Entrevista a Jordi Torres

Tras dos campañas como piloto sustituto, Jordi Torres tendrá la ocasión en 2013 de ser piloto del MAPFRE Aspar Team de Moto2 desde la primera prueba a disputar en Qatar. Con 25 años y varios títulos nacionales a sus espaldas afronta este reto con ilusión. Trabajador como pocos, viene sudando desde hace varias temporadas para hacerse un hueco en el Mundial, y no va a desaprovechar esta oportunidad. El recuerdo del fallecimiento de su hermano Rubén el 8 de octubre de 2006 en un accidente durante la celebración del CEV en el circuito de Montmeló no le abandona y le da fuerzas para emprender este desafío aún con más ahínco.

Por fin, piloto del Mundial a tiempo completo.

“Me siento muy feliz. Por fin puedo centrar todos mis esfuerzos en un solo campeonato, no teniendo que cambiar de moto casi cada semana. Con esta continuidad espero optimizar mi confianza, conducción y, por supuesto, el rendimiento de la moto, para poder dar lo máximo de mí. Estoy muy motivado, creo que este año podemos lograr grandes resultados. Me ha costado llegar a esta situación, sé que conlleva mucha responsabilidad, por eso ya me he concienciado para no dejar pasar esta oportunidad”.

¿Cómo se aclarará un piloto que está acostumbrado a competir en tres campeonatos simultáneamente (Mundial, CEV y Europeo)?

“Ahora iré un poco perdido (risas). Es un descanso tener tu plaza segura en el Mundial, y saber que dispones de los medios necesarios para competir, máxime en un equipo referencia como el MAPFRE Aspar Team. Por fin he llegado a la élite, no hay nada mejor ni más arriba, ahora solo debo estar concentrado para dar lo mejor de mí, y obtener tan buenos resultados como pueda. Tener el puesto asegurado te ayuda a creértelo, a ganar confianza para focalizar todos tus esfuerzos en una sola dirección. El hecho de ser piloto sustituto es una oportunidad pero a medias, ahora no hay excusas, estoy ante la oportunidad más importante de mi vida”.

¿Cómo recuerdas tu primera experiencia en el Mundial?

“Obtuve una wild card en 2010, para correr en Montmeló con el equipo Griful, la estructura en la que militaba por aquel entonces en el CEV. Corrí con la Promoharris. No había probado nunca los neumáticos Dunlop del Mundial y eso nos complicó las cosas. Aparte, me di cuenta de cuánto puedes llegar a atolondrarte cuando las cosas no van como quieres. Era nuevo, el tiempo se me escapaba en cada sesión, y en ese momento vi lo que significaba realmente competir en el Mundial. Aun así obtuve un resultado bastante positivo”.

¿Y tu primera carrera con el MAPFRE Aspar Team?

“Fue mi segunda carrera mundialista, en Silverstone. Entonces sí que se me amontonaron las novedades: coger un avión para viajar al extranjero, conocer a todo el equipo el jueves por la mañana, ver tanto orden, estar ante un equipo tan profesional. . . Nunca había visto un nivel tan alto de profesionalidad. Además tanta novedad me dejó un poco atónito. El viernes me subí en la moto de Julián Simón, una enorme responsabilidad teniendo en cuenta la calidad del piloto. Tanto el equipo como la moto eran de primer nivel, así que me sentí un poco cohibido. Aunque lloviese de una sesión a otra y el trazado fuese nuevo para mí, poco a poco el equipo me ayudó a coger ritmo. En la carrera llovió mucho y salí lento. Con el paso de las vueltas fui incrementando la marcha y remontando, pero me excedí y acabé por los suelos”.

Esta oportunidad, ¿llega en el momento justo?

“Supongo. Ahora tengo 25 años, es cierto que la gente llega al Mundial cada vez más joven, pero lo que realmente importa es que vayas rápido. Mucha gente me dice que ahora estoy en mi mejor momento. Desde 2010 he tenido una enorme progresión en el CEV, logrando un subcampeonato y dos campeonatos. Llevo varios años dando lo mejor de mí. No sé si esta oportunidad llega en el momento justo, la cuestión es que, a pesar de la dura situación actual, ha llegado, y eso es lo que realmente importa. Además, estoy feliz porque creo que lo he logrado por mis propios méritos. Me lo he tenido que trabajar mucho, no solo yendo rápido, siendo demostrando una actitud de trabajo constante. Los dos años anteriores en el Mundial, como sustituto, fueron pruebas. Este por fin va a ser mi primer y auténtico año como verdadero piloto mundialista fijo, por así llamarlo”.

¿No sentirás nostalgia después de tantos años en el CEV?

“Tengo muchísimos amigos allí y siempre que pueda iré a verlo. Para mí el CEV es como una familia en la que he estado inmerso durante muchos años, así que no me desvincularía por nada del mundo. Me considero uno más de la familia del CEV”.

