Viaje por California en moto eléctrica (I)
Las ventas de motos eléctricas no cesan de crecer en EE.UU. Las mejoras en autonomía y reducción en el tiempo de recarga ya las sitúan como una opción como sistema de transporte personal accesible. No en vano, gigantes como Harley-Davidson y Polaris han presentado sus cartas en este segmento y creo que solo es cuestión de tiempo que el resto de grandes marcas se sumen a esta tendencia.
Pero una cosa es disfrutar del silencio de rodar sobre una moto eléctrica en tus desplazamientos del día a día y otra es afrontar un viaje de largo recorrido. ¿Qué te parece una ruta por el norte de California, con tramos desde el nivel del mar en la costa del Pacífico hasta más de 2.400 m de altura en el Parque Nacional Yosemite o adentrarse casi 300 km en el interior en el corazón de Sierra Nevada? Pues vámonos.
Así es la Zero DSR 2016
La Zero DSR ZF13.0 es la moto elegida para emprender este viaje. La marca estadounidense Zero celebra este año su décimo aniversario. En 2006 fue fundada por el ingeniero de la NASA Neal Saiki, primero bajo la denominación de Electricross. Al principio su sede se encontraba en el garaje de su propia casa en Scotts Valley, al sur de San Francisco, en los bosques junto a las playas del Océano Pacífico en la ciudad de Santa Cruz. En la actualidad, Zero Motorcycles es la marca de motos eléctricas más grande del mundo, con una fábrica de 6.400 m2, teniendo en cuenta que las marcas chinas fabrican fundamentalmente scooter.
He tenido ocasión de probar cada nueva generación de modelos Zero durante los últimos seis años, así que soy plenamente consciente de los avances logrados por su departamento de I+D en cuanto a autonomía y prestaciones. A la cabeza de este trabajo se encuentra desde 2010 el anterior ingeniero jefe de Buell, Abe Askenazi. El desarrollo del nuevo motor Z-Force IPM (Interior Permanent Magnet) sin escobillas, unido a la mayor eficiencia de unas baterías desarrolladas por ellos mismos con celdas importadas, han logrado un hito tanto en autonomía como en capacidad de carga frente a la competencia.
Según Zero, la configuración IPM produce potencia de forma más eficiente a mayor velocidad, por lo que el motor genera menos calor al reducir la temperatura del imán, además de enfriarse de forma más rápida. Su diseño es más eficaz al situar los imanes dentro del rotor, donde quedan más protegidos de interferencias magnéticas y de los efectos térmicos del motor del estátor. Otra ventaja es la reducción de las inercias rotacionales, lo que resulta en una mejor respuesta al igual que ocurre con un cigüeñal más ligero en un motor de combustión interna cuando gira más deprisa.
Tecnología superior a Tesla
Zero afirma que la avanzada química de sus celdas dispone de la más alta densidad energética en la industria de los vehículos eléctricos, incluyendo a sus vecinos de Tesla Motors (situados a solo 50 kilómetros de distancia). En 2016, el desarrollo se ha materializado en una superior densidad energética mediante baterías de ión-litio más eficientes, lo que ha permitido a sus modelos añadir baterías de 2,9 kWh denominadas Power Tank detrás de la tija de dirección y delante del «depósito» que se suma al paquete principal de baterías de 13.0 kWh para alcanzar una autonomía de casi 320 km en uso urbano, unos 160 km a una media de 113 km/h en carretera o unos 175 km combinando ambos ámbitos, siendo la primera vez que se supera la cifra de 160 km. Si todo ello lo unes a un grupo motor más potente, capaz de entregar un 56% más de par (143 Nm) y un 25% más de potencia (67 CV) que la versión 2015, y un nuevo controlador de 660 A, parece posible ser más ambicioso en tus desplazamientos más allá de los diarios de ir y volver del trabajo.
Con todos estos datos sobre la mesa, propuse el reto a Zero de emprender un viaje de unos 1.400 km por el norte de California para comprobarlos en la vida real. Y me lo aceptaron. Pusieron a mi disposición una nueva Zero DSR, el modelo trail de más prestaciones de la marca. En España se comercializa a un precio de 18.140 € y asciende a 20.868 € equipada con la opción Power Tank para mayor autonomía. Sí, el precio de compra es superior al de una moto convencional equivalente, pero debes tener en cuenta el mínimo coste de mantenimiento. Al margen de sustituir neumáticos y pastillas de frenos, además de una correa que garantiza 40.000 km de uso, ninguna otra operación requerirá pasar revisiones en el taller. Por no hablar de los reportajes casi gratis.
