Michelín Power Pure Scooter
En el mundo de la moto de altas prestaciones, los neumáticos con soluciones bi-goma es una realidad hace años. Esta tecnología es exclusiva de las dos ruedas, ya que en los coches, la sección de goma en contacto con el suelo siempre es la misma, ya sea en recta o en curva. En cambio, en una moto o scooter, varía en función del ángulo de inclinación. Por eso es muy práctico utilizar una banda central con un compuesto duro para aumentar el kilometraje y uno más blando en los laterales para incrementar el agarre en curva.
Los nuevos Michelín Power Pure heredan la tecnología desarrollada en los derivados de moto Power Pure 2CT. Pero para una marca como el gigante francés de los neumáticos, el mercado de los scooters ya no es el futuro: es el presente. Con el mercado de los neumáticos de moto en recesión, es el de scooter el que en los últimos años tiene un ritmo de crecimiento de un 6%, crecimiento que, además, se prevé continúe.
Michelín ya tenía un buen neumático de scooter, el City Grip. Con él, las premisas básicas que cualquier usuario de scooter pide a sus neumáticos estaban cumplidas: agarre en cualquier circunstancia, duración considerable y ausencia de problemas, ya que el 81% de los usuarios utiliza el scooter a diario. Sin embargo, los estudios de Michelin demuestran que el 33% de los usuarios de scooter son o han sido también usuarios de moto, y este tipo de usuario exige más a sus neumáticos. Requieren cierto comportamiento sport, lo que significa mayor agarre y «feeling» y ello implica un compuesto de goma más blando, lo que derivaría en un desgaste más rápido y posibles deformaciones del centro de la rueda en uso en ciudad (con pocas curvas), a no ser que se opte por dos compuestos distintos en un mismo neumático. Ya sabes: bi-goma.
Tecnología bi-goma 2CT
Gracias a la tecnología 2CT (Dual Compound Technology), el Power Pure es capaz de un mejor agarre manteniendo excelentes cualidades en uso urbano. Es una tecnología derivada del mundo de la competición, más concretamente de los neumáticos «peludos»; es decir, de los que se emplean en las carreras bajo condiciones de lluvia. Consistente en construir el neumático con distintos compuestos, con una banda central más dura, más resistente al desgaste y unos flancos en un compuesto más blando que permiten un mayor agarre cuando tumbas el scooter. De esta forma, mientras conduces recto, sólo la banda central (más dura), está en contacto con el suelo. Al ser más rígida, también consigue enviar más información al piloto y transmitir un mayor «feedback», algo muy interesante en conducción sport.
A 20º de inclinación usas parte de ambos tipos de goma y a 35º ya estás apoyado en la zona blanda del neumático, con mayor agarre.
También el dibujo ha sido diseñado para ayudar al neumático a cumplir su cometido. Derivado del empleado en los neumáticos de moto, toma su inspiración en esos neumáticos de lluvia, con una banda central «slick» para una mayor duración y un 15% de la superficie ranurada; un poco más que en las motos (11%) y menos que en los neumáticos City Grip (25%). Sale al mercado en 19 medidas, las más comunes en scooters mayores de 125 cc y con índices de velocidad superiores a «P»; es decir, 150 km/h.
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