla 102. Es una moto de estética más moderna. De hecho, se basa en la evolución que el año anterior se había presentado, la famosa Metralla 200 (o Metralla 62). Esta Tralla 102 es la versión 125 cc de la Metralla. Comparte con ella depósito, asiento y otras piezas, lo que facilita aún más su restauración, entre otras cosas porque también se fabricaron más unidades (por encima de las 6.000).

De ella derivan también las Sherpa S, la primera moto de cross de la marca, de la que hubo versiones de 100, 125 y 200 cc. Como buena moto de cross no era matriculable, por lo que no servirá si lo que quieres es una moto para moverte en carretera o ciudad. Algo similar ocurre con las preciosas y exclusivas «Tralla Super Sport», más conocidas como TSS. Se trata de motos de carreras derivadas de estas primeras Bultaco de calle.

bultaco tralla 102

La Tralla es una buena moto para iniciarse, salvando el hecho de que no será barata en buen estado. Es rápida, tanto como una 125 4T actual, que no frena mal si llevas los frenos bien mantenidos, aunque era un punto mejor en las 102, con un tambor delantero mayor y ventilado. Lleva el cambio al lado derecho de la moto. Las primeras Bultaco (y hasta bien entrados los 70) llevaban los pedales cambiados de lado con respecto a lo que hoy es estándar, algo que en aquella época era muy normal y no requiere más que una cierta costumbre para no suponer problemas.

Bultaco Mercurio

En 1960 la gama se amplió. A las Tralla 101 se añadieron las Sherpa N y S, las primeras motos de campo de la marca. No tenían mucho que ver con lo que todos recordamos hoy día como Sherpa, la T de trial. Era una derivada de las Tralla, con escape elevado y oros retoques. En versión N era una moto para recorrer caminos, pero la más pequeña de motor es la 155. En versión S, como ya hemos comentado, era una moto sin luces ni posibilidad de matricular, exclusivamente para circuito cerrado de motocross. Se fabricaban también las 155 y 200, dos de las pocas Bultaco que pasaron sin nombre al mercado. Pero en 125, una cilindrada muy demandada, hacía falta algo más económico. Así nació la Mercurio. Identificadas por número de bastidor empezando en 6 más cinco cifras, la Mercurio 125 era un moto derivada de la Tralla 101, con un acabado algo más espartano para reducir costes. Exhibía una filosofía menos deportiva de lo que la marca había hecho hasta entonces y de lo que sería, en definitiva, la historia de la marca en años posteriores.

bultaco mercurio 125

Sin embargo, se convirtió en la familia más longeva, ya que se fabricaron Mercurio hasta el cierre de la fábrica. Ahora bien, no en versión de 125 cc, cilindrada cuya vida fue desde el año 60 al 66, con más de 9.000 unidades fabricadas. Con 9 CV, no es una Tralla, desde luego, pero es una moto ligera (83 kilos se declaraban), muy ágil y con merecida fama de indestructible. Otra moto interesante y «de la familia» es la Campera 125, una derivada de la Mercurio en la que se cambió el escape, en ésta por arriba, y algunos detalles más para uso en zonas rurales.

Conseguir una Mercurio 125 a buen precio no es difícil. Es una moto que abundó en aquellos años y eran motos duras que no se emplearon en competición o en esfuerzos especiales. Restaurarlas, como suele ocurrir con las Bultaco, no es complicado y se consiguen bien recambio e información. El resultado es una Bultaco clásica, de fácil uso, agradecida y divertida de llevar.

Bultaco Junior

En 1966, Bultaco se plantea hacer un modelo para atraer a los más jóvenes. En aquella época, el carnet A1 que te podías sacar a los 16 años limitaban la cilindrada que podías conducir a los 75 cc. Se presenta una nueva Junior 74, una moto con imagen moderna y cuidada que replica los laterales plásticos de la Metralla y Tralla 102, lleva un depósito más cuadrado, al igual que el faro. El motor exteriormente es un calco de los motores grandes de la marca.

En cuanto a sus prestaciones, entrega 7 CV y, lógicamente, se puede llevar hoy día con el carnet de coche convalidado al tener menos de 125 cc y 15 CV.

bultaco junior 125

Pero vamos a referirnos a las versiones más grandes. En años posteriores. las Junior se comercializaron en 100 cc, 125 cc y 150 cc, siendo esta última la única que no podrías llevar con ese carnet B. La 125, presentada en el 67, se fabricó en dos series. Una primera hasta el 71 con 9 CV y las mismas líneas que la 74 del año anterior, identificada por números de bastidor 39 y seis cifras más. Una segunda serie, conocida como Junior 125 GT2, con motor retocado, declaraba 15 CV. Según cifras oficiales, esta GT2 rozaba ya los 100 km/h.

No son motos excesivamente valoradas. Lógicamente, son las 125 cc y 150 las que más valor tienen, siendo ago más baratas, en las mismas condiciones, las 74 y 100 cc. Restaurarlas puede requerir algo más de paciencia. No hay tantas piezas para ellas como para otras Bultaco más populares, pero plásticos, puños, palancas y demás son compartidas por otras motos de la marca, por lo que tampoco, salvo casos de piezas muy específicas, será gran problema encontrarlas.

