Motegi ha sido un G.P. dramático. Ha sucedido de todo, o casi. Tifón, lluvia torrencial, niebla cerrada, terremoto, amenaza de tsunami, bandera roja en Moto2, debacle de los líderes de Moto3, caída matinal (aparatosa y alarmante) del líder de MotoGP y final feliz de Pol Espargaró con victoria y título en Moto2. La única corona que no esperará a Valencia. Los de Moto3 y MotoGP se jugarán a una sola carta en el Circuit Ricardo Tormo.

Movido e incierto G.P. a merced de las inclemencias meteorológicas. El viernes se anularon los entrenamientos libres. La lluvia traída por el tifón Francisco y la densa niebla impidieron salir a pista. Los helicópteros no podían volar. La seguridad quedaba en entredicho, fue jornada inactiva. Dorna y Dirección de Carrera establecieron un plan de emergencia para salvar el G.P. de Japón. En el peor de los casos se remitiría todo al domingo: entrenamientos clasificatorios y carrera. De madrugada, un terremoto (7,2) despertó al Mundial. A continuación alerta de tsunami. Situación límite.Afortunadamente, el sábado remitieron lluvia y niebla. Los temblores cesaron. El mar se calmó. Se celebraron tandas de larga duración, en mojado, y se establecieron las parrillas. El domingo lució el sol. Se concedió mayor tiempo para warm-up. Las carreras fueron en seco. Muy agitadas en las clases menores, tensa en la mayor. Moto3 vio volar por los aires a Isaac Viñales en la primera vuelta. Arrastró al líder Salom en su caída. El título se puso de cara para Álex Rins. Le bastaba con seguir de cerca a Viñales y al pequeño Márquez sin tomar mayor riesgo para salir líder aventajado antes de Valencia. Pero las incontenidas ganas de ganar también le hicieron volar por los aires a falta de cuatro vueltas. Bailó los últimos compases a ritmo de jota baturra en lugar de vals vienés. Le faltó temple, sosiego y experiencia.

Ganó «baby» Márquez

La primera de su vida. Achuchó a Viñales hasta provocarle ligero error: se fue largo. Álex aprovechó el hueco y se encaramó al escalón más alto del podio. El primero mundialista. Sigue las trazas de su hermano. En 2014, dará mucho que hablar. Sin duda. Por los hechos de Motegi y tras dieciséis asaltos, resulta que Moto3 se decidirá entre tres a una sola carrera. Quien gane se proclamará campeón. No caben otras conjeturas. Las apuestas andan a la par. Cheste será a todo o nada. Cabeza, corazón y estrategia hasta el último metro…el rebufo también cuenta.

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Hechos similares resolvieron el título de Moto2. En la primera curva, Tito Rabat despegó al vuelo en medio del pelotón. Se llevó a tres por delante: Zarco, Mariñelarena y Redding. ¡Bandera roja! Caos de motos y pilotos por el suelo. Asistencia médica en pista. Reanimaciones y curas de emergencia. Evacuaciones en ambulancia. El británico dijo adiós a cualquier opción de título. Dejaba expedito el camino para Pol Espargaró en la segunda salida. Le bastaba con ser séptimo para proclamarse campeón. Su hermano Aleix se lo recordó en la parrilla para darle sosiego. Pol le respondió con determinación: «Voy a ganar». Y así lo hizo, a pesar de un Kallio peleón. Se coronó campeón desde lo más alto del podio. Sexta victoria del año. Trabajado título para llegar a la «clase reina» con todo honor. Jorge Lorenzo le felicitó y dio la bienvenida a Yamaha (vía Twitter). Está llamado a ser su sucesor en Yamaha.

