Sin alma o sentimiento no somos nada. El rumbo de Macbor demuestra la importancia de la comunidad motera
La comunidad y el sentimiento que esta desprende es importante para una marca de motos. No sólo para fidelizar a cada cliente, y con ello asegurarse la existencia en el futuro, sino también como declaración de intenciones. En este sentido, todos conocemos marcas de todos los ámbitos en las que hay creada una gran comunidad. En ella, sus integrantes se sienten parte de algo y adquieren un determinado estatus por el mero hecho de estar en esa comunidad. Es una ‘win win situation’: la marca se beneficia económicamente y los clientes se aprovechan a su vez de ese beneficio.
Precios y ofertas de todo los modelos Macbor que hay en el mercado
Como te decía, hay muchos ejemplos de esto pero no recientes… hasta ahora. Con la marca de motos Macbor podemos hablar, en tiempos actuales, de la creación de una comunidad en un corto espacio de tiempo. Huelga decir que esto es harto complicado de conseguir. Macbor, que viene juntar Mc (hijo) y Bor (de Bordoy) viene a decir algo así como hijo de Bordoy, un conocidísimo grupo empresarial de las dos ruedas con más de 50 años de experiencia en el sector.
En este sentido, Macbor vio la luz en 1999 como una apuesta personal del grupo que arrancó vendiendo motos infantiles. No fue hasta 2017 que comenzó su gran puesta de larga para penetrar en el mercado de las dos ruedas con una nutrida gama de motos de pequeña y media cilindrada. Tras una primera fase de concepción de producto en modo “OEM”, en la cual Macbor desarrollaba sus productos a partir de plataformas existentes en colaboración con importantes fabricantes internacionales, la firma de Barcelona ha emprendido desde 2021 un nuevo camino que pasa por el diseño «made in Barcelona».
Los primeros resultados de esta nueva fase son las nuevas Montana XR1, Rockster y Rockster Flat; tres modelos que desde el 2017 son los más vendidos de la marca y que ahora se presentan totalmente renovados y con un diseño que las convierte en motos únicas. De aquí el eslogan que Macbor ha elegido para presentarse en la pasada 80a edición del Salón Internacional de la Moto de Milán y dirigirse a sus futuros socios internacionales: «Macbor, motorcycles with soul from Barcelona».
Arrancar una marca desde cero es especialmente difícil, pero hacer que ésta crezca y se pelee con los grandes actores del sector de las dos ruedas adquiere una nueva dimensión. Macbor puede presumir de luchar en las ‘grandes ligas’ y más de 13.000 clientes ya confían en la marca desde su lanzamiento oficial. ¿Cuál es el secreto? Además de una amplia gama de modelos con una gran calidad precio -sí, estamos hablando de la Montana XR5-, precios contenidos y una atención de postventa a la altura, lo que caracteriza a Macbor es su comunidad propietarios.
‘Macbor Lovers’ o ‘Macborians’: diferentes nombres para un mismo sentimiento
La creación de una buena comunidad ha sido uno de los principales mimbres de Macbor. En pleno proceso de expansión, decidió asociarse con dos importantes personalidades del mundo de la moto. Seguro que conoces a Gerard Farrés, corredor del Dakar en dos y cuatro ruedas y un experimentado piloto offroad. Y también te sonará Judit Florensa, ex piloto de profesional de motociclismo, periodista y una de las caras visibles de la sección de motos en Teledeporte.
Juntos, ambos embajadores han logrado potenciar el mensaje y la filosofía de Macbor y ayudar en la creación de una comunidad de propietarios única. La cercanía, el trato humano y los eventos que se crean en torno a la marca han sido los principales factores. En todos ellos, el propietario se encuentra en el centro. “La comunidad de Macbor es realmente sorprendente. Lo más especial de todo es que es algo que ha nacido de forma natural. Es uno de los rasgos que la diferencian de otras marcas”, indica Judit.
“Una curiosidad que sirve de ejemplo es que los propios usuarios han creado grupos en redes sociales de ‘Macborians’ de diferentes zonas de España. Están en contacto constante, comparten contenido y hacen salidas y actividades juntos”, continúa diciendo Judit. Por otro lado, Gerard Farrés incide en la calidad de sus motos como una de los principales motivos de la rápida expansión de la comunidad Macbor. “Es una moto fiable, bonita, fácil de conducir y para todos los bolsillos”. El precio es una cuestión clave en un público motero para el que la pasión ha dejado su posición dominante en la toma de decisiones en favor de la utilidad.
El secreto está en los eventos
Los eventos suelen ser el núcleo en la estrategia de expansión de la comunidad de una marca de motos. Y en el caso de Macbor, los diferentes eventos y experiencias son una constante. En la Bassella Race 2023, una importante carrera de enduro, Macbor invitó a un grupo de clientes para acompañar a Farrés, que disputó la prueba offroad a los mandos de una Macbor Montana XR5 y que pudo regalar una victoria a su afición de ‘Macbor Lovers’. “Nos tendríais que haber visto cómo animábamos a Farrés cada vez que pasaba con su Montana XR5. Son de esos placeres que te hacen volver feliz a casa”, añade Judit
Por otro lado, el Adventure Experience, evento referencia en el mundo trail aventura, en sus ediciones de Barcelona y Madrid, tuvo una sonada presencia de Macbor. Entre las diferentes actividades ofrecidas, donde se podían probar sus diferentes modelos, la marca volvió a premiar la fidelidad de sus clientes al invitarlos a una ruta muy especial con sus dos embajadores. “Son planes súper completos en los que no sólo hacemos rutas, sino que compartimos muchos momentos como almuerzos o comidas, que siempre ayuda a echar una risas, intercambiar opiniones y que permite conocernos más”, indica Judit.
Esto sólo acaba de empezar
Con estas acciones, la familia de ‘Macborians’ o ‘Macbor Lovers’ continúa creciendo cada día. A este respecto, hemos querido preguntar a sus responsables qué se puede mejorar y lo cierto es que sus respuestas encantarán a los propietarios de la marca. Farrés va a por todas: “quiero una ruta de costa a costa. Salida desde Barcelona con destino Galicia por carreteras comarcales. Incluso podemos ir parando en los concesionarios al final de cada día”.
“Yo quiero seguir sumando kilómetros y eventos conjuntos con ‘Macborians’ de todos los rincones para que la familia vaya creciendo cada día. Cuanto más grande sea esa comunidad ¡mejor lo pasaremos!”, remacha Judit. Volviendo a la cuestión del principio, sin alma o sentimiento no somos nada. Ese es precisamente el espíritu de Macbor, una marca creada por motoristas para motoristas, donde el cliente es algo más que eso. Es un amigo, un socio y, en cierto modo, un embajador más.