Para incrementar la rapidez de carga, dentro del baúl trasero se instalaron dos cargadores Elcon de 2.5 kWh con adaptadores en forma de «Y» que aumentan dicha velocidad de carga en unas seis veces respecto al equipo de 1.3 kWh estándar. Con este último se puede recargar la moto en el trabajo o durante la noche en casa. Con el añadido de estos cargadores dentro del baúl, puedo utilizar las mismas tomas que los Toyota Prius o Nissan Leaf, con lo que puedo recargar desde el 5% hasta el 95% en menos de dos horas, comparado co las casi 12 horas del sistema estándar.
Para ilustrar el viaje, cuento con la compañía de mi amigo Phil Hawkins, fotógrafo británico que reside en California a pocos kilómetros de la fábrica Zero. Realizará la ruta a bordo de su Triumph Tiger 800 XC. Así tendré «asistencia en viaje» si me quedo tirado… ¿Cómo evitarlo? Mediante la web www.plugshare.com, sabes qué tipo de sistema de recarga de vehículo eléctrico tienes más próximo, incluso si alguno está roto o fuera de uso. Una web de comunidad online muy útil.
Día 1: Scotts Valley- Santa Helena
Phil y yo emprendemos el viaje tras recoger una Zero DSR negra con maletas (en el baúl se encuentran, como te he dicho, los cargadores) de la forma más británica posible, ¡bajo la lluvia! Planeamos los puntos de recarga y nos planteamos aprovechar cada recarga para comer o hacer turismo, además de por la noche cuando durmamos, si es posible. Siempre cargaremos a tope de capacidad, porque nos puede hacer falta más tarde…
Por supuesto que nuestra «hazaña» sobre una moto eléctrica no será la primera. En la fábrica de Zero me encontré con Terry Hershner, quien tiene el récord de viajes de largo recorrido sobre una moto de la marca. En 2013 fue la primera persona en atravesar EE.UU. costa a costa sobre una moto eléctrica y en septiembre de 2014 logró hacer 1.675 km en 22 horas y 57 minutos desde el norte de California hasta la frontera de Méjico y vuelta, utilizando solo puntos de carga públicos por el camino. En mayo de 2015 hizo 480 kilómetros tras una única carga con una batería de 27 kWh, es decir, más que con un Nissan Leaf, siempre acompañado de su husky Charger. Este perro va en moto desde que era un cachorro y, como dice «Electric Terry», «afortunadamente ha dejado de crecer, así que podemos ir ambos sin problemas sobre la moto».
Tras recorrer los primeros 80 km en silencio atravesando los bosques teñidos de rojo de Skyline Drive, nos dirigimos a un restaurante famoso entre los moteros de la zona de Bay Area llamado Alice para un desayuno tardío. Hasta llegar aquí atravesamos pequeños pueblos cuya principal fuente de ingresos ¡es la recaudación de multas por exceso de velocidad! A ritmo legal, podía escuchar el zumbido de motor de la Triumph, no el mío… Por cierto, hay que tener cuidado con la gente que te rodea, porque no te oyen llegar. Los frenos españoles J.Juan funcionan a la perfección para no atropellar a nadie, en combinación con el ABS Bosch de serie. También te ayudan plenamente cuando deseas detener los 210 kg (más el doble cargador dentro del baúl) desde alta velocidad. Alcanza casi los 160 km/h de punta, pero lo más extraordinario son sus aceleraciones. Los únicos ruidos que desprende la Zero es el rozamiento de los neumáticos en el asfalto y el funcionamiento de la correa y la transmisión.
