Chaqueta de moto para verano: no salgas sin ella

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Chaqueta de moto para verano: no salgas sin ella
Luis López Lozano
Luis López Lozano
La chaqueta de moto para verano no es una parte opcional de nuestro equipamiento, sino imprescindible para complementar la protección necesaria cada vez que salimos a rodar, ya sea muy cerca o tan lejos como nos lo hayamos propuesto.

La chaqueta de moto para verano puede verse como un extra dadas las circunstancias climatológicas, porque si durante el invierno buscamos resguardarnos del frío con ella, ahora que el calor aprieta y las bajas temperaturas forman parte del pasado sucede justo lo contrario: nos sobra. El subconsciente parece querer inducirnos a dejarla guardada en el armario.

Aquí confluyen varios aspectos que deberemos tener en cuenta. Por una parte, es lógico que el simple hecho de pensar en ponerte la chaqueta que hemos empleado durante todo el invierno, provoque rechazo. Podría tener solución en caso de que, habiéndolo hecho o no adrede, compraras en su momento la prenda pensando en su uso durante todo el año, por lo que con apenas desmontar el forro interior y abriendo las tomas de aire frontales y traseras, algo que te llevará apenas 1 minuto, encontrarás la tecla. Sin embargo, en caso de que tu prenda se haya diseñado específicamente para soportar bajas temperaturas bloqueando la entrada de aire y agua hacia en interior, no quedará otro remedio que pensar en hacerte con los servicios de una chaqueta más acorde con los tiempos que corren. Los rigores del clima convierten en inviable su uso ahora que la lluvia no es un problema y sí la búsqueda de aire en plena marcha para refrescar nuestro cuerpo.

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Chaqueta de verano: razones para moverte en moto con ella

No nos engañemos: el uso de una chaqueta técnica mientras rodamos en moto es tan importante en invierno como en verano. Los peligros son los mismos durante todo el año y la exigencia en cuanto a su grado de protección no distingue temperaturas ambientales, edades o tipos de moto, por ejemplo. Esto último tiene “su aquel”, ya que no sería la primera vez que escuchamos al “experto” decir que “para ir en scooter por ciudad y a una velocidad tan baja, no hace falta sufrir con el calor en verano”.

¿Sabias palabras? Más bien habría que sacar a colación aquello de “la ignorancia es atrevida”. Hay infinidad de estudios que indican la peligrosidad que entrañaría una caída en plena marcha, incluso a velocidades que ronden los 30 km/h obligatorios en ciertos tramos urbanos, algunos de ellos compartidos con peatones; incluso sería extensible al uso de otros vehículos como una bicicleta o un “inocente” patinete, donde el elevado riesgo de sufrir en tus propias carnes los efectos de un golpe violento o una abrasión por deslizamiento sobre el firme, convierten en un verdadero problema cualquier inesperado accidente, acabando con tus huesos en el hospital y la inolvidable experiencia de unas curas que jamás se borrarán de tu mente… e incluso de tu físico.

Conceptos como “cerca” o “despacio” terminan por ser relativos cuando rodamos en moto. La casuística es tan caprichosa que por mucho que nos empeñemos en disfrutar de un agradable paseo urbano en moto, alguien puede venir y arruinarlo todo con unas consecuencias que, trasladadas a conceptos tan valiosos como “tiempo” y “dinero”, se pueden elevar hasta el infinito. Así, limitar los daños colaterales con el empleo de una chaqueta adecuada para rodar en moto durante el verano es posible, aunque no obligatorio. De nuevo, no nos engañemos: calcula el precio de tu salud, de tu bienestar… de tu vida. Echarlo todo abajo en cuestión de segundos, tal vez incluso apenas unas décimas, es producto del destino y no siempre de nuestra destreza a los mandos de la moto. En definitiva, evitar males mayores está en tus manos.

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Chaqueta de verano: justo lo que necesitas

Una vez tenemos claro que queremos llegar a la jubilación con el mayor grado de salud posible armados con nuestro casco, guantes, chaqueta, pantalones y botas desarrolladas para rodar en moto, llega el momento de exigir una buena prenda o, tal vez y en función de tu presupuesto, unos mínimos imprescindibles.

La lógica y la experiencia nos indica que un buen producto suele venir avalado por la exigencia de un precio, en cierto modo, ciertamente considerable. Mucha atención con esto porque no siempre deberá se así. Sin embargo, las protecciones con cierto nivel de exigencia en test homologados no suelen ofrecerse en el mercado a precio de saldo… salvo liquidaciones. Sin embargo, no has de ser “marquista” para conseguir la chaqueta perfecta que, por otra parte, será aquella que cumpla con tus expectativas no solo estéticas, sino también un rodar agradable en moto con lo que requieras durante tus momentos más deseados del verano.