Bultaco Streaker

El » canto del cisne» de las Bultaco de carretera lo suponen las Streaker, una motos que para muchos son de las más bonitas que se fabricaron nunca en España y que nació ya en plena época de crisis de la marca para sustituir a las Junior, unas motos ya muy desfasadas en lo estético.

En los planes iniciales de la Bultaco Streaker no se encontraba solo una línea más moderna. Debía llevar una nueva generación de motores, mucho más modernos, con transmisión primaria por engranajes e incluso preparado para, en un futuro, llevar refrigeración por agua. El chasis era también innovador, un multitubular en acero, formando triángulos, que suponía toda una novedad en una moto de su cilindrada.

Se fabricaron en 74 cc y 125 cc;, con una primera serie decorada en color negro, rayas y chasis dorados, y una segunda blanca, con asiento con colín en fibra. Las 125 de ambas series son el modelo 204 (número de bastidor y motor, ya sabes, empezando en 204). Las negras se fabricaron entre el 77 y el 79, con el motor con las tapas » de siempre» y las blancas, en el 79, con una nuevas tapas de motor, más ligeras y ajustadas, pero con la misma mecánica de siempre.

bultaco streaker

Motos ligeras y rápidas, fueron las protagonistas de aquella Copa Streaker de la que salieron pilotos como Aspar, Pons o Cardús entre otros. Lo cierto es que mecánicamente y en cuanto a prestaciones iban «justas», en una época en la que ya estaban por llegar motos italianas y japonesas mucho más evolucionadas y modernas.

Una Streaker en buen estado no es barata. Son motos buscadas y valoradas, sobre todo las 125. Restaurar y volver a poner en funcionamiento una no es difícil. porque casi todo lo que necesites se refabrica hoy día. Y una vez en marcha tendrás una moto que llamará la atención y que en frenos, estabilidad y prestaciones no está lejos (mejor, en algunos casos) que las utilitarias 125 cc actuales.

Bultaco Lobito, Alpina, Frontera y Sherpa

Bultaco tiene tanta fama por sus motos de campo como por las de carretera. Y era muy propio, sobre todo en los añso 80, utilizar motos de campo para «todo uso». Sin embargo, las Bultaco casi siempre intentaron hacer motos muy especializadas y eso las convierte en menos apropiadas para este «todo uso» que otras motos.

En la gama que nos ocupa, de motos hasta 125 cc, hubo muchas Bultaco. Dejemos aparte las Sherpa S y Pursang de motocross, no matriculables. Las Frontera, las motos de enduro por excelencia a partir del años 76 en la marca, fueron verdaderas motos de competición si nos referimos a las 250 , 360 ó 370. Las pequeñas 74 y 125 fueron simplemente motos que aprovechaban la evolución del motor Junior y posteriormente Streaker con una carrocería que recordaba a las Frontera, en versiones Mk10 ó Mk11. Una última Frontera, con depósito amarillo, fue solo fabricada en 74 cc.

Ninguna de ellas es una moto especialmente valorada. Estaban claramente por debajo de la competencia, sobre todo en el caso de las 74 cc. Por ello no son caras y encontrar una 74 cc no es difícil, siendo algo más complicado encontrar una 125. Y no es fácil que estén en buen estado, ya que estas motos para jóvenes sufrían malos tratos y modificaciones, generalmente, poco acertadas.

Las Sherpa T, la Sherpa famosa de trial, sí se fabricó, en varios modelos a lo largo de los años, en 125 cc. Hay bastantes, en mejor estado que las Frontera, y se encuentran sin ser muy caras. Algunas versiones, con asiento doble, son más acertadas para un uso actual en cualquier circunstancia. Pero eran verdaderas motos de trial, una réplica a escala de las 250 y 350. No son cómodas para uso diario.

Una moto poco difundida y poco valorada, pero interesante hoy día, es la Alpina. Fabricada en 125 cc en los años 73 y 74, en modelos con código 97 y 113, era una trail excursión derivada de las Sherpa, pero más cómoda. Una moto que actualmente puede usarse como una trail para recorridos en ciudad y excursiones por el campo con cierta facilidad y comodidad.

bultaco lobito

Pero la «reina» de las 125 cc de campo de Bultaco es, sin duda, la gama Lobito. Aparecen las primeras en el año 66, con motor de 100 cc. Se fabricarán poco después en 75 cc y en el 69 hay ya una 125 Mk3, con código 53. Su evolución es curiosa. Las primeras Lobito son motos de todo uso, pero con cierto enfoque hacia el trial. A partir de las Mk3 se convierten en motos rápida, más enfocadas al motocross o al enduro, con respuesta muy potente. Hacia las últimas series, más allá de las Mk6, vuelven a su origen trialero, siendo las últimas las llamadas Lobito T, semejantes a la Sherpa T. Se fabricaron en muchas cilindradas, desde los 75 cc hasta los 175cc. Con estas evoluciones, algunas de las 125 no pueden hoy día llevarse tampoco con carnet B, ya que pasan de los 15 CV reglamentarios, siendo las Bultaco más potentes de la cilindrada, excepción hecha de las de competición Pursang o TSS.