La DGT inicia una nueva campaña con la que tendrás que tener mucho cuidado este verano

La velocidad al volante continúa siendo uno de los principales factores en los siniestros de tráfico. En 2023, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), se registraron 211 siniestros mortales en los que la velocidad fue un factor determinante. Ante esta preocupante estadística, la DGT ha lanzado una nueva campaña de control y concienciación sobre los riesgos de la velocidad en las carreteras.

La velocidad inadecuada es el tercer factor más habitual en los accidentes de tráfico, especialmente en aquellos con víctimas mortales. Desde el pasado lunes 15 de julio, y hasta el próximo domingo 21, la DGT llevará a cabo una campaña intensiva de control de velocidad.

Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y policías locales vigilarán tanto vías urbanas como interurbanas, prestando especial atención a los tramos de riesgo asociados a la velocidad. La DGT anunciará la existencia de controles a través de paneles de mensaje variable y señalización vertical circunstancial, con el propósito de prevenir accidentes mediante la visibilidad de los controles.

DGT: los riesgos que entraña la velocidad

Desde la DGT se hace un llamamiento a todos los conductores para que respeten los límites de velocidad. Mantener una velocidad adecuada puede evitar hasta una cuarta parte de los fallecidos en siniestros viales. Además, la probabilidad de que un peatón sobreviva a un atropello disminuye drásticamente a medida que aumenta la velocidad del vehículo: a partir de 80 km/h, es prácticamente imposible que un peatón se salve, mientras que a 30 km/h, el riesgo de muerte se reduce al 5%.

La velocidad afecta tanto al riesgo de verse involucrado en un accidente como al impacto de las lesiones. A mayor velocidad, es más difícil reaccionar a tiempo para evitar un accidente, y el impacto en una colisión es más devastador. Según un estudio del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), una reducción de tan solo 1 km/h en la velocidad media de las carreteras de la Unión Europea podría prevenir 2.200 muertes al año.

El nivel de cumplimiento del límite de velocidad en España varía según el tipo de vía, tal y como asegura la propia DGT. En las autovías, el 63% de los turismos circulan a la velocidad permitida, mientras que en las autopistas este porcentaje baja al 51%. En carreteras convencionales, el cumplimiento es del 43%, un nivel similar al de Bélgica (46%). En vías urbanas con límite de 50 km/h, el cumplimiento es del 65%, uno de los valores más altos entre los países europeos.

Por su parte, en las calles con límite de 30 km/h, el cumplimiento es del 32%, siendo el valor más alto entre los tres países para los que se dispone de datos. La velocidad media de los turismos en estas calles es de 36 km/h, 11 km/h menos que en las calles de 50 km/h, lo que reduce significativamente el riesgo de atropellos mortales o graves.

Además, desde el pasado 7 de julio de 2024, todos los vehículos matriculados nuevos deben contar con una serie de funciones de seguridad avanzadas (ADAS), incluyendo el Asistente Inteligente de Velocidad (ISA). Este sistema, que combina el navegador del vehículo y un sistema de reconocimiento de señales, ayuda al conductor a conocer y respetar los límites de velocidad, lo que contribuye a la mejora de la seguridad vial.

La concienciación, una parte importante

La Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (ASPAYM) colabora con la DGT para concienciar a los conductores sobre los riesgos de la velocidad. Voluntarios con lesión medular acompañarán a los agentes en los controles de carretera para mostrar las consecuencias irreversibles de no respetar los límites de velocidad. Esta colaboración forma parte de la campaña “No corras, no bebas, no cambies de ruedas”, que utiliza testimonios personales para sensibilizar a los conductores.

Mayte Gallego, presidenta de ASPAYM, enfatiza la importancia de respetar los límites de velocidad y la prudencia al conducir. La campaña busca recordar que la velocidad excesiva es una de las principales causas de accidentes mortales en carretera.