Conclusiones significativas y actuaciones preventivas

RACC y Montesa-Honda analizan la accidentalidad motociclista

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RACC y Montesa-Honda analizan la accidentalidad motociclista
Carlos Domínguez
Carlos Domínguez
La preocupación de Montesa Honda para fomentar la seguridad vial de los usuarios, ha dado un nuevo paso más allá de sus empeños en la formación de nuevos motociclistas, actuación que lleva a cabo desde hace más de veinte años mediante el Honda Instituto de Seguridad (HIS).


Más de 100.000 neófitos han recibido cursos teóricos y prácticos del HIS para la iniciación a la conducción de motocicletas. Conjuntamente con el RACC, Montesa Honda ha llevado a cabo una encuesta de ámbito nacional con un muestreo de 3.390 conductores de motocicleta para determinar las causas de la accidentalidad, llegar a conclusiones tangibles y establecer vías preventivas mediante recomendaciones a los propios motociclistas, a las Administraciones y a los fabricantes de motocicletas. Brillante e inédita iniciativa en el territorio español donde, únicamente, se había efectuado estadística de los accidentes sin otro muestreo ni obtención de datos.La vulnerabilidad de los motociclistas hace necesario analizar su perfil de usuario y las principales causas de accidentes con el objetivo de concienciar a todos los actores de la vía para potenciar la seguridad vial de este colectivo. Los resultados se ponen a disposición de las Administraciones y de grupos de investigación para consecuentes estudios destinados a mejorar la siniestralidad del sector. Pueden ser consultados en detalle mediante el link: http://www.honda-montesa.es/estudio-siniestralidad-motoristas/Estudio-RACC-Honda.pdf

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La síntesis de las conclusiones resulta extensa por cuanto detallada. De todo ello destacan cuatro directrices fundamentales:
 
– El 49% de los accidentes de moto ocurren en los primeros 15 minutos de trayecto.
– En el 53% de los accidentes se detecta una responsabilidad de otros vehículos, en la mayoría de casos turismos. De ahí la importancia de desarrollar campañas de convivencia.
– El 83% de las motos con las que se sufrió el accidente no disponía de un sistema de seguridad activa (ABS, CBS o control tracción).
Sólo el 14% de los motoristas han llevado a cabo una formación práctica de perfeccionamiento de sus habilidades cuando los registros de accidentalidad mejoran entre quienes han hecho un curso específico.
 
Las conclusiones a continuación definen el perfil humano y precisan los escenarios de mayor accidentalidad.
 
CARACTERÍSTICAS DE LA ENCUESTA
– La encuesta se ha realizado a 3.390 conductores que utilizan o han utilizado la motocicleta, en el ámbito territorial de todo el Estado español.
– De los 3.390 motoristas encuestados, un 55% tiene más de 10 años de experiencia conduciendo vehículos de dos ruedas a motor. Un 5% de la muestra es de conductores que están en su primer año de motorista.
– En la muestra analizada, la media de años de experiencia conduciendo motos es de 16 años.
 
EXPERIENCIA EN LA CONDUCCIÓN
– A medida que aumenta la experiencia del motorista, este se va decantando por motos de mayor cilindrada.
– Es sólo a partir de los 10 años de experiencia que aquellos que se consideran expertos superan el 30%, por lo tanto, el motorista es consciente de que cuesta llegar a ser un experto.
– Hay un porcentaje significativo de motoristas (31%) que con menos de 1 año de experiencia sobrevaloran sus habilidades.
 
CILINDRADA VERSUS CIRCULACIÓN
– La moto se ha convertido en un vehículo de uso continuo, en todos los segmentos de usos, de lunes a domingo.
– Los motoristas que hacen menos Km. circulan con vehículos de menor cilindrada. Conforme se hace más Km., también aumenta la cilindrada.
– Hay un uso urbano más asociado a cilindradas pequeñas mientras que en carretera son las cilindradas más grandes.
– El 27% de los motoristas de scooters los usan únicamente por movilidad obligada (laborables).
– El uso de motos de gran cilindrada sólo para el fin de semana queda reducido al 20-30% de los motoristas.
– El uso ocasional se mantiene estable alrededor del 10%, en todos los tipos de moto.
 
