La serie Vintage de Moto Guzzi recibe un kit especial que las convierte en auténticas piezas de museo... para usar todos los días.
Moto Guzzi es una de las firmas más legendarias de la historia motociclista italiana y no podía dejar de sumarse a la tendencia retro que ha proliferado en el catálogo de marcas de distintos continentes. Así se ha hecho con la
serie V7, gama que rememora a la serie homónima nacida en 1967, modelos que estrenaron la configuración de motor V-Twin trasversal al sentido de la marcha que ha marcado toda la trayectoria siguiente hasta nuestros días de la firma de Mandello del Lario. Hoy día, sólo el motor bóxer de BMW cuenta con tanto arraigo en lo que respecta a tradición en el segmento de las dos ruedas. Tal es la importancia de esta serie en Moto Guzzi que en 2012 se renovó en profundidad, quedando constituida por
tres versiones, una básica
Stone, una edición
Special con colores específicos y una deportiva
Racer al más puro estilo sport de la década del nacimiento del modelo primigenio.
En 2013, la marca del águila añade un Kit que le profundiza su sentido Vintage. Está compuesto por un carenado, asiento monoplaza con espuma especial, retrovisores cromados y manillar bajo. De esta manera se rinde homenaje a los modelos V7 de 1969 que dieron origen a los actuales motores V-Twin transversales.
Este Kit está disponible para todas las versiones V7 (Stone, Special y Racer), a un precio de 1.600 euros para el carenado y asiento, 220 euros los semimanillares y 75 euros para el kit de retrovisores, todo ello sin IVA y sin incluir el montaje.
