Consejos para pasar la ITV con tu moto o scooter
Sí, lo habitual es que todos nos tomemos la ITV como un lastre que tenemos que aguantar como sea una vez al año. Y lo solemos ver como aquellos exámenes para los malos estudiantes, algo que hay que aprobar como sea, aunque haya que hacer trampas. Éste es un planteamiento erróneo: creo que a todos nos gustaría saber que vamos montados en un vehículo que puede ser peligroso o que va a fallar, antes de que ocurra algo. Y eso, precisamente, es para lo que vale realmente la ITV.
Cierto que se ponen «pesados», que a veces nos parece que hay cosas que nos miran (una luz que falla, un escape que hace mucho ruido) que no son tan graves (o eso nos parece a nosotros) y que nos pueden suponer molestias, gastos e inconvenientes. Pero si esos motivos de fallo los eliminamos previamente y vamos a la ITV convenientemente preparados, sí que podemos ir con la idea de que nos detecten posibles fallos reales y graves. Así, la ITV se convierte en una interesante prueba que nos dará la seguridad de que nuestra moto está en buen estado.
Antes de ir, desde luego, échale un vistazo: comprueba y asegúrate que no te van a «tirar» por alguna «chorrada» que podías haber solucionado antes. Una bombilla fundida puede hacer que vayas dos veces, tiene fácil solución, y comprobarlas antes evitará que vayas dos veces.
Para empezar, y para que no quepan dudas, las motos, al igual que los coches, pasan la ITV al 4º año desde su primera matriculación y después cada dos (a partir de diez años, también cada dos años, no cada uno como en los coches). Cuando la pases, al igual que en el coche, te pondrán un sello en la ficha técnica con la fecha en la que tienes que volver y te darán una pegatina para que la pongas en la moto. Es igual de obligatorio que en el coche, pero lo cierto es que si se suele hacer «vista gorda» en el caso del coche, mucho más con las motos y poca gente las pega. Eso sí, guárdala con la «docu» de la moto, por si acaso.
¿Qué te miran en la ITV?
Documentación
Lo primero que te miran al llegar a la línea de la ITV es que la documentación esté correcta. En algunas comunidades autónomas (no en todas) te exigirán en la oficina, antes de acceder a la línea, que tengas el seguro en vigor. Asegúrate si es así previamente y si te van a exigir el seguro comprueba que está en vigor y que llevas un justificante de que así es. Una vez en la línea, el inspector comprueba que el número de chasis coincide en la documentación y en el propio chasis y sacará una copia del chasis.
En algunos scooter está bastante escondido; normalmente, el inspector sabrá encontrarlo si tu moto es un modelo con mucha difusión, pero no estará de más que antes de ir sepas localizar ese número, no vaya a ser que el inspector no conozca tu modelo y le cueste localizarlo. Y por cierto, ya que estás, si es la primera ITV que pasas, comprueba el número de chasis: no sabes la cantidad de errores que hay, gente que circula con una moto que no es «la suya» porque, por ejemplo, el concesionario se equivocó al teclear las matrículas.
Ruedas
En esta parte comprueban también los neumáticos, que coincidan las medidas con las de homologación, las cuales vienen señaladas en la ficha técnica. Algunas motos traen varias medidas homologadas (las KTM de enduro, por ejemplo, suelen traer homologadas también las ruedas de SM); comprueba que las que llevas montadas coinciden o si no, que al menos sean equivalentes.
Esto puedes consultarlo previamente en una ITV, en un taller de neumáticos o incluso en internet. Importante: comprueban no sólo la medida, también índices de carga y velocidad. Y por supuesto mirarán que te queda dibujo suficiente, es decir, que no están asomando ya entre el dibujo de la rueda los testigos de desgaste.
Luces y espejos
Poco misterio tiene esta parte de la prueba: las motos modernas tienen que llevar claxon, luces de posición, intermitencia, corta, larga, luz de freno y dos espejos. La luz de freno debe funcionar cuando tocas uno de los dos mandos y las cortas y largas deben tener una altura determinada.
Ésta es fácil de comprobar, aún sin tener el aparato correspondiente: pon la moto a unos 5 metros, recta, detrás de un coche. Las cortas deben tener un haz que ilumine sobre la matricula del coche, un poco por encima, pero no «meterse» por la luna trasera del coche. Si es así, van altas. Si se quedan por debajo de la placa, sube el faro. Normalmente es fácil de hacer y en el libro del propietario te explica cómo regularlas. Las largas pueden ir más altas, pero que no vayan «buscando pájaros» por el cielo.
