Adrián Huertas: contra viento y marea

Se podría decir que Adrián Huertas es un piloto afortunado. Es uno de los pocos privilegiados que están participando en la Red Bull MotoGP Rookies Cup. Pero no es así. De hecho, nunca he conocido a ningún piloto con semejante cúmulo de mala suerte y desdicha en tan corto espacio de tiempo. Madrileño – de Parla y con 15 años de edad-, le conocí a finales de 2017. Su carrera deportiva en ese momento se presentaba inmejorable. Venía de romper los cronos en PreMoto3 y conseguir varias victorias, y acababa de arrasar en las pruebas de selección de la MotoGP Rookies Cup 2018. Además tenía una oferta en excelentes condiciones para correr la European Talent Cup en un conocido equipo del ESBK. Pero la cosa se torció nada más comenzar 2018, y sigue torcida hasta hoy. Hasta el punto que Adri es consciente que tiene medio pie fuera de la Rookies y un futuro muy incierto por delante. Hemos hablado con él horas antes de que parta hacia la carrera de Austria de la MotoGP Rookies Cup y que nos cuente de primera mano todo lo que le ha pasado y cómo ve esto de las carreras.

¿Cómo empezó tu año 2018? Parecía que te ibas a comer el mundo entre la ETC y la Red Bull.

«Empecé 2018 con mucha ilusión, pintaba muy bien. Estaba muy fuerte y confiado. Pero acabó siendo el peor año de mi vida. Llegó un momento que llegué a dudar si se me había olvidado montar en moto. Ahora tengo claro que no solo no se me ha olvidado, sino que soy incluso mucho más fuerte y completo que antes. Hubo una serie de problemas que no dependían de mí«.

Vamos por partes. Me estás hablando de la European Talent Cup, ¿pero en la MotoGP Rookies Cup también fue así?

«No, en la Rookies siempre he llevado una buena moto y siempre me han tratado como un profesional, me han apoyado y confiado en mí. Pero las lesiones también complicaron mi año«.

A ver, cuéntame cómo y cuándo empezó a torcerse todo.

«Fue en la primera carrera de Estoril de la ETC. En el primer entrenamiento cronometrado en semiseco estaba primero bastante cómodo y la moto iba muy bien. Pero quería más y cometí un error. Arriesgué cuando no tenía que arriesgar, seguramente por falta de experiencia. En una zona húmeda salí volando y me partí el cúbito y el radio. Podía no haberme lesionado, pero me lesioné fuerte. El problema ya no fue solo el perderme las dos carreras de Estoril de la European, fue que también me perdía el test de pretemporada de la Rookies en Jerez. Y es fundamental para poner la moto a punto para el resto de la temporada y hacer kilómetros. En la primera carrera de GP de Jerez noté mucho que era la primera vez que cogía la moto y mis rivales ya llevaban muchos kilómetros con ellas. Pero no hice un mal papel. Estaba muy confiado para la carrera de Assen«.

¿Y qué pasó en Assen?

«Muy sencillo. En la última vuelta en la «chicane», cuando iba a quedar tercero, en la entrada me tiraron. Hay pilotos que no tienen mucho control«.

Después se disputó en Cheste la segunda carrera de la ETC. ¿Ahí también pasó algo?

«Sí claro. En la última vuelta iba tercero, yo estaba confiado que podía ganar, pero un piloto cayó delante de mi entrando en la recta de atrás y no pude hacer nada por evitarle. Fue un accidente múltiple muy fuerte. La moto quedó muy tocada y yo con nuevos dolores también. Es más, a partir de ese momento no volví a estar delante en la ETC, pasé de estar luchando por ganar a intentar estar entre los 20 primeros. Aún no termino de entenderlo. Fue muy duro para mí«.

Esto parece una película de miedo, Adri. Digo yo que algo saldría bien en 2018.

«Poco. En la carrera de Mugello de la Red Bull llegué a liderar algunas vueltas y marqué el récord del circuito. Eso estuvo genial porque volví a sentirme piloto ganador, pero la alegría duró muy poco, porque después, en la carrera de Austria, me caí en lluvia y volví a partirme el cúbito y el radio por el mismo sitio que a principio de temporada, pero esta vez mucho más feo. De hecho tuve que operarme. Se puede decir que, aunque volví a la moto, esa lesión me condicionó casi todo lo que quedaba de temporada«.

