Calentar la moto antes de salir: ¿sí o no?

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Calentar la moto antes de salir: ¿sí o no?
Nicolás Merino
Nicolás Merino
Se trata de una práctica habitual en el mundo de la competición pero, ¿es necesario hacerlo con nuestra moto? Sigue leyendo para descubrir la respuesta.

¿Calentar la moto antes de salir o no? Es una pregunta que, a buen seguro, te habrás hecho muchas veces. Y seguro también que te habrás encontrado con comentarios que lo defienden o no. Antes de nada, por arrojar un poco de contexto, la práctica de calentar la moto se ha hecho desde siempre en el mundo de la competición. El principio de calentar las motos 2T es el mismo que el de las 4T: que el agua y el aceite de motor cogieran la temperatura óptima. Esto tiene una explicación muy sencilla. Son motores con preparaciones especiales y ajustes que necesitan de cierta temperatura para funcionar a máximo rendimiento. De no alcanzar el mercurio deseado, el motor no funcionaría correctamente. De ahí, que varios minutos antes de una sesión los mecánicos se dispongan a calentar la moto.

04 Biaggi Espargaro 250 2T

En el caso de las motos de calle, con unos aceites que están pensados para funcionar en un amplio rango de temperaturas, calentar la moto no es tan importante, aunque sí que es recomendable dependiendo del uso que vayas a hacer de la moto. No es lo mismo que salgas tranquilo del lugar donde la tienes guardada a que, por ejemplo, quieras irte de curvas. En el primer caso, con tener la moto encendida unos pocos segundos (lo que tardas en ponerte el casco y los guantes) te bastará, ya que la propia conducción sosegada posterior hará que el motor y sus diferentes componentes, así como la lubricación del mismo, se vayan llevando a cabo.

Pero si vas a salir fuerte (y nosotros te recomendamos que hagas esto siempre salgas), es necesario entender que no bastará sólo con arrancarla y dejarla al ralentí, sino que tendremos que dar pequeños golpes de gas (no más de 3.000 rpm). Esto se hace por varios motivos: el primero, llegar a la temperatura de agua idónea antes, que suele ser unos 90 grados; pero también la del aceite que, a diferencia de los coches, no se indica. Además, estos golpes de gas permitirán a la bomba de aceite aumentar la presión para repartirlo por todas las partes del motor y garantizar su correcta lubricación. Recuerda que la temperatura del agua sube mucho más rápido que la del aceite, por lo que si ves la temperatura correcta, quédate aún unos instantes calentando la moto para que la temperatura del aceite sea óptima. Para tu tranquilidad, los aceites modernos cuentan con un comportamiento multigrado. Habrás observado nomenclaturas como 10W40 o 20W50. Esto quiere decir que a baja temperatura (marcado por la W de ‘Winter’) tiene una viscosidad y a altas temperaturas tiene otra. De este modo, la lubricación será segura en ambos casos para evitar que el motor se dañe.

moto invierno

Evidentemente, la temperatura exterior juega un papel fundamental. No es lo mismo invierno que verano. El procedimiento es el mismo, pero el tiempo que tarda la moto en alcanzar su temperatura ideal variará notablemente. Los beneficios de hacer esta práctica siempre que puedas son importantes. La longevidad del motor se extenderá mucho más, ya que la dilatación de los materiales del bloque (tienen holguras por esto mismo) se hará en los tiempos correctos.

No pasa nada porque un día no calientes la moto, siempre y cuando tengas en cuenta que no deberás ser generoso con el gas hasta que el motor haya cogido temperatura. Si lo haces en repetidas ocasiones, le estarás restando vida útil al bloque. No, griparlo es muy complicado por hacer esta práctica por lo que te comentaba antes: los aceites multigrado evitan que el motor se gripe. Pero si quieres que tu motor tu dure lo máximo posible y en perfectas condiciones, calienta tu moto.