Equipamiento para moto con membranas micriporosas: conoce lo básico para no mojarte ni sufrir el frío en marcha
El equipamiento para moto debe protegernos en todo momento de cualquier circunstancia. Con las membranas microporosas, mojarte el cuerpo o notar cómo el aire frío penetra hacia el interior deberían ser cosas del pasado. Sin embargo, existen diferentes detalles que debes conocer para obtener el máximo partido de la tecnología aplicada a las prendas para el motorista.
Ahora que el frío y la lluvia son “el pan nuestro de cada día”, la mejor lucha es una adecuada prevención. Una vez tenemos claro que el equipamiento para moto debe ofrecer unas mínimas garantías en cuanto a nivel de protecciones, cantidad y calidad de las mismas, lo siguiente deberá ser encontrar una barrera verdaderamente útil para hacer frente al viento que intenta colarse hacia el interior de la chaqueta, los guantes, el pantalón o las botas, junto con una lluvia que en caso de empapar el cuerpo, provocará que nuestra salud se resienta.
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¿Cómo funciona una membrana microporosa?
Una membrana preparada para enfrentarse al viento y la lluvia debe cumplir dos requisitos fundamentales: ser capaz de cortar el viento y bloquear el agua en el exterior de la misma y, al mismo tiempo, permitir la evacuación del sudor provocado por la actividad del pilotaje. Hemos de tener en cuenta que estamos realizando un ejercicio mientras rodamos, por lo que no nos podemos permitir interponer entre el equipamiento y nuestro cuerpo una capa o tejido que impida expulsar el calor generado durante dicha actividad.
Con estas dos premisas fundamentales expuestas, se nos presenta otra cuestión de relevancia: ¿cómo debe ser la membrana en cuestión? ¿Puede ser extremadamente fina para no añadir peso a la prenda o necesita ser gruesa para cumplir su trabajo? Las respuestas a estas dos preguntas penden de una tercera, ¿cuánto estás dispuesto a pagar para rodar en moto de manera confortable, sin sufrir el acoso del frío y el agua?
Una membrana gruesa no siempre es sinónimo de eficacia en cuanto al corte del viento y la entrada de agua hacia el cuerpo, ya que si bien puede conseguirlo, por el contrario la evacuación del calor en forma de sudor podría verse sacrificada por ello; por otro lado, una membrana fina o, como sucede con la más gruesa, de calidad discreta, favorecería la expulsión del calor pero a cambio de no soportar una férrea carga de agua proveniente del exterior. Hemos de tener en cuenta que, en plena marcha, el azote de la lluvia es superior a si, por ejemplo, nos desplazamos caminando bajo la lluvia… Un reto más para superar.
¿Cómo podemos saber si realmente funciona?
Con este reto bien presente, deberemos tener en cuenta que no cualquier membrana nos servirá. Los estudios realizados para su desarrollo miden la cantidad de agua que puede evacuar la propia membrana, así como la que es capaz de retener proveniente del exterior. Para ello, la microperforación deberá ser más generosa para esto último y prácticamente mínima para lo primero. La evaporación del sudor se mide en gramos por metro cuadrado en 24 horas. Para hacernos una idea, una cifra superior a 10.000 gramos por metro cuadrado en 24 horas es correcta para actividades “light”, como caminar con una lluvia suave e intermitente, siendo 20.000 gramos por metro cuadrado en 24 horas más cercano a lo que un usuario de moto necesita.
En cuanto a la entrada de lluvia o calado, la medición se realiza por la capacidad de la columna de agua soportada, ya que la membrana deberá retenerla hasta un grado de acumulación o retención por milímetro; 10.000 milímetros es una cifra aceptable para lluvia esporádica, pero no será hasta 20.000 milímetros o más lo que podría considerarse viable para una prenda de equipamiento de moto.
Características ideales para ropa de moto
Incluso teniendo en cuenta todo lo explicado, no toda membrana continúa siendo válida para ser empleada en cualquier pieza del equipamiento. Así, no es lo mismo una capacidad elástica en diferentes direcciones de una chaqueta que la que pueda requerir una bota en su interior. He aquí otra de las capacidades que una buena membrana debe contemplar en función de la prenda en concreto.
Pero además, la propia membrana puede ofrecer una o más capas insertadas en la prenda (laminada) o montada en un forro interior extraíble. También de ello dependerá la calidad utilizada y, a su vez, el peso del conjunto: una membrana laminada lo reducirá en relación con otra instalada en un forro desmontable.
Gore-Tex, Windtex, Dryway… Los fabricantes han inundado el mercado de sus propias membranas, en ocasiones obtenidas mediante desarrollo propio en sus laboratorios de I+D. Sin embargo, y siempre que tengas acceso a la información referente a la capacidad de evacuación e impermeabilidad del conjunto, así deberá condicionar la compra del producto que persigas. Dependerá, por supuesto, del uso que vayas a darle y, como siempre, recuerda que unas buenas calidades redundará en un precio más elevado respecto a la media pero, al tiempo, en un mayor confort en marcha.