¿Por qué la calota de los cascos Arai es tan ovalada?

Cada casco, de cualquier marca, debe pasar una prueba de homologación para ser comercializado. En Europa, durante esta prueba, la velocidad de impacto nunca supera los 28 km/h. Sin embargo, en el mundo real, quienes usan un casco pueden viajar a velocidades mucho más altas que las alcanzadas durante el proceso de homologación, generando energía -en el caso de un impacto directo- que potencialmente no podría ser absorbida por ningún casco. ¿Cómo es posible que haya docenas de casos en los que el piloto cayó a velocidades potencialmente fatales sin causar ningún daño?

Solo hay una razón; continuaron resbalándose. En caso de una caída, el casco puede verse afectado desde cualquier ángulo, de cualquier intensidad. Por eso, en Arai, sostienen que la capacidad de un casco para resbalar y rebotar en los obstáculos es otro requisito fundamental para garantizar la seguridad de los motoristas.

La forma más fuerte y resistente que existe en la naturaleza es la del huevo, ya que su conformación es ideal para disipar la energía de manera uniforme. Mismo principio en el que se basan las calotas de los cascos Arai. Los bordes y huecos, además de representar posibles puntos débiles en una calota, en caso de deslizamiento podría hacer que el casco provocara rotaciones peligrosas.

Arai no tiene intención de debilitar deliberadamente sus productos por razones estéticas. Es por eso que Arai se impone a sí mismo la forma estándar R75. Este estándar requiere que la curva de la carcasa nunca debe tener un radio inferior a 75 mm. Arai sabe que un armazón más redondo, más liso y más robusto puede deslizarse mejor en superficies irregulares o cualquier obstáculo, lo que ayuda a reducir las fuerzas de rotación. Esto no es algo que requieren las aprobaciones. Es algo que Arai requiere.

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