Dispone de tres modos de respuesta que se visualizan en una instrumentación que puede modificarse mediante una app específica, y es fácil instalar el móvil en la moto con un accesorio. Las aceleraciones son más suaves en la opción ECO y dispone de mayor freno regenerativo cuando cierras el puño derecho. En el modo Sport te beneficias de aceleraciones más vivas y cero freno regenerativo, con lo que puedes surcar curvas de carretera de montaña con una conducción muy fluida sin recurrir al «freno motor» al estilo convencional. La tercera opción Custom permite regulaciones personalizadas. Es de la que yo disponía, con aceleraciones suficientes para levantar la rueda delantera cuando abres el puño a tope y con pleno freno regenerativo para, por ejemplo, cuando tienes que bajar puertos.
Saliendo del restaurante, pusimos rumbo al norte hacia San Francisco por la Highway 92. Nos detuvimos para recargar de nuevo en lo que se conoce como Ciudad Española (Spanish Town), donde se encuentra una gran exposición de dinosaurios de metal. Aprovechamos para comer en la antigua base militar española de 1776 en la ciudad de Presidio, situada en lo que entonces era la región de Nueva España. Fue conquistada por EE.UU. en 1846 y sirvió de guarnición de defensa de la Bahía de San Francisco hasta 1994. Hoy día se encuentra en proceso de reforma de sus barracones para convertirlos en habitaciones privadas con magníficas vistas al famoso puente Golden Gate.
Hasta finalizar una recarga que me costó 1,5 $, nos resistimos a la tentación de visitar el museo de la familia Walt Disney que se encuentra en Presidio (www.waltdisney.com). Me temo que me voy a arrepentir… La razón es que teníamos una reserva para cenar en uno de los restaurantes más solicitados de Napa Valley, la región de Bay Area que se beneficia de un clima mediterráneo para el cultivo de la vid. La comercialización de vino se remonta a 1858 y en la actualidad cuenta con 450 viñedos que han sobrevivido a crisis como la Ley Seca en los años 20, en la que muchos cerraron, excepto a los que les permitieron la producción para la realización de la eucaristía…
En el restaurante Mustards Grill (www.mustardsgrill.com) podemos degustar las distintas variedades de la famosa uva de California. En realidad, sus orígenes datan de mediados del s. XIX, cuando se introdujeron procedentes de Croacia. Es un lujo que creemos que nos hemos ganado después de recorrer los primeros 300 km de una ruta que también incluyó atravesar el Golden Gate hacia Marin County en busca de Mount Tamalpais, lugar que se considera el origen del mountain bike. El campeón del campeonato nacional AMA de cross, Mert Lawwill (quien también participó en el rodaje de la mítica película On Any Sunday), produjo aquí las primeras bicicletas de este estilo del mundo y suspensiones específicas para estos vehículos.
A solo cinco minutos del restaurante se encontraba nuestra primera parada nocturna, en Santa Helena. Elegimos el hotel Harvest Inn porque disponía de dos tomas de carga gratis y allí dejé la Zero antes de ir a cenar en un autobús del propio hotel que te lleva y te trae al restaurante. Cuando regresé, ya estaba cargada a tope, así que la retiré para dejar sitio en caso de que alguien más lo necesitara. De todos modos, si llegas a una toma y hay un coche o moto que ya está cargada, no está mal visto desconectarlo y enchufar tú tu vehículo.
Día 2: Santa Helena – Tahoe Lake
No podíamos irnos de Napa sin visitar una de sus bodegas. Menos mal que las catas aquí se hacen probando y escupiendo en lugar de bebiendo. De otra forma me habría preocupado ver un enorme conejo de 10 metros de alto de acero inoxidable como el que está saltando al lado de la carretera llamado Little Bunny Foo Foo. En Hall Wines se cultiva el vino desde hace 150 años, con añejas cosechas de Cabernet Sauvignon que tuvimos ocasión de catar.
Llegó el momento de dirigirnos hacia Sacramento, la capital de California, por la revirada Highway 129, un lugar donde explorar la excelente manejabilidad de la Zero DSR para una moto trail cargada con baterías extra. Las suspensiones Showa cumplen muy bien su tarea, así como los neumáticos Pirelli MT-01.
