Un poquito de envidia-

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Un poquito de envidia-
Fórmula Moto
Fórmula Moto


Pues sí. Cada vez lo tengo más claro, la envidia es el deporte nacional; no sólo somos campeones del mundo de fútbol y motos, también del mundial de la envidia. Tampoco voy a entrar en muchos detalles de cómo y por qué he llegado a esta conclusión, pero gracias a los envidiosos, se me ha ocurrido sobre lo que iba a escribir esta semana en el blog. Como se suele decir, hay dos tipos de envidia: la sana por la que a la gente le gustaría estar en tu lugar, pero en el fondo se alegran por ti, y la mala o insana, por la que alguna gente no sólo no se alegran por ti, sino que además te suelen desear que se te tuerzan las cosas. Y quiero pensar que de estos últimos no hay muchos, pero haberlos, los hay.

Pues mira, si eres de los que están en el segundo grupo, te recomiendo que no sigas leyendo, porque lo vas a pasar mal. Pero si eres de los primeros, adelante, porque hoy vas a aprender lo que es una presentación de prensa de motos como piloto probador de una revista, y estoy encantado de compartirlo contigo.

Cuando tú vas al kiosco y compras la revista de turno, lo habitual es que en ella puedas ver presentaciones dinámicas de nuevos modelos: deportivos, touring, custom-unas cuantas fotos, unos textos, fichas técnicas y alguna entrevista. Eso es lo que llega a las manos del lector. Sin embargo, detrás de esas páginas en papel, hay más. Mucho más. Todo un -making off- que hoy os quiero contar.

Tengo que reconocer que la mayoría de las veces es una verdadera suerte ser probador/colaborador de una revista como pueda ser Fórmula MOTO. Cuando Ramón me llama o me manda un email desde la redacción para decirme, por ejemplo, -tenemos la presentación de la KAWA ZX-10R en Qatar, ¿te apuntas?-. ¿Cómo no me voy a apuntar? ¿estás loco? Esa podría ser una respuesta cualquiera a esa pregunta. Y a partir de aquí, empieza lo bueno.

Quedamos en el aeropuerto con el resto de colegas de las otras revistas de Madrid y con el Jefe de Prensa de la marca en cuestión, que suele ser quien ha organizado todo el tinglado desde España. Llegan los saludos, unos más efusivos que otros depende de quien se trate. Se comentan los primeros chascarrillos: de otras presentaciones, de viajes, de cotilleos de las carreras, de otros compañeros periodistas-Es habitual que el primer vuelo sea una escala en otro sitio, y allí nos juntamos con el resto de la expedición que normalmente son todos de prensa de Barcelona. Si hay suerte, nos dirigimos ya todos juntos al destino final en -Business Class-, pero todo sea dicho, son las menos veces. Durante el viaje, más chascarrillos.

Al llegar al destino, seguimos con el ejemplo de Qatar- Doha, en el aeropuerto nos espera, o bien un minibus para llevarnos al hotel, o bien como es habitual en este caso concreto de Qatar unos tremendos cochazos reservados por la central de la marca. El hotel, pues bueno, las marcas de motos siempre intentan quedar lo mejor posible con los periodistas, y así, no escatiman en gastos. El hotel Ritz o el Intercontinental de Doha son los más habituales. Para flipar. Cuando llegamos a nuestro lujoso lugar de residencia siempre suele haber alguna moto expuesta en la recepción. Y, además, como es una novedad pues, ¡hala! ¡Todos a babear con ella! Sin movernos del sitio, ya nos dan la documentación de la prueba, horarios y demás. También nos hacen firmar la típica hojita de exención de responsabilidad de la marca en caso de accidente en circuito.

Subimos a la habitación y allí, por lo general, nos espera un -present- encima de la cama: un reloj, unas gafas de sol, guantes, espaldera, mochila-por ahora, lo mejor que yo me he llevado es una PSP con el juego de World Superbike. No desvelaré qué marca -japonesa- nos la regaló. Después llega la hora de la cena a una hora prudente, porque ya debemos estar concentrados, junto al el resto de periodistas del mundo ya sean japoneses, americanos, australianos, europeos- Al final, de coincidir en tantas presentaciones, te haces amigos de otros países. No obstante, durante la cena siempre intentas compartir mesa con los colegas de tu país, pero también tienes en tu mano sentarte al lado de un probador ruso, o de un -chino- que diseño la NSR de Doohan, o de Troy Bayliss, o Carlos Checa, o del Jefe de Prensa de Ducati Corse- No os podéis imaginar la de cosas que salen a relucir en estas cenas. Mucha de esa información vale su peso en oro.

