Prueba Benelli 502 C: A2 con músculo

Fotos de la Benelli 502C a prueba
Daniel Navarro

¿A qué se parece esta Benelli 502 C? Por ejemplo, a una Ducati X-Diavel. ¿Y esta? No cabe duda que fue un planteamiento original y diferente, la interpretación italiana, podríamos decir, de una VMax de Yamaha.


No me vienen a la cabeza ahora mismo ninguna más, aunque seguro que si intentamos hacer memoria, serán motos con grandes motores capaces de hacerlas acelerar hasta sacar los colores de modelos deportivos. Eso no quita para que los que tienen el carné A2 no puedan disfrutar de ese tipo de motos. Al menos, de su estética.

Benelli se lo ha planteado así. Es una cuestión estética y no cabe duda que la Benelli 502 C es una moto llamativa. Lógicamente, no se pueden buscar aceleraciones de vértigo con 47 CV, pero sí que han conseguido, además, que el sonido, el ambiente e incluso la forma de acelerar y andar de esta «Cruiser A2» recuerden a esas grandes «muscle bike» a las que se quiere parecer. Asimismo, lo hace a un precio muy interesante para este segmento de motos específicas A2, gracias a su filosofía: una marca histórica europea que ahora fabrica sus modelos en China para conseguir así unos costes contenidos.

Benelli es una de las marcas más antiguas de Italia, fundada en 1911. Sucesivas crisis del sector de la moto, como la llegada a Europa de los japoneses en los años 70 y 80, prácticamente acabó con la historia de una marca que, a principios de siglo XXI, fue comprada por un gran grupo chino, Qianjiang, propietarios también (entre otras marcas) de Keeway. Con más de 10.000 empleados, este grupo fue de los primeros en echar la vista hacia Europa como mercado interesante y ahora, 14 años después, son de los grupos con una visión más clara de su posición en este mercado. Keeway es la marca que fabrica motos pequeñas y más económicas para Europa y América, mientras que Benelli es su marca «grande», con sede todavía en Pésaro y diseño europeo, centrada ahora en motos medias, pero con grandes proyectos para volver a la moto grande, como por ejemplo, la próxima naked 752.

Dentro de esta estructura nace esta 502 C, moto que aprovecha la planta motriz de las TRK y Leoncino que ha recibido muy buenas críticas. Se crea así una moto casi de nicho, una naked sport de orientación custom y de estilo cruiser que, prácticamente, inventa su posición de mercado. Si quieres una cruiser de este estilo y tienes el carné A2, no mires más porque no hay otra similar. Podrían haber hecho una moto más estándar, una «BN 502», empleando la denominación de las naked sport de la marca, y este motor, pero se hubiesen encontrado con una moto con poca capacidad de destacar sobre sus rivales de mercado. No cabe duda que así, con esta nueva 502 C sí llaman la atención.

CÓMO ES LA BENELLI 502 C

No era difícil para Benelli hacer una nueva 500 como esta. Hace ya años, desde la época de las tricilíndricas Tornado y TnT, demostraron el dominio de la técnica necesaria para hacer grandes chasis multitubulares de acero de estilo similar al que ahora emplean en sus 500. También disponían de este motor 502, el cual se está convirtiendo en la estrella más brillante de la marca. El resto es cuestión de buen gusto a la hora de diseñar la estética y, sobre todo (y lo más difícil), conseguir que una moto con 47 CV para más de 200 kilos imite, de alguna forma, la manera de andar de una «muscle bike». Como su nombre indica, son modelos con una aceleración deslumbrante. Y lo han conseguido.

El chasis es un multitubular realizado en acero, con las geometrías necesarias para una cruiser, es decir, una moto larga, con una distancia entre ejes de 1.600 mm. La estructura en sí del chasis es similar al de una TRK 502, pero vistas de cerca ves que tienen poco que ver y las formas del enrejado varían sustancialmente. Sí que emplea también un original basculante en tubo redondo, asimétrico, realizado con cuatro tubos que por un lado transcurren paralelos y soldados entre sí, y por el otro de forma similar al chasis multitubular. Las suspensiones están encomendadas a un monoamortiguador trasero regulable en precarga, montado directamente al basculante, y a una horquilla invertida de barras de 41 mm de diámetro, de aspecto muy sólido. Llama la atención que en la parte trasera el recorrido de la suspensión es un tanto corto, con solo 50 mm, debido a la especial geometría de la moto. En marcha es suficiente y no notarás ningún inconveniente en ello. En los frenos, tres discos, con pinzas radiales delante firmadas por la propia Benelli, sed encargan de esta función.

El motor, ya conocido en la gama italiana, es de concepción muy moderna, un bicilíndrico paralelo con culata de cuatro válvulas por cilindro y dos árboles de levas. Alcanza 47,6 CV a 8.500 rpm con un par de 45 Nm a 5.000, en el tope máximo previsto para el carné A2. Su caja de cambios integra seis velocidades.

El equipamiento cumple con lo que uno puede esperar de una moto de este tipo, considerando su precio. Dispone de un cuadro TFT, no muy grande, pero bien visible y con función noche (se oscurece cuando no hay luz ambiental). También destacan sus luces LED, con un espectacular faro principal en esta tecnología y el piloto trasero dividido en tres partes, con la central con el nombre de la marca y otra parte más abajo en el portamatrículas. Un enorme depósito de gasolina de 21 litros marca la línea central de la moto, unido a un asiento minúsculo, con forma de V profunda y un espacio mínimo para el pasajero. Sí se parece a una Ducati X-Diavel, pero tiene un punto de personalidad propia muy marcado.

