Peugeot Django 125: el sabor más retro

El desembarco de Peugeot en el segmento Vintage se hace realidad con mayúsculas. Una carrocería muy atractiva, original y diferente a lo conocido, con un motor de 125 cc de aire y metida en una parte ciclo de funcionamiento muy correcto completan la nueva propuesta Django de la firma francesa en este sector cada vez más competido.

Pero la firma gala va más allá de la simple creación de una nuevo scooter retro. El Peugeot Django 125 se ha presentado en cuatro niveles de terminación, más un quinto «a medida»; mediante un configurador disponible en internet con el que podrás diseñarte tu propio scooter, con una variedad de colores, accesorios y detalles que harán que sea difícil (si te lo propones) que alguna vez en tu vida te cruces con un Django igual que el tuyo. Nada menos que 110.000 combinaciones (sí, no es un error: ciento diez mil) ha calculado Peugeot que ofrece para el Django.

Cómo es el Peugeot Django 125

La versión Django Heritage será el más básico: llantas blancas, retrovisores redondos, colores pastel, de inspiración absolutamente retro y, como todos los Django, la «V» luminosa de posición delantera, en barra de LED, intermitentes y piloto trasero también de LED. El cuadro es ovalado hacia arriba, con el cuentavueltas por fuera y una pantalla digital en el centro. Es completo, legible y de diseño acertado, combinando lo retro con lo actual.

Evasion y Sport son los siguientes en la lista de precios. Uno, el primero, supone un mayor equipamiento: sillín más retro, cúpula, portabultos delantero, cubiertas con banda blanca y pintura en dos tonos: la parte superior será blanca y la inferior en otro color, con junquillo cromado separándolas. El Sport incorpora sillín monoplaza, con el asiento trasero a entregar también al propietario: lo transformas en un minuto, con un solo tornillo. Añade color azul «Francia» o un original plata mate (tendrás que ir a verlo al concesionario: las fotos no le hacen justicia), con dorsal en el lateral y llantas grises.

Allure es el más alto de la gama. Baúl trasero, asiento especial en colores marrones, llanta gris y neumático blanco y pintura bitono son sus características.

Django_ID es el nombre que se emplea para los Django configurados a través de internet. Parte de la la versión con frenos SBC y a partir de ahí tú eliges entre 22 colores, más las posibilidades bitono, espejos, portabultos, junquillos, tipo de neumático, retrovisores, si incorpora o no la barra de LED delantera, tipo de asiento, si llevas o no dorsal (a elegir entre el 18 y el 25)… Estará disponible a partir de octubre para configurarlo y se tardará entre uno y dos meses en su entrega, tras llevar tu configuración a un concesionario y formalizar el pedido.

Bajo el asiento cabe un casco jet, aunque deja espacio alrededor para otros objetos. Delante, con la llave en el centro del contraescudo, abres las dos portezuelas que dan acceso al tapón de la gasolina y a una pequeña guantera. Mecánicamente se emplea el motor de aire que ya usaba Peugeot en CityStar AC y Speedfight 3. Es de procedencia SYM, de carburador (lo que permite que el Django monte una palanca de arranque, además del eléctrico) y aire. Entrega 10,2 CV y se declara un consumo de 2,9 l. a los 100 km. En ciudad es suficiente para los 129 kg declarados. La parte ciclo, con chasis tubular de acero, emplea ruedas de 12″, de serie con neumáticos asiáticos (allí se fabrican los componentes, pero se ensambla en Francia), frenos de disco en ambas ruedas y con frenada combinada SBC en todas las versiones salvo el básico Heritage. Para las suspensiones se ha confiado en una horquilla telescópica que, si bien no queda tan retro como las de paralelogramo, asegura un mejor control del tren delantero. Y detrás, un solo amortiguador sin reglajes: no sería fácil, pues va completamente tapado por la carrocería.