Comencemos por el diseño, ya que en la mente tenemos la típica prenda textil con un tejido que, de manera indefectible, consiga un elevado grado de resistencia a posibles golpes y abrasiones. Así, una prenda de corte masculino difícilmente satisfará las necesidades de una fémina. Bien está aquello de aprovechar al máximo cada elemento de nuestro entorno para salvaguardar la salud del planeta, pero no está de menos pensar en la nuestra como punto de partida. Los cortes más entallados ayudan a evitar molestas sensaciones como los “flaneos” en marcha que afectan al confort o, simplemente, una correcta adaptación a nuestro cuerpo que se verá reflejada en una protección total, sesgada en caso contrario.

Por tanto, deberías perseguir los diseños acordes con tu condición. La chaqueta elegida deberá incluir protecciones en hombros y codos, siendo más adecuadas las de Nivel 2 bajo certificación CE. Rechaza cualquier prenda sin el correspondiente distintivo de homologación. La protección de espalda o pecho suele ser opcional, y en pocas ocasiones últimamente te las verás con una prenda que no disponga del correspondiente alojamiento, para que tú mismo seas quien la compre e instale en su lugar. No aportan mucho más calor durante la conducción y los beneficios, en caso de desastre, son extraordinariamente providenciales.

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Chaqueta de verano: ventilación contra el calor

Hablábamos antes de evitar el calor usando una chaqueta de moto para el verano… Parece un reto complicado, pero no imposible. Los últimos tejidos textiles perforados, agujereados o ventilados permiten el flujo de aire en plena marcha, lo que suele ser un alivio y un punto a su favor respecto a otros tejidos lisos o convencionales, sobre todo cuando el calor aprieta de verdad y cualquier brizna de aire es bienvenida. Algo que se le puede dar la vuelta cuando rodamos con una amplitud térmica elevada; es entonces cuando el calor diurno se transforma en intenso fresquito al caer la noche. Para combatirlo, fíjate en que la chaqueta disponga de un fino forro interior fácilmente desmontable que mitigue y combata el efecto del calor convertido en frío en cuestión de horas, o incluso minutos dependiendo de si ruedas cerca de humedales o en carreteras de montaña a cierta altura, por poner dos ejemplos habituales.

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Al referirnos a las prendas de corte masculino o femenino, no se ha comentado nada sobre los siempre bienvenidos ajustes… De acuerdo, contamos con que la chaqueta nos queda perfectamente ajustada al corresponder a nuestro patronaje, pero precisamente la perfección no existe y cada cuerpo es un mundo. Para rematar lo inicialmente bien hecho, busca ajustes allá donde compruebes que “sobra tela”, como la zona superior e inferior de los brazos, las muñecas o la cintura; también en el contorno inferior de la prenda si te has decantado por una chaqueta “tres cuartos”. ¿Y el cuello? Suele molestar una protección elevada y excesiva en esta zona, más todavía mientras sufrimos altas temperaturas, pero lo cierto es que nunca está de más parar los efectos de un insecto impactando en nuestro cuello, incluso a velocidades moderadas. Con ajustes en diferentes posiciones, sea o no de velcro, y un interior de tacto agradable, los males son menos…

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Ya que nos movemos en moto a todas partes con una temperatura ambiente elevada y que no queremos portar una mochila en la espalda, lo lógico es repartir lo que solemos llevar encima en los diferentes bolsillos disponibles de nuestra chaqueta veraniega. Piensa que toda superficie ocupada por uno de ellos es un freno a la entrada de aire, sobre todo si tenemos en mente los más eficaces modelos ventilados. Es por ello por lo que no resulta extraño encontrarte con chaquetas con apenas dos bolsillos inferiores de escasa capacidad. ¿Te serviría una prenda así? Tenlo en cuenta al elegir la tuya porque incluso los siempre prácticos y casi imprescindibles bolsillos laterales interiores quedan fuera de la ecuación “chaqueta de moto ventilada” y, con ello, decimos adiós a llevar la cartera o el móvil a buen recaudo.

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En pocas palabras, elige la chaqueta de moto para el verano en función de tus necesidades, ya que en ocasiones algunos elementos son excluyentes. Entre ellos no deben encontrarse las protecciones en hombros, codos y espalda, pero si de verdad buscas sentirte plenamente confortable en marcha, busca la que mejor se adapte al cuerpo contando, como siempre, con los ajustes correspondientes; revisa su acabado y piensa que deberán durarte un tiempo, por lo que un velcro de aspecto pobre o demasiado pequeño sucumbirá a un uso continuado antes que un clip bien rematado, o cincha elástica, cierre micrométrico “multiposición”, etc.

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