Después de lograr dos títulos y un subtítulo, has dejado la categoría de Moto2 del CEV huérfana. . .

“No, la categoría de Moto2 del Campeonato de España tiene muchísimo nivel. Considero que el hecho de que un piloto como yo gane dos títulos del CEV y tenga la oportunidad de competir en el Mundial, supone una motivación para que todos los equipos y pilotos del CEV trabajen a muerte, para conseguir también una ocasión de esta magnitud”.

¿A qué te supo la victoria del CEV en Valencia?

“Venía de la última carrera del Mundial con las fuerzas justas. A pesar de conseguir el mejor tiempo oficial en entrenamientos, los registros de muchos pilotos eran parejos. Mi intención era asegurar el campeonato. Pero luego, durante la carrera, empecé a sentirme cómodo y eso me permitió vencer con relativa comodidad. Ganar el campeonato de España, imponiéndome en la última carrera y sabiendo que la temporada siguiente sería piloto mundialista…. Aquello fue la repanocha. Aquella victoria me supo a gloria, pero sobre todo me supo a familia y amistad. También me supo a muchísimo trabajo, no solo mío, sino de mi equipo, mi familia, en definitiva de todo mi entorno. Lo celebré con un casco réplica de mi hermano. La victoria de Valencia supuso una liberación, el fin de la responsabilidad de competir en varios campeonatos simultáneamente”.

Llevas desde 2011 corriendo con Suter. . .

“Suter es como mi casa (risas). Me llevo muy bien con los integrantes del servicio técnico de Suter. Es una moto con un gran potencial, además todo el equipo técnico tiene una capacidad de trabajo envidiable. La Suter es una moto muy sensible, que te obliga a trabajar mucho, a estar encima de ella para intentar descubrir la más mínima mejora. En contrapartida también te da mucho, a nosotros nos ha demostrado multitud de cosas en poco tiempo. Además, todo mi equipo de mecánicos del MAPFRE Aspar Team la conoce ya a la perfección, y esto es de gran ayuda”.

Recientemente, en el test de Almería, giraste muy rápido.

“Fue mi segundo test como piloto mundialista, hasta hace poco estaba acostumbrado a ir de carrera en carrera. El hecho de poder emplear el tiempo solamente en probar y descubrir aspectos nuevos de la moto fue todo un privilegio para mí. Me considero una persona muy trabajadora, que no se cansa nunca. Siempre quiero que la moto vaya un poquito mejor, para conseguir ser más rápido. En tres días probamos infinidad de cosas, progresivamente fuimos encontrando nuestra mejor configuración, y el último día pusimos toda la carne en el asador. Con neumáticos usados rodamos en 1.36.30 y pensábamos dar el test por concluido. Pero en mi fuero interno sabía que podía girar un poco más rápido, así que le pedí a mi jefe técnico que montara gomas nuevas. Al final logramos un tiempazo (1.35.90), con muy buenas sensaciones y un gran ritmo. Fue una buena recompensa a tres duros días de trabajo”.

¿Va a hacer algún tipo de preparación distinta este invierno?

“Este año va a ser la pretemporada más dura de mi vida (risas). Tengo muchos retos para este invierno. Voy a trabajar mucho con la bicicleta para mejorar a nivel cardiovascular. También he de concienciarme para perder algo de peso. En estas motos tan similares, en lo que a potencia se refiere, es importante no ser demasiado pesado”.

En 2012 logró un octavo y un sexto puesto en Aragón y Valencia…

“Trabajando duro, creo que dará igual el circuito, estoy convencido de que podremos estar delante. Mi objetivo es mantenerme con frecuencia entre los diez primeros, y a partir de ahí plantearme seguir mejorando. No será tarea sencilla, pero estoy convencido de que podemos ser muy competitivos”.

¿Qué supone competir bajo la tutela de Aspar?

“Conozco el equipo a la perfección, eso hace que me sienta muy a gusto, como en casa. Por tanto, el trabajo se hace más agradable y llevadero. El equipo me demuestra cada día su nivel de trabajo y su calidad. Todos tienen una mentalidad ganadora y muy competitiva, eso a la larga acaba viéndose. Estoy en el mejor lugar que podría estar para aprovechar esta magnífica oportunidad. En cuanto a Jorge, su figura es clave en todas las parcelas del equipo. A mí, personalmente, tenerlo en el box me ayuda mucho, en ocasiones me da pequeños consejos que me resultan útiles para mejorar. Me siento muy integrado en el equipo. Es primordial que al margen de trabajar disfrutemos con lo que hacemos”.

¿Qué le pides al nuevo año?

“Simplemente un poco de fortuna, para que las cosas sigan yendo bien como hasta ahora, y a ser posible, incluso mejor”.