1,2 millones de euros, lo que se va a gastar la DGT en tan sólo 15 radares

Los excesos de velocidad son la principal preocupación para la Dirección General de Tráfico (DGT); y es que están detrás de la gran cantidad de accidentes que se producen en nuestro país, representando también más del 60% de las multas cada año; la gran mayoría impuestas por radares. Con un total de 507 millones recaudados en 2022, la DGT destina gran parte de esa recaudación para aumentar la base de radares para controlar los excesos de velocidad.

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Así las cosas, la DGT acaba de anunciar la compra de 15 nuevos radares móviles para la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil por valor de 1,2 millones de euros, a razón de 78.650 euros por unidad. La licitación de estos radares a la Guardia Civil la hemos podido conocer gracias al anuncio publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que publica en su web Servimedia.

En las condiciones la licitación, la DGT expone que “se hace necesario contar con un cinemómetro de altas prestaciones, así como los conjuntos de soportes y cableado necesarios, capaz de medir las velocidades en varios carriles y que pueda ser utilizado en varias modalidades de funcionamiento, en estático, sobre el vehículo o trípode, o en dinámico”.

Radares muy avanzados

Así las cosas, estos 15 nuevos radares móviles son notablemente más caros que los Veloláser, y por tanto, mucho más avanzados. De hecho, son capaces de detectar la presencia de los vehículos que atraviesan la zona de detección en hasta seis carriles diferentes, de forma simultánea o individual, y en ambos sentidos de circulación. Además, estos radares serán capaces de distinguir diferentes categorías de vehículos para aplicar así los diferentes límites de velocidad.

En dicho documento se confirma también que podrán operar en modo estático sobre el vehículo o un trípode, así como un “uso dinámico” en vías con alta aglomeración de vehículos. Esto quiere decir que serán capaces de funcionar con el coche de la Guardia Civil en movimiento para evitar crear situaciones de peligro en zonas como autovías o autopistas.

No obstante, el organismo presidido por Pere Navarro aclara que operarán en carreteras convencionales, pues es en estos escenarios donde se registran más accidentes con víctimas mortales provocados por el exceso de velocidad. En este sentido, ya hay más 1.000 puntos en este tipo de vías para la colocación de radares móviles. A diferencia de los cinemómetros fijos, no hay obligación de anunciar su ubicación, por lo que son prácticamente indetectables.