MotoGP Holanda: de vacaciones con los deberes hechos

Si echamos un vistazo a la primera mitad de temporada de Fabio Quartararo notamos el gran paso hacia adelante no sólo en términos de rendimiento; también en cómo ha gestionado las carreras y, sobre todo, en cómo ha usado la cabeza. Esa es la gran diferencia con respecto al Quartararo de 2020. Cuatro victorias, la última el pasado domingo en Assen, le aúpan como líder de la general y ya puede disfrutar del verano con tranquilidad gracias a una cómoda ventaja de 34 puntos sobre su compatriota Johann Zarco, lo que le permite incluso fallar sin perder el liderato.

El francés era uno de los favoritos a ganar en La Catedral gracias a su ritmo de carrera que el propio piloto de Yamaha se preparó ya desde el mismo viernes. La Yamaha, pese a lo que otros pilotos digan, es la mejor moto de la parrilla y la dupla que conforma con Quartararo convierten a los de Iwata en un equipo imparable.

En la misma salida, Quartararo salió como un tiro y a punto estuvo de colisionar con su compañero de box en la lucha por la primera plaza, que se saldó del lado del francés. No obstante, ni él ni ningún otro piloto hubiera esperado el ritmazo de Pecco Bagnaia. El italiano fue un gran escollo para Quartararo, que cedió momentáneamente el mando de la carrera. La Desmosecidi se defendía bien en la zona de rectas, pero era llegar el tercer y cuarto sector, las zonas donde salía el tiempo, y la M1 de Quartararo se echaba totalmente encima. Unas vueltas fueron suficientes para ejecutar el adelantamiento y poder escaparse.

A partir de aquí, fue un auténtico monólogo del francés que recordó a sus otras victorias: todo está en su sitio, imprime un gran ritmo que le permite escaparse y gestiona su ventaja. Para cuando el resto quiso reaccionar, ya estaba demasiado alejado. Esta victoria es toda una declaración de intenciones de cara a la lucha por el título. Sí, Quartararo ha pasado con nota el primer semestre del curso y, tras las merecidas vacaciones, llegará el momento de la verdad. Fue en la segunda mitad de la temporada 2020 donde el francés se vino abajo, echando por tierra cualquier oportunidad de llevarse la corona. Sabedor de esto, tendrá que se mucho más cerebral en cada carrera si esta temporada quiere ser campeón. El cambio en él se ha notado hasta ahora, por lo que sólo queda mantenerlo en las carreras que se avecinan.

Maverick Viñales: lastrado por el inicio de carrera

Maverick Viñales, del que ya sabemos que no continuará en Yamaha la temporada que viene, era el máximo favorito a la victoria en Assen. Lo demostró desde el mismo FP1 del viernes y lo certificó con la pole del sábado. Sin embargo, el de Roses continúa adoleciendo de un mal que le ha acompañado desde hace tiempo: las salidas.

En La Catedral sucedió más de lo mismo. Tuvo sus más y sus menos con Quartararo en la salida y luego perdió algunas posiciones. Para cuando quiso reaccionar, su compañero se había escapado lo suficiente como para que fuera sumamente difícil luchar por la victoria. ‘Mack’ lo intentó y llegó a reducir drásticamente la distancia con su compañero de equipo, pero entonces no quedaban vueltas.

Su cara al bajarse de la moto no era de satisfacción, si no de quien no está pasando por su mejor momento, sabedor de que una etapa ha llegado a su fin y, seguramente, con la vista puesta en la temporada que viene. No hay duda alguna acerca de la profesionalidad de Viñales, pero es un piloto al que, tras el anuncio oficial de Yamaha este mismo lunes por el separan sus caminos, le habrán salido muchos ‘novios’. Es totalmente entendible la posición de ambas partes: la de un piloto harto de que no lleguen resultados y al que, según él, no le han dejado hacer la moto a sus gustos. Yamaha, por su parte, tampoco puede mantener a un piloto que no da resultados cuando en la otra parte del box sí que los están dando.