También MotoGP vivió momentos de alta tensión. En los «libres» matutinos del domingo, Márquez perdió la rueda delantera en la rápida curva de entrada en meta. Severo revolcón a alta velocidad. Estado de desorientación y mareos. Pánico en el equipo. Pero el indestructible Enfant terrible se recuperó a tiempo, terminó el warm-up con la segunda moto y dio guerra en carrera. Atosigó a un Lorenzo superior hasta darse cuenta que entraba en zona de riesgo. La razón le iluminó y –por una vez- cejó en su empeño: «He sabido pensar encima de la moto y coger veinte puntos…/… Hoy toca hacer segundo y en Valencia será otra carrera» reconoció a posteriori. Para Cheste debe plantearse la carrera con enorme sangre fría, no pensar en la victoria, siquiera intentarlo si los rivales se lo ponen difícil. Debe rehuir el riesgo innecesario. Le basta con ser cuarto para coronarse. Le es más importante ganar el título que la carrera. Poco importa cantar el alirón desde lo alto del podio o hacerlo desde un escalón lateral. Peor es ver pasar al rival triunfante desde la cuneta. Solo el campeón pasa a la historia. Y si es el más joven de siempre, todavía más grandeza. Una ocasión única para no dejar escapar. También, «Fast» Freddy Spencer supo serlo sin pelearle el triunfo a «King» Kenny Roberts en Imola 1983. Ejemplo a seguir.

Sanciones y criterios

Una vez más, Dirección de Carrera ha sorprendido por la disparidad de criterios con los que juzga los actos susceptibles de punición. En Motegi ha vuelto a dar un claro ejemplo de su volubilidad y carencia de rigor. Doble rasero de mesura, equiparable al de los árbitros «caseros» en el fútbol. En esta ocasión, el perjudicado ha sido Isaac Viñales –primo de Maverick- al ser sancionado con un punto en el carné (más adecuado sería llamarle licencia federativa) a consecuencia del incidente habido en la carrera de Moto3.

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El bueno de Isaac había logrado el sexto mejor tiempo de parrilla. Arrancó muy bien en carrera y se encontraba con el grupo de cabeza. Situación poco habitual en su historial. Quizás por ello se precipitó al abrir gas, perdió la rueda trasera y salió «por orejas» derribando a Luis Salom. Un «pequeño» perjudica a un «grande». Eso no está bien visto. Dispara las alarmas. Viñales, actuando con enorme responsabilidad y elegancia, no perdió ocasión para excusarse ante el piloto perjudicado y todo su equipo. Le faltó tiempo para presentarse en el box de Aki Ajo y pedir disculpas humildemente a todos sus miembros, uno por uno. Así se vio en TV. Noble acto de máxima deportividad que le honra como persona y como piloto. En sus declaraciones posteriores asumió públicamente la culpa y dio explicaciones: «Estoy muy decepcionado por el suceso con Salom. Para nada quería que pasara una cosa así y menos perjudicar a un piloto que se está jugando el título, pero son cosas de las carreras. Nada más salir de la clínica he ido a pedir disculpas a todo el equipo de Salom». Loable actitud.

A continuación, Dirección de Carrera, que desde el G.P. de Aragón se le ha puesto la piel muy fina para esos incidentes de los pilotos menores, decidió sancionarle con un punto alegando «Conducción irresponsable y contacto con otro piloto». Extrema severidad de criterio y leve conocimiento del pilotaje de competición. Se antoja difícil para DdC dirimir entre conducción irresponsable y error de pilotaje. Máxime en una clase «salvaje» donde, hasta la fecha, la tolerancia se ha convertido en norma. Esa impunidad en Moto3 ha llevado a determinados pilotos (Efrén Vázquez entre ellos) a quejarse públicamente de la agresividad de los novatos y aventurar futuras consecuencias de mayor calado. Quizás el admisible error de Isaac sea el punto de inflexión para el futuro. Suposición pendiente de confirmación en próximos incidentes.

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A todo eso, resulta que, poco después, Tito Rabat cometió exactamente el mismo error en la primera curva de la carrera de Moto2. También perdió la rueda por exceso de gas en inclinación –reconoció su error al intentar pasar precipitadamente a Sucipto por el interior- y salió volando arrasando con su moto a Redding, Mariñelarena y Zarco. Un grande perjudica a otro grande y a dos menores. Monta un chandrío de órdago. Obliga a detener la carrera. Manda a dos al hospital, pero sale impune del cisco. No se le sanciona y aquí paz y después gloria.

Enorme disparidad de criterio. Doble rasero de mesura. Falta de equidad jurídica. Incomprensible levedad. Insostenible discriminación. Dirección de Carrera ha perdido credibilidad. Llegará el día que pierda autoridad. Bastará que un perjudicado apele a la justicia ordinaria y gane un asunto. Entonces, el ridículo será sonoramente aplaudido por todo el paddock. Está soliviantado.

