Motosharing: cada vez más conocido, pero poco extendido entre motoristas

La fórmula del motosharing no termina de convencer entre los usuarios de moto, pese a que son conocedores de su existencia en un porcentaje que roza el 50%, lo que ya implica una notable subida respecto al 39% que declaraba tener constancia de su funcionamiento el pasado año 2021. Son datos ofrecidos por el Estudio Movilidad en Moto 2022 realizado por motos.net junto a ANESDOR.

Pero resulta todavía más significativo el porcentaje de aquellos que lo conocen y admiten no haberlo usado todavía: nada menos que el 54%. De hecho, aseguran no tener intención de hacerlo en un futuro próximo, lo que denota el escaso interés que muestra el colectivo de motoristas ante una iniciativa como la de compartir moto.

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Cifras reducidas

Pero no todo son negativas. Existe un porcentaje, reducido eso sí, que parece tener cierto interés por la fórmula del motosharing, compartiendo moto o scooter en las grandes ciudades. En realidad, en este aspecto encontramos uno de los escollos, ya que un 13% admite no disponer del servicio en cuestión, por lo que le resulta imposible utilizarlo.

El porcentaje se reduce a apenas un 5% de conductores que admiten no haberlo usado, pero sin embargo están considerando revertir la decisión a tenor de las circunstancias actuales relativas a la movilidad urbana. Apenas un 2% se considera usuario habitual.

En línea con las cifras de pequeña cuantía, el estudio recoge datos como que apenas el 10% usa el sharing, con el 1% de usuarios decantados por el alquiler por días y renting por períodos superiores en relación con ocio y turismo (69%), desplazamientos al trabajo o lugar de estudios (33%) o para el desempeño de su trabajo (12%).

En general, el 89% de los compradores de moto no utilizan los servicios de movilidad en moto relacionados con todo ello, lo que en cierto modo confirma la preponderancia del conductor hacia la adquisición del vehículo particular, en detrimento de otras fórmulas de reciente implantación en el mercado.

De hecho, en el mismo estudio figuran cifras que inciden en este aspecto, con porcentajes muy elevados en relación a la posesión de una moto o scooter adquirido a su nombre y de uso particular, aportando como curiosidad en el dato de preferir el empleo de la moto de manera individual, con conductores que se decantan por rodar sin la compañía desde el asiento trasero. Algo que no resulta en absoluto excluyente, incluso en el ámbito del motosharing.