Nos vamos a dormir pronto -ejem, ejem- porque al día siguiente hay que madrugar para ir a probar las motos. El autobús ya nos está esperando a la puerta del hotel para trasladarnos al circuito donde nada más llegar, lo primero es desayunar -full equip- en la sala VIP. Justo después, se hace la presentación estática en la sala de prensa o de briefing. La puesta en escena puede llegar a ser espectacular. Las de Ducati son las mejores con mucha diferencia, con sus vídeos, música y luces, siempre con la moto de fondo. Se me ponen los pelos de punta sólo de pensarlo. Pero vamos, resumiendo, los creadores de la moto -en inglés- te sueltan el rollo de la máquina en cuestión y de lo maravillosa e insuperable que es. Que sí, muy bien, muy bonito todo. Pero yo quiero salir ya a la pista. Antes de eso, el equipo que se va a encargar de hacer las fotos, te hacen una -instantánea- de pie y con el casco en los brazos junto a un cartelito con tu nombre. Así, cuando seleccionan nuestras fotos personales pueden identificarte correctamente.

Nos dividimos en grupo según las nacionalidades, así que, normalmente, los españoles solemos rodar juntos, aunque también nos podemos juntar con pilotos de otros países. A mí me encanta rodar con los japoneses ¡Están tarados! ¡Y no veas cómo se pican! Precisamente en Qatar, una de las 5 o 6 veces que he estado, un expiloto japonés se picó conmigo, y-acabó rodando por el suelo. Solemos hacer 4 o 5 tandas, siempre -a full- de neumáticos y con un equipo técnico detrás para todo lo que puedas necesitar. Una de las mejores cosas de las presentaciones es que los pilotos estrella o destacados de las marcas -a los que, si has tenido suerte, conoces de la cena de la noche anterior- acuden a rodar en calidad de monitores de lujo. No me acuerdo de todos los pilotos con los que me he podido echar algún pique: Checa, Bayliss, Rea, Riba, Xaus, McWilliams, Fabrizio, Elías-

Durante todo el día se suceden más chismorreos de motos con todo el mundo y demás impresiones sobre la máquina que estamos probando. No voy a entrar hoy aquí sobre la mayor o menor veracidad de estas pruebas, y lo que luego podemos ver en las revistas. Ya sé que los probadores, a veces, tenemos fama de -vendidos- y que siempre ponemos bien a todas las motos. En realidad, no es así. Lo que pasa es que no es lo mismo decir -esto es una mierda- a -esto es mejorable–pero mejor no entro en esto. Sólo quiero que os imaginéis lo que es una presentación.

Al acabar el día, nos reparten los CD o USB con todas nuestras fotos y el Kit de Prensa, y ¡todos a verlas con el portátil de turno! Es uno de los mejores momentos de día. Suelen ser fotos increíbles. El más famoso -que no el mejor- entre los fotógrafos que cubren las presentaciones es un tal -Milagro- y su equipo, que ha sido o es el fotógrafo personal de Rossi, o eso tengo entendido. Después volvemos al hotel, algunos se van a escribir el artículo a la habitación porque su revista está de cierre y van muy pillados de tiempo. Los de las revistas mensuales vivimos un poco mejor que los de las semanales y podemos apuntarnos con menos agobio a alguna de las actividades que ha organizado la marca -motos de agua, paseos en todoterreno por el desierto, compras en el mercadillo local, visita al museo de la marca, etc.-. En la cena de despedida volvemos a juntarnos todos y después, pues nos tomamos unas copillas donde toque.

Ya en casa, tranquilamente, toca recapacitar, recopilar y -darle a la tecla-. Con el tema de la crisis hay menos presentaciones porque, la verdad, organizar todo esto debe costar un fortunón, ¡Pero mira! Dentro de poco nos han invitado a Imola a estrenar la nueva Ducati 848 EVO. Asíque estad atentos a Fórmula MOTO. Por cierto, ¿te ha dado envidia?