La fábrica de Suzuki-Gijón en peligro

Suzuki solicitó al Principado de Asturias que autorice un Expediente de Regulación de Empleo a sus trabajadores un máximo de 222 jornadas entre enero de 2011 y marzo de 2014. Al personal de producción se le regulará por días, mientras que al de oficinas se le regulará por horas hasta un máximo de 1.776, que es el equivalente a 222 jornadas. La empresa enviará ese tiempo a los trabajadores al paro sin abonarles ningún complemento, acogiéndose al preacuerdo que en ese sentido alcanzó con el comité de empresa el pasado mes de julio.

El nuevo escenario es que el comité ha dado por roto ese preacuerdo y exigirá complementos, al entender que la empresa modificó las condiciones del acuerdo. Aquel pacto se basaba en que los trabajadores renunciaran a compensaciones por una regulación temporal de empleo para evitar el despido de 32 operarios, que fue la medida que inicialmente barajó la empresa. Sin embargo, según el Comité de Empresa, en estos meses Suzuki ha efectuado 19 despidos mediante bajas incentivadas (de mutuo acuerdo con los afectados) y a eso se acogen ahora los sindicatos para dar por roto el acuerdo.

Una de las principales alternativas para desbloquear la situación es que la empresa acepte pagar un complemento a las percepciones públicas que recibirán los trabajadores los días en que estén en paro, siempre que no haya subida salarial durante la vigencia del ERE.

Uno de los grandes escollos en esta negociación es que los trabajadores tendrían que renunciar a la subida del IPC, prevista para el año 2011, el último del vigente convenio colectivo. Para los años 2012 y 2013 no hay convenio y en la actual coyuntura económica es muy improbable que la empresa fuera a ofrecer alguna mejora salarial para esos años.

Si la dirección y el comité de empresa no mantienen las condiciones del ERE, será la Consejería de Industria y Empleo la que tenga que resolver si autoriza o no el ERE. Si bloquea esa regulación temporal, la dirección de Suzuki ha planteado que obligaría a la compañía a «adoptar medidas de urgencia» al dejar a la empresa en una «situación muy complicada para la supervivencia», según señaló el director general de Suzuki Motor España, Juan Carlos Andrés.

«Hay unos hechos objetivos ciertos, que conoce el comité: Nuestra producción ha caído en un 65% entre 2007, cuando acabamos con 40.028 unidades y 2010, que vamos a acabar con 14.080 unidades y las pérdidas acumuladas de 2008, 2009 y 2010 superan los 15 millones de euros», explicó Juan Carlos Andrés.

El escenario para los próximos tres años es complicado, según el directivo: «Creo que ya hemos tocado fondo», pese a lo cual, la recuperación de producción será insuficiente para la plena actividad de la fábrica: 16.060 unidades en 2011, 18.800 en 2012 y 18.200 en 2013, según las previsiones de Suzuki.

Os mantendremos informados del devenir de los acontecimientos, esperando que el futuro de la fábrica asturiana tenga garantizado su futuro.