Customshow -08

Según cifras de la organización, en este cuarto año del Salón se ha superado la barrera de los 1.500 visitantes, con 15 proveedores y alrededor de 100 modelos expuestos.
 
El nivel en cuanto a preparaciones roza lo inimaginable con prototipos de formas imposibles a los que se incorpora todo tipo de accesorios, los más frecuentes: neones, pantallas TFT, altavoces, bombas de nitrógeno y todo lo que uno pueda imaginar.
 
Uno de los atractivos de este famoso evento es la entrega de premios entre todos los participantes que exhiben algún modelo en 11 categorías diferentes, a destacar Best race-look (Mejor look de carreras), Best sprinter (Mejor prototipo dragster), Best customwork (Mejor personalización) o Best artwork (Mejor decoración de la carrocería).
 
Si a esto le añades un extraordinario ambiente con música electrónica, stands de accesorios y ropa, atractivas azafatas y un montón de aficionados, el resultado es la gran fiesta del scooter tuning.

Con tanto plástico modificado es imposible saber el modelo de este scooter. Lo que sí se aprecia es una impresionante preparación del motor y un colín muy elevado. Correrá mucho, pero debe ser incómodo.

Este MBK Booster recibió cinco premios. Su espectacular aspecto y un complejo sistema de suspensión trasera son sus rasgos más representativos.

Un Peugeot Speedfight 2 galardonado con seis premios, entre ellos, el de scooter con más clase, elegancia, mejor presentación y más elaborado.

El dragster de la foto ocupaba un lugar privilegiado dentro del Salón. Su estructura es artesanal en su totalidad, con un chasis de barras tubulares formando un arco muy resistente a la torsión.

La representación española tuvo éxito. Este Yamaha BW´s «Snowmobile» ganó tres premios. En vez de rueda delantera tiene una tabla de snow.

Pantallas, altavoces y mandos para jugar una partida con la consola. Abajo, un frontal tipo insecto. A la derecha, un preparadísimo Aerox con bomba de nitrógeno.