CÓMO VA LA BENELLI 502 C

Reconozco que este motor 502 me gusta. Lo he probado en la TRK, en la Leoncino Trail y en esta 502, y me resulta agradable, suficientemente potente y, sobre todo, con personalidad. Es parecido al motor Honda CB 500, tanto en arquitectura como en potencia y empuje. Y cumpliendo con lo que uno espera de ellos, mientras el DE Honda es todo suavidad, con gran respuesta, el Benelli es más vivo, el sonido es más ronco, notas mas vibración ( que no llega en absoluto a ser molesto) y una respuesta algo más dura.

La Benelli 502 C es una moto distinta. Cuando fui a recogerla iba pensando «¿cómo van a conseguir, con 47 CV, que la moto tenga la respuesta que se espera de una moto así?» Con unos bajos decentes y una posición de conducción como la que tiene se han hecho maravillas en este sentido. No obstante, seamos sinceros: evidentemente, no acelera ni puede hacerlo como una X-Diavel o como una VMax. Pero el sonido que emite, la posición, con los pies adelantados y las manos abiertas y altas, tu visibilidad hacia delante, con un depósito enorme y el manillar ancho, te da el ambiente necesario para una experiencia «cruiser-muscle bike» creíble. Si a eso añades la personalidad del motor 502, con buena respuesta desde abajo, pues tienes una moto muy convincente. Es algo similar a lo que ocurre con una TRK 502 si la comparas con una referencia BMW GS. Y al éxito de ventas de la Benelli trail me remito.

Es fácil subirte a ella, aún siendo ancha y grande por delante. Otro de los detalles en los que Benelli está demostrando ser un verdadero especialista es en hacer motos aparentes. De la misma forma que la TRK parece del tamaño de una BMW GS sin serlo, esta también parece ser igual de grande que la Ducati. No lo es en absoluto. Tiene el asiento a 750 mm de altura, en una zona bastante estrecha, y aunque pesa más de 200 kilos con el depósito lleno, se levanta bien de la pata de cabra. Gira lo justo y además es larga, por lo que en el garaje requiere maniobrar para sacarla de su plaza de aparcamiento, como era de esperar. Arrancas y por el escape emite un sonido ronco, de moto grande, muy agradable.

Los mandos en general tienen buen tacto y un funcionamiento preciso y suave. Metes primera y te pones en marcha. Tiene bastante respuesta abajo y no requiere abrir mucho gas para moverte rápido. Da la sensación de que es al contrario: abrir mucho gas sirve para poco y es mejor meter más marchas y aprovechar el buen par. La posición de conducción es totalmente cruiser, pero de la misma forma que la X-Diavel, desde mi 1.65 m, resultaba incómoda para llevar los pies en los reposapiés, en esta llego bien. No es mi posición favorita, pero en este caso sirve. Ningún problema en este aspecto en la ciudad, donde se llega bien al suelo y el motor y los mandos responden perfectamente. Es ancha y no resulta fácil meterte por delante de los coches parados. Necesitas mucho espacio, pero se lleva bien, en general, en lo urbano.

En carretera es una moto agradable, con las limitaciones de cualquier cruiser con esa posición de conducción, en una moto sin protección aerodinámica. Acelera bien y anda bastante. Abriendo gas fuerte desde parado acelera muy correctamente, lo suficiente para notar cómo te tira de los brazos como debe hacer una cruiser. Ahora bien, llegando a los 120 km/h la presión del aire en el pecho se nota bastante. Y aunque pasa de esta cifra con facilidad, deja de ser cómoda.

En las curvas se comporta muy bien y consigue también imitar a la Ducati en esto. No es fácil que en una moto en la que vas sentado casi en el tren trasero, con la rueda delantera «allá a lo lejos», mantengas buen tacto de dirección y que la moto transmita el agarre. Lo hace bastante bien, con un cierto límite: se tumba bien y cambia de dirección también suficientemente rápido y con precisión, sin ser una deportiva. Los reposapiés, aunque llegan a tocar en el asfalto, no lo hacen con facilidad y así permite disfrutar de las carreteras de curvas de forma muy razonable.

Se puede definir como una cruiser total, con las virtudes y defectos que se esperan de una moto así, a escala perfecta para el carné A2 y con un comportamiento sano en carretera a pesar de sus radicales geometrías y formas. Se deja llevar por las curvas, transmitiendo bien su garre y resultando divertida de llevar. En la ciudad se mueve razonablemente bien, ya que tiene menor tamaño de lo que parece, si bien, con 1.600 mm entre ejes, un radio de giro limitado y un manillar ancho, no es precisamente ideal al meterte entre coches. El pasajero puede subirse para un pequeño paseo, pero hasta asusta la idea de ir montado sobre un asiento tan pequeño, sin colín ni nada entre él y un neumático que gira a poca distancia por debajo.

Es cómoda para el piloto, quien tiene todo el sitio del mundo, aunque hay que acostumbrarse a esos reposapiés adelantados. Encuentras buen nivel de equipamiento en una moto de este precio, con detalles tan espectaculares como sus luces LED, frenos radiales u horquilla invertida. En autovía te llevará donde quieras a 120 km/h, ya que por encima el aire te pegar una verdadera paliza, como en cualquier moto con esta posición de conducción.

Más información de la Benelli 502 C

 

 

Benelli 502C

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