Detrás recuerda que tienes que llevar iluminación de la placa de matrícula y un catadióptrico. Es el reflectante trasero obligatorio y, al igual que las luces, tiene que estar homologado: si has cambiado el porta-matrículas, acuérdate de él.
Motor y escape
No debe haber fugas de líquidos, no puede haber piezas sueltas y debe arrancar con normalidad, algo lógico. También debe pararse con los sistemas previstos para ello, no calándose ni por sistemas «raros» (metiendo primera y soltando embrague con los frenos, por ejemplo). Pero lo más delicado es la prueba de gases de escape. Todos los motores están homologados con un nivel de emisiones contaminantes determinado.
Dentro de unos márgenes de error, tu moto debe mantenerse en ese nivel de contaminación. Es imposible de medir «a ojo», por lo que si quieres llevarlo medido previamente deberás pasar por un taller. Sí que puedes comprobar que el consumo es el que debe ser: si es más alto del habitual puede ser síntoma de una mala carburación y, por tanto, puede no pasar esta prueba. Gases de escape muy blancos también son síntoma de avería (normalmente estará quemando aceite por los segmentos gastados u otra avería similar) y también tendrás problemas en este test.
El escape suele ser un punto delicado en muchas motos: es una de las piezas que mucha gente cambia enseguida, en busca de mejores prestaciones o simplemente por estética o moda. Si el escape nuevo está homologado y bien montado, no tendrás problemas. Si no es así, tendrás todos: te «tirarán» porque el escape no está homologado (debe llevar el sello de homologación grabado) y, si eso se les pasa, por exceso de ruido. Si cambias el escape, guarda el de serie, que para estas cosas te será útil.
Ruidos
Aparte de lo ya comentado que te puede ocurrir por llevar un escape no homologado, los ruidos, al igual que los humos, deben estar dentro de unos márgenes de homologación. Estos márgenes vienen en la chapa de homologación de la moto y en las ITV los tienen también en un libro que los recopila por marca y modelo. Se mide en decibelios a un determinado nivel de rpm de motor.
Colocan la moto en un punto predeterminado, normalmente sobre una superficie especial que evita el ruido del caballete sobre el suelo y ponen un sonómetro en un soporte especial que mide la distancia legal a la que debe medirse. Si el escape está en buenas condiciones, no habrá problemas. Si lo llevas suelto, picado o, en algunos casos, con la fibra interior quemada (se puede cambiar), dará un valor superior al aceptable. Comprueba esa fibra; si tu escape es de los que la llevan (ciclomotores y motos de campo, normalmente, aunque no todos), comprueba que los soportes y demás tornillería cercana está bien apretada y no vibra para no hacer ruido. Y comprueba que nada en la moto vibra en esta prueba: la vibración (de donde sea) hace ruido y te pondrá en apuros: recuerdo una Vespa que no pasó porque las parrillas y el caballete hacían casi más ruido que el motor…
Frenos y parte ciclo
En la parte ciclo de la moto, además de que manillar, mandos y demás estén bien apretados, en su posición normal y tengan un funcionamiento correcto, comprobarán que las suspensiones actúen correctamente y no tengan fugas de aceite. Lógicamente, no puede haber roturas de chasis ni nada similar, aunque esto es suficientemente grave como para que lo supieras y no te arriesgues ni siquiera a ir a la ITV con la moto en marcha. Ojo con la tensión de la cadena: tiene que estar fatal para que te tiren por ello, pero si está destensada sí pueden ponerte un fallo y, aunque no sea suficiente para que la ITV sea desfavorable, si tienes otro par de «despistes»… fuera.
La prueba de frenos suele ser otro punto crítico, aunque lo cierto es que con la moto o el scooter no es como el coche: en el coche, con repartidor de frenada y un sólo pedal, el mal funcionamiento del freno de una rueda puede pasar desapercibido, pero en la moto se nota mucho más. Si frena bien, pasarás. Si no, revisa pastillas y, en su caso, la tensión del cable del tambor. Por cierto, en algunas ITV es el inspector el que se sube a la moto y pasa él la prueba; en otras no y tienes obligación de hacerlo tú.