Vamos a dejar ya 2018 porque que me estoy deprimiendo. ¿Cómo se presentaba 2019?

«Se presentaba increíble. Solo iba a correr la Rookies Cup, que me habían renovado, y ya tenía experiencia, conocía la moto, los circuitos, los técnicos, etc. Durante la pretemporada entrené a muerte. Cuando llegó el test de 3 días previo a la carrera de Jerez, estuve los 3 días primero o segundo de la tabla. Fue perfecto todo. Pero llegó el fin de semana del Gran Premio y, claro, algo tenía que pasar«.

¿Y eso fue…?

«No acaba de sentirme bien con la moto, no sé porqué, pero estaba delante igualmente. Siempre entre los cinco primeros en los entrenamientos libres y oficiales. Pero en la última vuelta del crono, estaba apretando para meterme en primera línea y, en la rápida después de Dry Sack, se me fue de atrás –aún no sé porque, porque entré igual que siempre- y salí volando. ¿Cómo no iba a romperme algo? Me rompí una vértebra y no pude participar en la carrera«.

Pero aún así fuiste a la carrera de Mugello.

«Me dieron el «fit» para poder participar en la clínica móvil, pero aún tenia dolor en la espalda. No me podía acoplar bien en la moto ni cambiar de dirección. Aun así las primeras vueltas estuve delante, llegando a rodar tercero, pero luego el dolor se hizo insoportable y me fui para atrás. Solo pude acabar noveno. Después de Mugello decidí descansar unos cuantos días para después retomar más fuerte que nunca los entrenos. Ya sabía que podía estar delante luchando por ganar y eso me daba muchas fuerzas. Solo necesitaba estar bien físicamente, porque yo la velocidad la tengo y la moto siempre está muy bien puesta a punto«.

Pero…

«Alguien me debe estar haciendo vudú o algo. El fin de semana de antes de volar a Holanda y Alemania, entrenando en Albacete con mi 600, en la primera vuelta que salgo a pista, justo en la rápida de izquierdas, el piloto que va delante mío rompe el motor, se derramó aceite por la pista, nadie lo señalizo y no pude hacer nada por evitar una caída fortísima, con rotura del hueso ganchoso, el 4º metacarpiano y una falange. Así que me he perdido otras dos carreras. El doctor Manzano de IQTRA me operó muy rápido y me puso unas agujas hace un mes. Ya estoy bien, aunque me falta hacer algunos kilómetros este año. Este fin de semana voy al Red Bull Ring con muchas ganas a intentar acabar las dos carreras lo más adelante posible«.

Eres consciente que tienes pie y medio fuera de la Rookies en 2020.

«Es muy difícil llegar a un tercer año. No es imposible, pero con los dos años que llevo y aunque yo sé que aún no he podido demostrar todo mi potencial por las lesiones, es muy complicado. Me voy a dejar la piel por demostrar que merezco estar ahí, y si no es en la Rookies tendrá que ser por otros caminos para seguir completando mi sueño«.

Después de todo esto que me has contado. Después de tanto sacrificio y dolor, ¿de verdad te quedan ganas de seguir corriendo?

«Por supuesto«.

No te creo. Yo en momentos muy malos pensaba de todo. Incluso en dejarlo. Me parece increíble que lo tengas tan claro.

«Eso es algo que no me ha pasado ni un segundo por la cabeza. Solo tengo 15 años y ya tengo mucha experiencia. Además, sin las motos no puedo vivir y si algún día tengo que dejarlo, no será porque yo quiera«.

¿Cuál ha sido el mejor momento de tu carrera deportiva?

«El mejor fue en 2017 con el equipo de Julián Miralles en la Cuna de Campeones. En 2016 las cosas no fueron bien y casi todos los equipos que me llamaban para correr en 2017 nos pedían mucho dinero. Pero la oferta de Julián, si yo cumplía unos requisitos, era buenísima y me permitía seguir corriendo. Yo llegaba como Rookie para aprender solo. Nunca pensé en poder ganar el primer año. Pude ganar en Valencia y eso me marcó. Esa y la de Montmeló que también la gané«.

¿Y el peor? Habrá sido alguna de tus lesiones, imagino.

«No. El peor ha sido la temporada 2018 en la European Talent Cup, en varias carreras… Pero eso me ha hecho más fuerte en todos los aspectos y quiero olvidarme de lo malo para quedarme con lo bueno«.