De un póster y el mal fario

En el entorno de Repsol se ha cometido un error de mal presagio. El fin de semana de Motegui alguien difundió, vía Twitter, el póster preparado para festejar el triunfo de Marc Márquez como campeón mundial de la clase reina más joven de todos los tiempos. Es habitual tener previstos pósters y camisetas antes de culminar cualquier hito digno de gran homenaje. También lo es tenerlos a buen recaudo. Nadie jamás los enseña ni luce de antemano. Dicen que es de mal fario. Trae infortunio. En Repsol deben estar intranquilos. Sobremanera el responsable de tamaño error. El cartel fue copiosamente retwiteado.

Es deseable que el desliz no tenga consecuencias en la resolución del título que tiene encandilado al mundo motociclista. Exceptuados los fans del otro candidato, claro está.

El diseño del póster es atractivo. Solo falta que se haga realidad. El domingo, 3 de noviembre a las 14:50 conoceremos el desenlace. Mientras, habrá más de uno que dormirá intranquilo, o muy poco.

Renovación vital en Ducati

Desde la adquisición de la marca italiana por el grupo Audi la sucesión de cambios ha sido continua. La entrada en escena de Bernhard Gorbmeier a la cabeza del Reparto Corse supuso la dimisión del ingeniero Filippo Preziosi padre técnico de la moto que dio el título mundial a Ducati con Casey Stoner y los incipientes Bridgestone. En ausencia de Preziosi la Desmosedici no ha levantado cabeza. Dovizioso y Hayden navegan en el segundo grupo de MotoGP lejos de las oficiales y satélites japonesas con las que debiera batirse los mimbres. La gestión de Grobmeier no ha dado los frutos deseados por Audi y ha sido llamado a ocupar otro cargo en la división deportiva de automóviles. Dicho de otra forma: ha sido cesado de Ducati. En el ínterin se han producido otras dimisiones y cambios en Borgo Panigale sin dar nunca con el camino adecuado. Ducati emprende ahora una renovación vital. «La ´evolución sin revolución´ no ha dado los resultados esperados, ahora es el momento de las decisiones radicales y aseguro que ya se han tomado» Ha declarado Paolo Ciabatti director general del proyecto MotoGP.

Andrea Dovizioso lleva ya un tiempo abogando por la renovación humana de Ducati Corse. Jamás ha entrado en detalle, pero ha dado indicativos de que algo estaba cambiando en el departamento, expresamente en el aspecto humano. Mientras tanto, se habla de una «nueva moto» que aparecerá en la pre-temporada 2014. Hasta la fecha no es más que un misterio. Voces escépticas aseguran que de «nueva» nada. Puede que lleven razón cuando acaba de anunciarse el fichaje del ingeniero Gigi Dall´Igna –toda una vida vinculado a Aprilia- para encabezar el nuevo proyecto de la Rossa. Difícil compromiso para el veneciano. Llega a Ducati en el peor momento de su trayectoria deportiva: en 2013 no han ganado una sola carrera ni en MotoGP ni en SBK. Jamás les había sucedido eso.

La última dimisión en Borgo Panigale ha sido la reciente del probador y Team Manager Vittoriano Guareschi. Hombre largamente vinculado a la marca, buen conocedor de los entresijos de la casa y también de las Desmosedici que ha probado intensamente desde sus inicios en la pista (2001). Vitto deja Ducati defraudado. Se marcha para estructurar, organizar y dirigir el equipo VR46 de Valentino Rossi para el Mundial 2014. El proyecto de futuro de Il Dottore para relanzar el motociclismo italiano a nivel mundial con jóvenes pilotos emergentes. Nuevos horizontes.

Andrea Dovizioso lamenta la pérdida de Guareschi y da indicativos de la situación: «Me apena muchísimo que se marche. Tenemos una óptima relación y conoce muy bien todo cuanto ha sucedido en Ducati en MotoGP. Él podría haber dado mucho para mejorar esta situación, pero no se le ha dado la oportunidad. Creo que ha decidido marcharse porque no se siente realizado y no puede hacer lo que considera necesario. Ha sido absolutamente poco escuchado».