ACCIDENTALIDAD
– El 58% de los encuestados reconocen haber sufrido algún accidente a lo largo de su vida como motoristas, que de mediana es de 16 años.
– Hombre, entorno urbano y moto de baja cilindrada es el perfil de mayor riesgo, en consonancia con las estadísticas de accidentalidad.
– En las CCAA de Madrid (64%), Cataluña (62%) y Valenciana (62%) es donde más elevada es esta proporción por su más marcado componente urbano.
En el 53% de los accidentes se detecta una responsabilidad de otros vehículos, en la mayoría de casos turismos, pero también de vehículos pesados en vías rápidas.
– El 49% de los accidentes de moto ocurren durante los primeros 15 minutos de trayecto. En vías urbanas, un 63% ocurren durante los primeros 15 minutos.
 
CAUSAS DE LOS ACCIDENTES
– En ámbito urbano se produce el mayor riesgo de accidente (normalmente leve), pero es en vías rápidas donde el riesgo de lesión grave es más elevado.
– En vía rápida, el tránsito denso, el estado del asfalto o la meteorología son factores de riesgo, y destacan los accidentes por alcance y choque lateral en un cambio de carril.
– En carreteras convencionales, el factor más decisivo son las curvas (especialmente a izquierdas), así como el estado del asfalto. También son significativos los accidentes con un animal (jabalís, ciervos)
Los factores que más influyen en los accidentes son el humano (49%), el entorno de la infraestructura y la meteorología (22%) y las infracciones de cualquiera de las partes implicadas (18%).
La intervención del factor humano en la accidentalidad se concentra en distracciones, actitud inadecuada y errores de cálculo (habilidades).
Únicamente el 14% de los motoristas han llevado a cabo una formación específica para perfeccionar sus habilidades, como frenadas, gestión de curvas, percepción de riesgos, etc.
La formación avanzada está más vinculada a motocicletas de más cilindrada y a un uso personal del vehículo.
Entre los motoristas que han hecho una formación adicional, un 84% no han vuelto a sufrir accidentes con posterioridad, ante un 15% que sí.
Los motoristas identifican la conservación de carreteras, el equipamiento y formación de motociclistas y el respeto mutuo entre los usuarios de la vía, como los aspectos clave a mejorar en su seguridad vial.

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RECOMENDACIONES
 
A los motoristas:

Adquirir vehículos con las últimas tecnologías en seguridad (ABS y control de tracción), revisar el alumbrado para ser vistos por los otros usuarios de la vía.
– En condiciones meteorológicas adversas o calzada en mal estado, adecuar la conducción, conducir concentrado y consciente de las limitaciones propias y del entorno.
– Atender a los movimientos del resto de usuarios de la vía o de situaciones que puedan representar un peligro potencial (anticipación).
 
 
– En carretera, tener especial cuidado con el trazado de curvas en las carreteras convencionales con poco tráfico.
– En vías rápidas prever los movimientos laterales de otros vehículos, especialmente los pesados, no fiarse en situaciones de tráfico denso, moderar la velocidad en situación meteorológica adversa.
– En zona urbana, atender a los movimientos de los demás vehículos con especial cuidado en los cruces, incluso con semáforo.
Llevar a cabo una formación adicional de perfeccionamiento permite reducir el riesgo personal de accidente, y el uso de elementos de protección reduce el riesgo de lesiones.
– Los conductores de turismos y camiones, deben guardar especial cuidado en los movimientos laterales y en los cruces, ya que los motoristas son un usuario más vulnerable.
 
A las Administraciones:

– Recuperar los niveles de inversión en mantenimiento de carreteras para asegurar un correcto nivel de seguridad vial para todos los usuarios de la vía, con especial mención al estado de mantenimiento del firme y sustitución de objetos rígidos en curvas y cruces.
– Auditorías de seguridad en las rutas habituales de los motociclistas y revisión de la efectividad de las medidas aplicadas hasta ahora.
Estimular la realización de cursos de perfeccionamiento entre los motociclistas, pues representan una inversión pública con un alto retorno social en siniestralidad evitada. Promover la formación en el ámbito de los riesgos laborales.
Realizar campañas de concienciación específicas para motociclistas, así como también para conductores de turismos.
Modificar las pruebas de acceso a los permisos A1, A2, A introduciendo pruebas que aumenten la seguridad de los motoristas y sustituyendo a otras sin utilidad.
 
A los fabricantes:

– Aumentar la oferta de modelos con ABS (freno anti-bloqueo), especialmente en las cilindradas más bajas. (A partir de 2016 el ABS será obligatorio en motos de a partir de 250 cc. Por debajo deberán equipar sistemas combinados CBS)
– Ofrecer información y formación en el punto de venta con el fin de concienciar y mejorar la preparación de los nuevos motoristas o el acceso a nuevas cilindradas.