Todavía no se ha hecho oficial dónde irá a parar Viñales, aunque todo apunta a que arribaría al equipo Aprilia como compañero de Aleix Espargaró. De seguro que no será una moto tan competitiva como la Yamaha, pero el catalán tendrá poder de decisión total a la hora de desarrollar la próxima RS-GP. Veremos en qué acaba la cosa.

Joan Mir despierta

El reciente campeón del mundo no está teniendo una temporada fácil. La rivalidad ha crecido mucho y la igualdad mecánica entre las motos ha provocado que el mallorquín sufra para colarse en el Top 5. Esto ha cambiado en esta carrera de Assen donde las Suzuki funcionaron mejor. Eso sí, sufrió mucho para poder desquitarse de unas Ducati que le quitaban las pegatinas en las rectas, literalmente.

No obstante, pudo aprovechar el mejor paso por curva de su GSX-RR para abonarse a la tercera plaza. Puede que el parón veraniego le venga como un guante a Mir para analizar la situación y llegar a Austria, circuito donde siempre ha sido fuerte, con las pilas cargadas. Recordemos que fue en la segunda mitad de temporada cuando el mallorquín materializó el golpe de efecto que lo catapultó a ser campeón del mundo de MotoGP la pasada temporada.

Marc Márquez sacó petróleo

Este pasado fin de semana en Holanda ha sido toda una montaña rusa de emociones para Marc Márquez. De plantearse no correr tras su aparatosa caída en el FP2 a volverse a meter en el Top 10 tras salir desde la vigésima posición en carrera. Está claro que la Honda tiene graves problemas de grip en el tren trasero y eso puede traer consecuencias fatales para un piloto que sigue bastante tocado tras su lesión del año pasado.

El de Cervera volvió a tirar de carácter para arriesgar al máximo en la salida y pasar del puesto 20 al 10 en apenas unas curvas. No obstante, fue en este grupo donde permaneció el resto de la carrera. No por ritmo, si no por haber salido tan atrás. Luchando codo con codo junto a Bagnaia, Aleix Espargaró y Takaaki Nakagami, se la volvió a jugar en la última vuelta para adelantar en la chicane a su compatriota y terminar en la séptima plaza, como primera Honda.

No está siendo un año bueno para Honda. Su moto es muy complicada de llevar y los problemas del agarre en el tren trasero la convierten en un arma muy destructiva para sus pilotos. Puede que el parón veraniego sea lo que necesiten para analizar los datos de esta primera mitad de temporada y dotar a sus pilotos con una moto más dócil.

Bagnaia: la esperanza para Ducati en un GP complicado

Los de Borgo Panigale sabían desde el principio que la carrera de Assen iba ser complicada. No es una pista donde la Desmosedici se defienda bien, pero se sorprendieron del ritmo de Bagnaia: tercero en la Q2 y primero en las compases iniciales de la carrera. Desgraciadamente, la impulsividad del italiano por mantener lejos a Quartararo le llevó a salir de los límites de la pista en varias ocasiones, por lo que fue sancionado con una long lap penalty.

Esto le hizo retroceder hasta la octava plaza, en el grupo conformado por Márquez, Espargaró y Nakagami. A partir de ahí, tuvo que luchare con uñas y dientes para terminar en una meritoria sexta plaza. De no haber sufrido la sanción, el italiano hubiera luchado por las plazas de podio haber sumado unos importantes puntos de cara al campeonato.

También hay una parte buena y es la confirmación de que este año las Ducati son más competitivas en escenarios donde históricamente no lo habían sido. Con esto en mente, la fábrica italiana volverá del parón al Red Bull Ring, una pista que sí les ha ido bien, por lo que esperan cuajar buenos resultados con todos sus pilotos. Pero ahora es momento de descansar y recargar pilas.