¿Qué es lo que más te gusta de ser piloto?

«Sin duda, la sensación de ganar. A mí es lo que me motiva. Creo que todo el mundo que compite, aunque a veces no lo admitan, quieren ganar. Por ese objetivo me esfuerzo, me machaco en el gimnasio, entreno y lucho«.

¿Y lo que menos?

«Hay algunos equipos, alguna gente (no todos supongo), que nos tratan a los pilotos como si fuéramos basura o como si fuéramos un cajero automático del que poder sacar pasta. No todas las familias (la mía ni de lejos) pueden pagar las fortunas que piden, por ejemplo, para correr en el FIM CEV de Moto3. Muchos equipos no lo hacen por pasión, lo hacen por negocio, y es muy triste«.

Yo siempre he dicho que no pasa nada por plantear las carreras como parte de negocio, es que lo es, y los equipos tienen que sobrevivir. Lo que sí me parece mal es que los equipos den por hecho que los pilotos rápidos también tienen que pagar. Se debería pagar solo en los comienzos. Creo que los equipos, si quieren pilotos rápidos, deberían esforzarse más en buscar ellos la financiación necesaria.

«Ya, pero es que mientras haya pilotos rápidos que sigan pagando, esto no se va a acabar nunca. Muchos chavales que no se lo merecen se están quedando en el camino«.

¿Y tú crees que se puede llegar arriba del todo sin pagar?

«Sin gastarte nada no«.

Vale, me has pillado. Te lo pregunto de otra forma, ¿Crees que se puede llegar arriba gastándote poco dinero? Porque es verdad que al principio es inevitable.

«Es casi imposible. En la ETC o en el Mundial Junior de Moto3, o en Moto 3… igual la gente se piensa que casi todos los pilotos del mundial cobran, pero muchos de ellos tienen que seguir pagando de su bolsillo o llevar sponsors al equipo. Yo este año podría haber corrido en el Mundial Junior, pero no disponía de la cantidad que me pedían, más o menos unos 160.000 €«.

Sé cómo funciona este mundo, siempre ha sido así, pero no deja de indignarme. ¿Quién no va a querer tener una Adrián Huertas en su equipo que, además, enchufe 160.000 € al equipo? También te digo que hay casos que han llegado al Mundial y no por dinero…

«Por ejemplo Jorge Martín, que es un ejemplo para mí en todos los aspectos. Además salió de la MotoGP Rookies Cup, y llegó arriba gastándose «poco» dinero. Él aprovechó muy bien su oportunidad y me alegro porque se lo merece más que nadie, pero creo que es la excepción que confirma la regla de pagar. Tampoco ayuda el interés por pilotos de otras nacionalidades que no sean españoles«.

Eso es verdad, pero en España sois muchos pilotos y muy buenos. No puede haber un mundial solo con españoles.

«Es verdad, en España somos, y yo me incluyo, muchos pilotos buenos, pero algunos de esos buenos, cuando les piden dinero por correr, no se niegan. Directamente sueltan toda la pasta y eso hace que los que no tenemos ese dinero nos quedemos en la mierda«.

Adri, la vida es así de injusta. Acostúmbrate. Bueno, ¿entonces ahora qué?

«Voy a darlo todo en la pista, como hago siempre. Tengo claro que voy a seguir luchando, buscar oportunidades fuera o donde sea, pero mi objetivo es claro: no quiero dejar de correr«.

Por último, aunque quizás debería ser lo primero. Me gustaría que te acordases de la gente que más te ha ayudado en tu carrera. En el mundo en general y en las motos en particular, la gente se olvida muy rápido de quién ha estado a tu lado. Espero que no sea tu caso.

«Sobre todo mi familia. Mi padre, mi madre, mi hermana… Mi padre ha hecho esfuerzos sobrehumanos para poder darme mi sueño. Ha trabajado en el taller como un animal, viajes, tiempo, dedicación… Le estaré siempre agradecido. También Julián Miralles. En su día me dio una oportunidad y sin él no estaría ahora en el nivel que estoy. Dani Ribalta, del staff de la Red Bull Rookies, me ha tratado muy bien, me ha orientado y ayudado. Sé que confía en mí y que entiende todo lo que me ha pasado. Bueno, tú y tu primo también me habéis echado un cable sin pedir nada a cambio. Así que gracias a todos y a quien me pueda olvidar«.

Suerte en Austria, Adri.

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