Se ha presentado en versión 125 cc; será la principal en nuestro mercado. Pero estará disponible también en 50 con motores 2T ó 4T y, solo bajo pedido especial, en versión 150 cc.

Cómo va el Peugeot Django 125

Como hemos visto, el Django es, mecánicamente, un scooter básico. Es su diseño, su capacidad de ser personalizado y acabados o aspecto de scooter de lujo lo que marcarán la diferencia. Su fuerte está en sus líneas, en la capacidad que tiene de «girar cabezas» de los que te ven por la calle. Y esto está comprobado; en la presentación en Sevilla eran muchos los viandantes que se nos quedaban mirando. Aunque imita bien las líneas de un scooter de los años 50, también sorprende al incluir impactantes detalles tecnológicos como sus luces LED.

En marcha, en Peugeot han sido capaces de, con una tecnología de modelo básico, hacer que el Django sea suave, fácil y agradable. No hay vibraciones, ruidos mecánicos ni malas formas en ningún aspecto. Es bastante bajo de asiento (770 mm) sin ser un scooter pequeño. Gira bien, lo que le permite ser ágil en ciudad. Responde bien al acelerador desde abajo, sin tirones y sin demostrar pereza. Eso sí, con sus poco más de 10 CV se supone que en carretera se quedará un poco justo, algo que tendremos que descubrir una vez realicemos nuestras mediciones. Pero en ciudad, desde luego, es muy adecuado, con suficiente motor para garantizar aceleraciones correctas.

De serie monta unos neumáticos que en seco se han mostrado suficientes. Es el caballete el que marca el límite a la hora de tumbarlo. Lo hace con corrección, fácilmente y sin extraños. Pero toca pronto en el suelo con la punta del caballete si te empeñas en demostrar que puedes hacer conducción deportiva con él. Las suspensiones también funcionan correctamente. No son demasiado blandas, pero sí cómodas. Para un scooter con pretensiones deportivas, que no es el caso, serían un poco suaves, pero van bien en este planteamiento de scooter. Frenos igualmente correctos, sin frenada combinada en el Heritage y SBC en los demás, un sistema propio de Peugeot que con la maneta izquierda envía presión a la rueda trasera hasta que un limitador desvía parte de esa presión a la rueda delantera. Funciona muy bien, no causa cambios en el tacto de las manetas y asegura la frenada correcta. Pero tampoco frena mal el Heritage, ahora bien, confiando en que su piloto sabe hacerlo, empleando las dos manetas.

EN CONCLUSIÓN

A veces, la clasificación de los segmentos de scooter se queda algo corta. Hablamos de un scooter retro, de acuerdo, pero dentro de estos no es lo mismo los scooter retro de origen asiático que copian los antiguos Honda Shadow que una Vespa GTS tope de gama. Ni su precio tampoco, claro está. Entre medias, todo tipo de precios, acabados y calidades.

El Django es un caso especial. Salvo Piaggio con sus Vespa, los intentos de Lambretta y algún otro caso aislado, los scooter retro son modelos básicos con una carrocería de aire Vintage y un precio ajustado. Pensados para los que tienen algo más de presupuesto y ganas de un estilo más «chic», en Peugeot ha querido ir un paso más allá. Con buen equipamiento y una calidad de acabados alta, con unas posibilidades de elección casi infinitas para los posibles compradores, el Django quiere ser la gama alta de los retro, más cercano a Vespa que al resto de la competencia. No obstante, emplea una mecánica básica muy probada. Tampoco hace falta más. A la vista está: por líneas y «look», está a la altura.

Los precios de los Peugeot Django 125 oscilan entre los 2.899 € del Heritage, 3.199 € de los Evasion y Sport, y los 3.399 € del más equipado Allure. Para los Django_ID, como es normal no hay precio fijo: depende de cómo lo configures. Pero estará entre los 3.199 € de la gama intermedia hasta unos 600 € por encima si lo completas con todas las opciones posibles.