Carrocería y otros puntos
La carrocería también entra en la revisión, como es normal. No puede haber desperfectos graves, no puedes ir sin aletas, o con la mitad del carenado «colgando» o sujeta con cinta americana. Pero salvo esto, no se suelen meter en mayores disquisiciones, tales como si llevas otra cúpula o has desmontado (y dejado bien) parte del carenado. Pero con la ley en la mano, una cúpula distinta o tintada sí puede ser «ilegal», por lo que asegúrate que si cambias la cúpula la nueva esté homologada o, como en el caso del escape, guarda la original «por si las moscas». Por cierto, procura llevar la moto limpia y presentable: los inspectores son humanos y, aunque intenten ser objetivos, una moto «con buena pinta» y cuidada tiene más posibilidades de ganarse su «indulgencia» ante un pequeño fallo.
Cuentakilómetros, cuentavueltas y demás equipamiento de serie del cuadro debe funcionar (y más el velocímetro). Por supuesto, también los testigos, aunque estos no son fáciles de comprobar. No hay una prueba «específica» para ellos, pero ten en cuenta que el cuentavueltas se ve en cuanto la pongan en marcha y cuando comprueben frenos verán si funciona el cuentakilómetros.
Homologaciones
Escapes, cúpulas, pilotos de intermitentes, espejos y otras piezas suelen ser objeto de «tuneo» en muchas motos. Puedes cambiarlas, si quieres, pero para evitar problemas en la ITV deben estar homologadas. Si es así, suelen llevar un «sello» grabado que significa que han pasado los trámites pertinentes para ser usadas por la calle. Cuando las compres o te las monten, el taller te las suelen dar con un certificado del fabricante que garantiza esa homologación. En los espejos o intermitentes puede venir la homologación en la propia caja.
Guarda ese certificado para que en caso se duda puedas exhibirlo durante la revisión. Y si no tienes claro que esa homologación sea valida para Europa o, directamente, no lo está, guarda las piezas originales. Cuando montes las nuevas, ten en cuenta que, primero, es posible que tengas que cambiarlas para pasar la ITV y segundo, que un control rutinario en la carretera puedes tener problemas por llevar piezas no homologadas.
ITV para las motos de campo
Por supuesto, con motos de cross no hay problema: directamente no son matriculables y por tanto no pueden circular por la calle, por lo que también se ahorran la ITV. Las trail y otras motos que se suelen usar por la calle no suponen mucho problema, pero las motos de enduro que se usan por el campo sí suelen ser más problemáticas: se suelen quitar intermitentes, espejos y otros elementos que se pueden enganchar en ramas o romperse a la más mínima caída.
Y en la ITV, como motos homologadas que son, te exigirán que los lleves puestos. Si has comprado la moto de 2ª mano y no tiene esos elementos, ten en cuenta que tendrás que comprarlos y montarlos. Tienes «kits» de intermitencia para ellas que facilitan la instalación provisional. Cuentakilómetros, escapes, placa de matricula, catadióptricos, espejos y demás, igual que en el resto de motos, deben estar montados.
Los ciclomotores también deben pasar la ITV
Desde hace unos años, la ITV es también obligatoria para los ciclomotores. En este caso se pasará por primera vez a los tres años de la primera matriculación y, además de comprobar frenos, documentación y demás como en cualquier moto, son especialmente cuidadosos a la hora de comprobar que no hay modificaciones que afecten a las prestaciones. Para ello, una prueba que no se hace en otros vehículos es la de velocidad máxima. Como sabes, los ciclomotores están limitados por ley a 45 km/h.
Como en la ITV no quieren discutir contigo, permiten un error «importante» y aceptan hasta 62 km/h en vehículos automáticos y 64 km/h con cambio. Lo comprueban en un rodillo, lo que hace que la prueba sea muy «optimista»: no hay resistencia aerodinámica y no te extrañe que si tu moto, en carretera, «hace» 60 km/h reales, en los rodillos supere esa velocidad y te den por desfavorable la ITV.
El caso es que cualquier ciclomotor actual supera con creces esas velocidades sin «trucar» demasiado. El simple hecho de «deslimitarlo» ya hará que corra más. Lo cierto es que legalmente no deberías hacerlo, ya que es un «trucaje» o una modificación de importancia de las características técnicas con las que fue homologado. Para pasar la ITV, si está así, deberás volver a limitarlo para que no supere esa velocidad. Lo suyo sería volver a montar lo que se haya desmontado en la «deslimitación», o eso sería lo legal. Pero lo cierto (y lo que se está haciendo) es acortar desarrollos, limitar el encendido o el recorrido del gas (o varias de estas cosas juntas) para conseguir que la moto no pase de esa velocidad legal.