Prueba Sym Joymax 125 GTS

Prueba Sym Joymax 125 GTS
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Es una de las claves del éxito de SYM en 2013, la única marca (junto con Keeway), capaz de escapar de los números rojos de ventas este año. Disponible en dos ver-siones, con carburador e inyección, te mostramos los secretos de la alternativa SYM Joymax 125 GTS más económica.


¿Cómo es el nuevo SYM Joymax 125 GTS? Suficientemente grande como para acoger a pilotos de cualquier tamaño sin problemas, pero suficientemente compacto como para moverse correctamente en ciudad; con mucho equipamiento, nada que echar en falta y detalles a sumar como el cortacorrientes escondido; con un motor que, si bien no es el que más corre, se defiende bien en cualquier circunstancia y poco «gastón». Este Joymax es un scooter que casi raya la perfección, según tus necesidades.

Es en el tamaño y posición de conducción, sobre todo, en lo que más destaca. No hay muchos modelos tan bien pensados en estos aspectos. Unos, por defecto: falta espacio para pilotos grandes o, simplemente, carga. Otros por exceso: cabe todo y cualquier talla de conductor, pero en ciudad pierden agilidad. No es así con el Joymax 125 GTS. Cierto, bajo el asiento no caben dos integrales, pero sí uno y un jet, más una guantera delante. Es suficiente para casi cualquier usuario. Y cierto, no es un ligerísimo scooter urbano y pesa más de 170 kg, pero no se aprecian en absoluto, gira mucho y se llega muy bien al suelo. Es suficientemente estrecho como para pasar por casi cualquier lado, pero también tiene la anchura necesaria para protegerte bien del aire.

2393Bien equipado, ofrece piloto de leds y cuadro con doble pantalla digital en dos alturas que  resulta muy llamativa, más por la noche con el cuadro encendido. Lleva una salida de aire caliente en el centro del contraescudo, con rejilla que puedes cerrar, apertura del asiento eléctrica y el citado cortacorrientes dentro del cofre. Para enchufar cargadores incorpora dos tomas, una USB y la tradicional para cargador de 12v dentro de una guantera fácil-mente accesible, aunque sin cierre. Y el contacto lleva obturador, que además se acciona automáticamente al bloquear la dirección: así no te olvidas de cerrarlo.

El motor es el ya conocido de carburación y refrigeración líquida de la firma. Hay otra ver-sión con el motor de inyección, más sofisticado, pero también más caro. No se declara po-tencia para este motor, que debe rondar (y es una simple apreciación) sobre los 13 CV. Con ellos, no es el 125 más rápido del mercado, pero sí está en una aceptable posición media de la tabla de prestaciones. Pero sí que estaría entre los mejores en cuanto a parte ciclo: estable, con buenas suspensiones y frenos, es un scooter agradable y divertido de conducir, confiable, y al que se le coge el aire muy rápido.

En marcha

Un scooter de buen tamaño, alargado, no muy alto y más estrecho que otros «maxi» de su categoría, a la vista parece más compacto. En cuanto te subes, la buena altura del asien-to y los rebajes en la plataforma, que dejan bajar las piernas rectas, más una agradable disposición de todos los mandos que hacen que te sientas cómodo con el scooter desde el primer momento. A pesar de los 170 kg de scooter, gracias a ello, en parado se mueve bien, tanto desde el asiento como desde su lado.

Se pone en marcha con facilidad, emite un sonido ronco, de moto más grande. Es un mo-tor suave y la buena terminación de plásticos y de todo el scooter en general hace que no haya «ruiditos» ni vibraciones raras. 

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En cuanto abres gas, el Joymax se mueve con suavidad. Parece algo perezoso en los primeros metros y las aceleraciones son suaves y sin ninguna violencia. Llama la aten-ción, sin embargo, que se nota muy ágil desde el primer momento y con muy buen tacto del tren delantero. Con ello, moverte por ciudad, entre coches y obstáculos, se hace fácil y agradable.