Siempre había querido visitar el Museo del Ferrocarril de California (www.californiarailroad.museum/index) desde que lo descubrí en un programa de la BBC, y por fin llegó mi oportunidad. Con nuestra web encontramos una toma de recarga próxima, pero las seis plazas estaban ocupadas por coches. Uno de ellos ya estaba cargado, y el cable no me daba para utilizar el de la Zero sin moverlo. Menos mal que la responsable del aparcamiento, llamada María González, sabía de quién era el Toyota Prius de marras y la llamó para retirarlo, porque me quedaba solo un 28% de carga tras nuestro recorrido por la autovía… a buen ritmo. La recarga era gratis y la visita al museo mereció mucho la pena. La historia de esas locomotoras de vapor que empujaron el crecimiento de las ciudades que conformaron los Estados Unidos es asombrosa.
Vuelta al garaje y descubrimos que la hora punta se adelanta en California a las 15.00 h. La autopista está hasta arriba de coches y nos vemos obligados a colarnos entre los coches, una maniobra que en EE.UU. solo está permitida en California. En una moto eléctrica es un placer, ya que no tienes que accionar la maneta de embrague, solo acelerar y frenar. A 30 kilómetros al este de Sacramento nos desviamos para visitar la prisión de Folsom State, la segunda más antigua de California tras la de San Quintín. Data de 1880, en plena fiebre del oro, y fue una de las primeras cárceles de máxima seguridad de la nación. En ella se han ejecutado 93 prisioneros en un período de 42 años. Si eres admirador como yo del cantante Johnny Cash, también conocido como The Man in Black, debes saber que un concierto suyo en estas instalaciones inspiró la memorable Folsom City Blues. Por dos dólares, puedes visitar su pequeño y fascinante museo, donde uno de sus guardas me reconoció por la bandera británica de mi casco. Tiene una Aprilia RSV4 y quería saber qué se siente al pilotar una superbike oficial de la marca italiana, ¡con todos los detalles!
Antes de dirigirnos al puerto de montaña en busca de nuestro destino aquella noche en el Lago Tahoe, necesitaba hacer una nueva parada para recargar. La subida seguro que me dejaría sin mucha carga. Encontramos un punto en la ciudad de Placerville, pero no había nada interesante que hacer allí, así que nos fuimos con la Triumph a tomar un café. Cuando regresamos, la toma dejó de funcionar y me dejó solo con el 84%. Como ya se estaba haciendo de noche, seleccioné el modo ECO y le cogí el rebufo a la Triumph para consumir aún menos. Nos encontrábamos en la US50, la mítica autopista transcontinental construida en 1926 para unir San Francisco con California y Maryland, y teníamos que culminar Echo Summit, el punto más alto de California, de 2.250 m, antes de descender hacia el Lago Tahoe.
Cada vez más a oscuras, la carretera se hace tan empinada que no pude seguir con el modo ECO, ya que la reducción de par no te permite subir con un ritmo adecuado y la moto totalmente cargada. Selecciono Sport y espero llegar a la cima todavía con carga para luego bajar hasta el lago. Por lo menos, la respuesta del motor no queda afectada por la altitud. Me tumbo en posición aerodinámica y… alcanzo la cumbre con un 7% de carga.
En el descenso, el propio lago Tahoe se encuentra a 1.897 m de altitud y abarca las fronteras de los estados de California y Nevada. Quedan todavía 24 kilómetros para llegar y la Zero me marcaba que tenía batería para solo 20, así que pensé que a mi compañero con la Triumph le iba a tocar remolcarme.
Pero no. El sistema de freno regenerativo entró en acción y llegué a mi punto de destino con el 13% todavía disponible. Añade dos alternativas, una cuando simplemente cierras el acelerador, notando cierto «freno motor» y viendo el registro en la instrumentación, y otra cuando aprietas cualquiera de las palancas de freno. Esta es una de las razones de la buena frenada de la Zero.
Este día habíamos recorrido 305 km. El Hotel que elegimos fue un Marriott, por dos razones. Por un lado, disponía de garaje con carga gratis de vehículos eléctricos, y por otro porque estaba a solo cinco minutos andando para comer tarde en el Harrah Casino, abierto 24 horas. Allí aproveché para recuperar el dólar y medio que hasta ahora me había gastado en «gasolina», y cinco minutos más tarde ya tenía unas ganancias de 3,15 dólares. Solo en la toma de carga de Presidio tuve que pagar por recargar durante nuestro viaje de una semana.
Sigue esta Ruta por California en moto eléctrica en la segunda parte de este artículo.