Paolo Ciabatti, quien fichó a Guareschi en 2001, también lamenta la pérdida de ese hombre clave y actual mánager del equipo desde 2009: «Me disgusta que se marche. Era una pieza importante dentro de nuestra organización. Ahora, esperamos la llegada de Dall´Igna para hacer las valoraciones de situación. Puede ser el momento para repensar la estructura interna». Reflexión que avala los comentarios que ha venido haciendo últimamente Dovizioso en los que aludía a la organización interna como origen de los problemas de la moto.

El fichaje de Dall´Igna se considera mano de santo en Ducati. El redentor de todos sus males. Pero él no tiene la varita mágica para enderezar la situación. Así nos lo ha comentado un ex alto técnico de Aprilia que lo conoce bien y de quien preservamos su identidad por expreso deseo: «Esperan que Gigi les solucione los problemas, pero no podrá hacerlo solo. Él no ha hecho ni diseñado la RSV4. Él dirigió un buen equipo de especialistas en motores y chasis. Ahora, en Ducati, necesitará un equipo de gente muy cualificada como la que tenía en Aprilia para poder hacer una moto ganadora. Así y todo, necesitará un año y medio, o dos, como mínimo, para poder poner una buena moto en la pista. En 2014 seguirán sin pisar el podio y ya veremos que harán en 2015. Mejor sería que trabajen para el futuro reglamento como está haciendo Suzuki de forma bastante lógica e inteligente».

Dada la precaria situación actual de Aprilia y su oscuro futuro, no es en absoluto descabellado que Dall´Igna desembarque en Ducati con su propia tripulación técnica traída de Noale. Eso, siempre y cuando en Borgo Panigale/Ingolstadt estén dispuestos a invertir grandes recursos económicos para darle la vuelta a la situación en MotoGP. También en SBK.

Motegi: mucho guardarraíl, poco air-fence

A raíz del G.P. de Australia, comentábamos alarmados las paredes de duros neumáticos como única protección. No atinamos a ver por TV zonas resguardadas con el maravilloso air-fence del que Dorna hizo alarde en su día cuando lo implantaron en los circuitos europeos. En Motegui nos ha estremecido poderosamente la profusión de guardarraíles desnudos a lo largo de toda la pista. En algunos lugares, los de mejor visibilidad televisiva, aparecían cubiertos por vallas lisas –de cartón o madera- para soporte publicitario de los anunciantes. La protección es igualmente nula, aunque más vistosa y colorida. En ningún lugar se dejaron ver los estimados y salvadores cojines hinchables. De haberlos, quizás quedaron fuera del alcance de las cámaras. En cualquier caso, bajo el aspecto de seguridad el circuito muestra un aspecto poco acogedor.

Otro asunto, éste a su favor, son las amplias escapatorias en las curvas más rápidas y arriesgadas. Muchos metros arena volcánica para frenar motos desbocadas y pilotos proyectados. Bajo ese aspecto merece alabanzas. De todas formas, queda en la memoria la imagen de Alex Mariñelarena deslizándose sobre la hierba -en la caída múltiple de Moto2- hasta impactar con el guardarraíl desnudo de la curva uno. Escalofriante imagen. Ciertamente golpeó el muro de acero a baja velocidad. Pero hubiera podido ser más contundente y con más severas consecuencias que la leve conmoción cerebral padecida.

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Da la impresión que en los circuitos fuera de Europa las medidas de protección distan mucho de ser ejemplares. Puede que tengan mayor tolerancia. Bula de favor. Quizás sea una impresión gratuita, pero el air-fence no se deja ver en las pistas allende los mares, por decirlo en tono cursilón y literario caduco. Pero es la realidad. Al menos la que muestran las cámaras de TV. Desearíamos estar equivocados. También es deseable que nunca jamás ocurra ninguna desgracia por esa supuesta deficiencia. Tanto va el cántaro a la fuente…

Tertulianos: Jep Martinell, Ignacio Bultó, Benjamín Grau, Josep Mª Mallol, Federico Van der Hoeven, Jaime Alfonso Rivière, Luis Garriga, Manuel Marqués, Miguel Rivière, Santiago Joaniquet, Emilio Bosser, Jordi Vilaseca, Juan Cano, Armand Molí, Toni Guinovart, Carlos Palau, Jaume Juliá, Josep Mª Molas, Sergio Garcigoy, Ignacio Guardia, Carlos Domínguez.