En cuanto sales a la carretera ves que no es un scooter rápido. Sus 101 km/h de veloci-dad máxima reales se nos antoja un poco justo para un «maxi» 125 de más de 3.000 €. Eso sí, en cuanto llegues a las curvas, rotondas o similares, el SYM es un gran aliado: se agarra muy bien y el tren delantero transmite confianza suficiente como para entrar muy deprisa. Los frenos también ayudan: añade un sistema de frenos combinados muy bien tarado, lo que hace que, salvo situaciones muy especiales, jamás cambie el tacto en las manetas o tengas sensaciones raras: puedes frenar como quieras, que el SYM responde con naturalidad y eficacia. Algo similar ocurre con las suspensiones que, sin ser duras, sí ayudan a mantener trazadas en curvas y permiten tumbadas importantes. Especial men-ción merecen los amortiguadores: trabajan muy bien y te permiten absorber los baches sin cortar. Tu espalda lo agradece.

Con pasajero

Es un scooter de más de 170 kg: por chasis o manejabilidad no pone problemas a la pre-sencia de invitados en la parte de atrás. Hay mucho espacio también para el pasajero, con respaldo a su disposición, asas en buena posición y unos reposapiés que salen de su alo-jamiento con tocarlos con el tacón. El motor nota el peso extra y no mantiene las mismas prestaciones, como es lógico, pero tampoco se queda «muerto».

Motor

El motor del Joymax sigue siendo el mismo de carburación que ya montaba el GTS al que sustituye. Por supuesto, es ya de agua y con culata multiválvulas. SYM no declara cifras de potencia ni par, pero debe estar en un rango medio (unos 13 CV). Es muy suave de funcionamiento y con un consumo muy positivo.

 

Equipamiento

Es un scooter lujoso. Detalles como la canalización de aire caliente, la apertura del asiento desde el manillar o el piloto trasero de leds así lo atestiguan. 

Carga

Tiene hueco suficiente para dos cascos, un integral y un jet. Pero el hueco es alargado, lo que permite meter más cosas entre ellos. Delante tiene una guantera al lado derecho pero sin cierre. Ahora bien, si necesitas llevar objetos más voluminosos, necesita-rás un baúl.

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Confort

Muy cómodo en todos los sentidos, es espacioso y tienes doble plataforma para los pies. El asiento permite largas horas sobre él si fuese necesario y la protección aero-dinámica es también muy buena.

Parte ciclo

Al buen chasis (bautizado Double Bone), buenos frenos y buenas sus-pensiones, se unen unas llantas de 14″ y 13″ detrás. Esto, junto a unos buenos neumáti-cos Maxxis, hace que se logre un resultado muy notable.

ASÍ LO VEMOS
El SYM saca muy buena nota en cualquier prueba dinámica. Una parte ciclo excelente en toda circunstancia, con buen agarre gracias a los neumáticos Maxxis, unas suspensiones acertadas y un chasis bien realizado, además de buenos frenos, así lo demuestran. Y no saca la máxima nota en carretera por unas prestaciones discretas: le cuesta superar los 100 km/h, aunque con paciencia llegas a superarlos. En ciudad es casi prodigioso, ya que no es un scooter pequeño (es algo más grande que un Grand Dink, por ejemplo), pero se maneja tan bien y con tanta agilidad como cualquier scooter medio.
 
Muy cómodo, el asiento está bien mullido y la posición de conducción es agradable. Cuenta con amplísima plataforma para poder pilotar al estilo custom. El equipamiento cuenta con todo lo necesario y con detalles por encima de la media: así, por ejemplo, lleva una salida de calefacción que no es frecuente encontrar en cualquier scooter y el ya típico cortacorrientes en el hueco de la mayoría de los SYM. En cuanto a su capacidad de car-ga, bajo el asiento puede albergar un integral y un jet; como es alargado, entre ambos puede caber una chaqueta o algún otro objeto.
 
 
Lo mejor
 
-Muy estable, ágil y noble de reacciones
-Buena relación entre tamaño y agilidad
-Equipamiento y terminaciones de calidad
 
Mejoraría con
 
-Más hueco bajo el asiento 
-Precio en comparación con rivales directos