Un día en Lorenzo Competición Guadalajara

Era el año 1999 (madre mía, hace ya ¡14 años!…¡¡¡14 años!!!), cuando yo formaba parte del equipo Monlau Competición, en aquella época dirigido por Dani Amatriaín. Éramos toda una manada de pilotos en muchas categorías. Por allí estaban Toni Elias en 125 GP, Joan Olivé que terminó en la Movistar Activa Cup, “Bocha” Escobar y el malogrado gallego José Maria Martín Vázquez en 600 c.c, y Alex Debón y un servidor que participábamos en el CEV y Europeo de 250 c.c. Pero además,  había un chavalín de 11 años, del que todo el equipo estaba un poco más pendiente que del resto. Se llamaba “Giorgio” Lorenzo y era el protegido de Amatriaín. Giorgio (quien imagino, sólo imagino, se cambió años después a Jorge por cuestiones marketinianas), participaba en la Copa Aprilia 125, y que me suena que ganó el campeonato. Pero en nuestros entrenamientos privados no se bajaba de toda una Honda RS 125 GP. Así pasaba, luego en las carreras de la Copa Aprilia que se hacían con una moto “de calle”, se subía, y le sacaba las tripas.
 
Además de Amatriaín, siempre había otra persona permanentemente encima de “Giorgio”, y no era otro que su padre Chicho. Yo, lógicamente estaba más pendiente de mis cosas que de las de los demás, pero compartiendo box en tantas ocasiones, era inevitable ver la forma en la que Chicho instruía a Giorgio. Era muy estricto y muy exigente, yo pensaba que en ocasiones, demasiado. Estaba seguro que aquella forma de entrenar no era la más adecuada y que así no conseguiría llegar a ningún sitio, y que lo único que pasaría es que el chaval no aguantaría esa presión y acabaría frustrado dedicándose a otra cosa. No hace falta que diga ahora, 14 años después, que me equivoqué. Es evidente. No se si el método Lorenzo que utilizó Chicho con su hijo en su niñez es el mejor o no, lo que nadie puede poner en duda es que con Giorgio funcionó. También yo creo que Giorgio estaba hecho de una pasta muy especial, y que es imposible que su método funcione con todos los pilotos de la misma manera. Cada maestrillo tiene su librillo, y si no, que se lo digan a Ángel, padre de Manugasss también ahora con 11 años de edad, que bajo su propio criterio ha entrenado a su hijo todos estos años, y muy mal no lo ha debido hacer, cuando yo nunca he visto a un chaval hacer las cosas que hace Manu sobre una moto. Aunque como bien me dijo Ángel hace poco, “por mucho que entrenes, por muy buen método de entrenamiento que tengas…si el chaval no lo lleva dentro, nunca llegará a ser una figura”.
 

Hace unos años Chicho empezó a instaurar su método y conocimiento sobre la competición, mediante diversas escuelas a lo largo de toda España. Una especie de franquicias bajo el nombre «Lorenzo Competición», en las que se aplica la base del método elaborado por Chicho durante muchos años. Yo más o menos ya sabía en que consistía, en gran parte gracias a un reportaje que hace unos meses hizo nuestra compi Mar Acebes en la escuela «Lorenzo Competición Toledo». Pero cuando gracias a mi colega «Rotty», se me presentó la oportunidad de hacer un curso en «Lorenzo Competición Guadalajara», no lo dudé ni un instante. Quería comprobarlo en primera persona.
 
«Lorenzo Competición Guadalajara» esta dirigida por Ivan Sanchez, y he de decir, que me ha dejado impresionado el interés, la dedicación, el esfuerzo y la ilusión que Iván pone en su escuela y sus cursos. Sus instalaciones en Villanueva de la Torre, son realmente completas. Un circuito «grande» hecho con neumáticos sobre una superficie de cemento donde poner en práctica todo lo aprendido. También un circuito similar, pero mucho más pequeño y estrecho llamado «el tubo», donde es fundamental una máxima concentración para meter las pit-bikes a la máxima velocidad posible. Una pista de tierra, donde practicar derrapadas, tanto en frenada como en aceleración, y por último una explanada de cemento donde se practican los «famosos ochos de Chicho». Es en estas explanadas donde se trabaja a fondo la postura sobre la moto. La postura seguramente sea la pieza fundamental en el método Lorenzo. Los cursos que imparte Iván están destinados a niños y adultos que quieren mejorar su técnica básica de pilotaje sobre motos pequeñas, que después pueden aplicarse en motos «de verdad». Hay mucha gente que se mete en circuito con una moto grande, sin pasar previamente por un curso. Como muchos sabéis, yo formo parte también de una empresa, www.cm-3.es ,  en la que nos dedicamos a dar cursos y organizar rodadas en circuitos de velocidad, y siempre sugerimos (nunca podemos obligar) a que quien quiera hacer una tanda libre o rodada en circuito, reciba antes algún curso por medio de alguien especializado en ello. Si lo haces así, te divertirás más, y de forma más segura.
 
Iván en su escuela, también puede hacerse cargo del entrenamiento de niños que quieren enfocar su carrera hacia la competición, pero ya advierte antes de empezar, «mi entrenamiento de competición es muy duro y muy pocos niños aguantarían el ritmo». Viendo lo que vi con Chicho hace 14 años€me lo creo. Quizás alguno de vosotros que estéis leyendo esto pueda estar pensando «¿A Ismael Bonilla, que además se dedica a dar cursos, le van a dar un curso de conducción?» Pues si. Ese era el trato, yo ese día iba a ser un alumno más, acatando todas las indicaciones de Iván respecto a mi forma de pilotar. Y he de decir que me sorprendió gratamente en muchos de sus apuntes, y yo me esforzaba por aplicar sus consejos. Aunque después de 23 años que llevo corriendo en moto, en diferentes categorías y niveles, veo complicado que vaya a cambiar ahora mi forma de pilotar. Pero si que es verdad que nadie lo sabe todo, nadie, y siempre se pueden aprender más cosas, y hubo varios aspectos en los que trabajamos que pueden serme de utilidad.
 
Os dejo unas imágenes y unos videos de la jornada del curso, y os animo a participar ya que además de aprender, sobre todo vais a hacer deporte (¡y sudar mucho!) y os vais a divertir, que al final, es de lo que se trata el motociclismo para el 99% de los mortales.